EL CONTROL EN
El
control puede presentar diferentes clases a tenor de una serie de criterios o
características, a saber:
Según su realización:
-
Control concurrente o concomitante: observación y medida de cumplimiento de las tareas
según lo previsto durante el propio proceso. Enfoque que puede terminar, como
es el caso de los actuales programas de calidad total, con el autocontrol de
los realizadores de las citadas tareas.
-
Control a posteriori o clásico: observación y medida de los resultados obtenidos con
el fin de proceder a la posible regulación o feedback del sistema.
Según su naturaleza:
-
Control estratégico: evaluación del plan estratégico u observación y medida del logro de
los objetivos planteados y de los cursos de acción llevados a cabo en cada uno
de los instrumentos o planes en que se descompone aquél.
-
Control operativo: evaluación de los planes específicos y operativos para cada unidad
organizativa u observación y medida de los programas en que aquéllos se
concretan.
-
Control financiero: evaluación de la ejecución del plan del ejercicio económico a través
de la observación y medida de los presupuestos, conceptos en que se
instrumenta la gestión de la organización.
-
Control del comportamiento: evaluación de las políticas, de las decisiones y de
las conductas de los participantes en los procesos de acción.
Estas
clases de control terminan configurando, según los objetivos pretendidos,
diferentes tipos de procesos. Los cuales, a su vez, se diseñan con determinada
influencia del conjunto de factores de contingencia que han sido considerados con
anterioridad, de igual forma a como vienen afectando al sistema de planificación.
Siguiendo a Child1 se puede hablar de cuatro procesos o sistemas de control
característicos:
-
Control
burocrático.
-
Control por
resultados (objetivos).
-
Control cultural.
Cada
uno de estos procesos de control presenta estos rasgos diferenciadores:
Proceso de control personal y centralizado
·
Decisiones
centralizadas.
·
Supervisión
directa.
·
Basado en el
liderazgo como ejercicio del poder.
·
Sistema de recompensas
asociado a las relaciones con la autoridad.
Proceso de control burocrático
·
Decisiones
delegadas y descentralizadas de forma selectiva y sujetas a procedimientos y
reglas.
·
División del
proceso por tareas y sus correspondientes estándares o «variables-norma», con
definición de sus correspondientes responsables.
·
Definición de los
procedimientos y reglas para la ejecución de las tareas y de los métodos aplicados
para su evaluación.
·
Fuerte presencia
del control operativo y financiero.
·
Sistema de recompensas
asociado al nivel de cumplimiento de los procedimientos y reglas.
Proceso de control de resultados (objetivos)
·
Decisiones
descentralizadas a tenor de los objetivos de cada unidad o grupo organizativo.
·
Especificación de
los resultados esperados (objetivos) en el horizonte temporal para cada unidad
o grupo organizativo y definición precisa de sus responsables.
·
Utilización del
enfoque de «dirección por objetivos» como sistema de implantación y control.
·
Sistema de
recompensa asociado al nivel de cumplimiento de los objetivos.
Proceso de control cultural
·
Decisiones
colegiadas. Desarrollo de la cultura o de la identificación de las personas con
los objetivos de la organización.
·
Escasa presencia
de controles formales y actuación en grupos, de tipo «adhocrático» (control del
comportamiento).
·
Énfasis en la
selección, entrenamiento y vinculación con los valores organizativos de las
personas.
·
Utilización del
enfoque de «dirección por políticas» como sistema de implantación y control.
·
Sistema de
recompensas asociado al nivel de integración y vinculación de las conductas
individuales con la de la organización.
Sea
cual sea el sistema de control imperante en la organización, es conveniente
reflexionar cómo el mismo se pone en práctica, o como la función organizativa
debe definir el inicio de sus acciones correctoras o del proceso de regulación.
Normalmente esta actuación exige la definición de dos cuestiones relativas a
las desviaciones detectadas:
a) el efecto de la desviación o de su impacto sobre la
consecución de los objetivos;
b) la urgencia a adoptar una respuesta (acción
correctora) por parte de la unidad, elemento o grupo de la organización.
En
el primer caso se puede hablar de impacto débil, significativo o importante y,
en el segundo, de respuesta poco urgente, normal y muy urgente. Las formas de
actuación principales son las siguientes:
|
Efecto de la desviación |
|||
Débil |
Significativo |
Importante |
||
Urgencia |
Poco urgente |
Observar el problema |
Observar las tendencias |
Control permanente |
|
Observar las tendencias |
Observar las tendencias o Control periódico |
Acción programada |
|
Muy urgente |
Control periódico |
Control permanente |
Acción inmediata |