EL MÉTODO:

Existen muchos métodos de estudio. El problema es que unos son muy útiles y otros no tanto. Este es un ejemplo de método eficaz que sólo exige ponerlo en práctica:

• 1. Lectura rápida del tema. Leer los títulos de tos apartados y los subapartados, fijarse en las palabras resaltadas, mirar las gráficos y los dibujos te servirá para familiarizarte con el contenido y hacer una primera valoración de la dificultad del tema.

• 2. Lectura comprensiva de cada apartado. Es el momento de coger el tema por el principio y leerlo todo seguido con la máxima atención y concentración posible, evitando las distracciones. La velocidad lectora tendrá que ser proporcional a la dificultad de contenido, de manera que ante conceptos nuevos o complejos tendrás que invertir más tiempo. Cuando domines esta técnica podrás saltarte este paso e ir al siguiente.

• 3. Subrayado. Se trata de dar uso a todos esos rotuladores y lápices de colores que has acumulado para resaltar lo fundamental del tema. Subraya aquellas palabras-clave o frases más importantes que resumen el contenido. En cualquier texto hay cantidad de frases repetidas que a la hora de captar la idea central se pueden eliminar. Si el subrayado está bien hecho, al leerlo te recordará todas las ideas, conceptos y datos importantes que tendrás que memorizar.

• 4. Esquema. La sacas a partir del subrayado. Te va a facilitar la memorización y el repaso. Hay muchas maneras de hacerlo, pero siempre debe conservar un esqueleto o columna vertebral al que se le puede ir añadiendo ramificaciones o subtemas.

• 5. Memorización: Este paso se realiza sobre el esquema o resumen, lo que supone un gran alivio: no es lo mismo memorizar un tema de diez folios que un resumen de dos. Sólo en el caso de que surja alguna duda o de que el esquema no esté bien hecho, será necesario consultar el tema original. Aquí tendrás que hacer un gran esfuerzo para asociar ideas.

• 6. Repaso. Un método de estudio que no incluya esta frase nunca será eficaz. Lo que no se vuelve a recordar, se olvida. Para afianzar el tema en la memoria es imprescindible repasar. La frecuencia de repasos depende de los temas o de la inminencia de los exámenes.

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Cómo estudiar mejor

No son recetas mágicas, pero sí métodos eficaces de trabajo para aprender más y mejor.

Es un artículo editado por Diario de Navarra, en su sección del Diario Escolar, del 11 de diciembre, es posible que fuera leido por muchas personas, pero va dedicado a mis alumnos de tercero de E.S.O., para que lo pongan en práctica y podamos comentarlo.

El lugar de estudio

La casa hay que empezarla por la base. Por eso, ahí van unas sugerencias acerca de las condiciones ideales de estudio que, por supuesto, no siempre están al alcance de todos. En todo caso, hay que intentar buscar las mejores condiciones posibles;

- Lugar de estudio: solitario, agradable, personal, silencioso, que favorezca la concentración y esté libre de interrupciones.

- Mobiliario: Una silla simple, que obligue a estar recto, y una mesa amplia es suficiente.

- Iluminación: si es posible, natural, y por la izquierda. La luz artificial, que no sea ni demasiado potente ni tampoco escasa (una bombilla de 60 watios opaca es suficiente).

- Temperatura. Aunque no es fácil controlar este factor, hay que buscar el término medio. Mucho calor adormece, pero tampoco hay quien estudie a gusto con el abrigo puesto y las manos congeladas.

- Nivel de ruidos: el mínimo. La música se puede permitir para ciertas actividades como dibujar, hacer ejercicios o pasar apuntes. La televisión, en cambio, debe estar totalmente descartada.

El plan de estudio

Estudiar sin un plan de actuación es tan ineficaz como un libro con las páginas desordenadas o una bicicleta con las piezas descolocadas. Estas son algunas propuestas:

1. Elabórate un horario fijo, escrito, en el que distribuyas el tiempo de estudio según las materias. Tu primer logro será empezar a estudiar en la hora prevista, ni un minuto después.

2. Organiza tu tiempo de estudio. Una vez que has conseguido sentarte delante de los libros a la hora que te habías fijado, deberás organizar un plan de trabajo diario, claro y sencillo, para saber en cada momento lo que vas a hacer. Las agendas ayudan mucho.

3. Ante todo, no te quedes en la teoría. Lo más importante de un plan de trabajo es cumplirlo siempre: una excelente planificación que no se cumple no sirve para nada. Seguro que se te van a ocurrir muchas excusas, que no razones, para posponer el tiempo de estudio. Ahí es donde tienes que concentrar todos tus esfuerzos.