El horizonte temporal de
la planificación.
Ha
de distinguirse entre planes a corto, a medio y a largo plazo. Los planes a
corto plazo suelen tener un horizonte temporal no superior a un año. Algunos
autores a la planificación a corto plazo le denominan planificación táctica, porque constituye una táctica para alcanzar
los objetivos que se tienen a largo plazo. Evidentemente, los planes a corto
plazo tienen que estar integrados con los planes a largo. Si falta esta
coordinación, como a menudo sucede en la práctica, los planes a corto plazo
contribuyen muy poco o nada a la consecución de los deseos que se tienen a
largo plazo.
Los
planes a medio y largo plazo tienen una duración variable. Algunas empresas
planifican a sólo dos años, mientras que otras tienen planes a veinte o
treinta años, pero el horizonte temporal más habitual está comprendido entre
tres años a medio plazo y cinco años a largo plazo.
La
forma más extendida de planificación a largo plazo es la denominada planificación estratégica, que es aquella
que comporta la realización de las siguientes tareas:
2. Analizar el entorno de la organización.
3. Analizar los puntos fuertes y débiles del interior de
la organización.
4. Fijar objetivos a alcanzar en un plazo de cinco años.
5. Desarrollar estrategias para implantar los planes.