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El speaker republicano Johnson logra pasar un plan para evitar el cierre del gobierno gracias a los demócratas
FRANCESC PEIRÓN NUEVA YORK. CORRESPONSAL La Vanguardia 15/11/2023
Los legisladores de Estados Unidos están decididos a no contrariar a sus familias y tomarse un respiro del enrarecido ambiente de Washington. Salvo accidente, todos podrán viajar a sus casas para las vacaciones de Thanksgiving, la fiesta de Acción de Gracias que se celebra el jueves de la próxima semana, comerse el pavo y el pastel de calabaza en su hogar, rodeados del calor de los suyos.
El nuevo presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, salvó el primer punto de partido y consiguió una victoria, aunque sea solo otra prórroga hasta principios del 2024, al pasar la legislación provisional para evitar el cierre financiero del gobierno. El plazo vence a las cero horas y un segundo del próximo sábado. La propuesta del speaker, que de inmediato se envió al Senado para que la avale, como todo indica, salió a flote gracias al apoyo masivo de los progresistas ante la deserción de un buen número de republicanos, en concreto los más conservadores y afines a Johnson.
Una situación similar, de disidencia interna y rescate del rival, le costó el cargo a su predecesor, Kevin McCarthy. Al sucesor, por novato, le dan más tiempo y otra oportunidad.
Al elegir un proceso especial, la propuesta requería una mayoría de dos tercios. Hubo 336 votos a favor que permitieron superar ese techo, de los que 127 fueron de la bancada republicana y 209 de la demócrata. Un total de 93 conservadores se opusieron, así como dos liberales.
El senador Chuck Schumer, líder de la mayoría demócrata en el Senado, expresó su intención de votar a favor, opinión que compartió el jefe de la minoría republicana Mitch McConell. Estará sobre la mesa cuanto antes para que llegue a la firma del presidente Joe Biden dentro del plazo. El camino emerge despejado, pero de nuevo se demuestra que los republicanos carecen de la voluntad política de financiar el gobierno y esto fuerza a sus dirigentes a operar con una pequeña mayoría y confiando en los votos demócratas.
A pesar de la crítica que este plan recibió de la Casa Blanca, que lo calificó de pérdida de tiempo, Schumer aseguró que ha estado hablando con la administración. Ambos estuvimos de acuerdo, el gobierno y yo, de que esto puede impedir el cierre financiero y es una buena cosa, afirmó poco después de la votación en la Cámara de Representantes.
Esta legislación deja las cosas más o menos como están. Es lo que se denomina una medida limpia que extiende la financiación al nivel actual, sin recortes en cuestiones sociales como perseguían los extremistas de la derecha, y que deja fuera los temas de mayor confrontación partidista como son las dotaciones para el control de la frontera con México y las ayudas a Ucrania e Israel.
La originalidad de la propuesta de Johnson es que se despliega a dos niveles con fechas que se bifurcan a partir de diferentes fechas de caducidad. Así los departamentos de Agricultura, Transporte, Vivienda y Desarrollo Urbano y la oficina de los Veteranos tendrán financiación hasta el 19 de enero, mientras que el plazo de Defensa y otras ramas del ejecutivo vencerá el 2 de febrero.
Este calendario ofrece a los legisladores más tiempo para intentar elaborar una propuesta anual como reclaman muchos conservadores, siempre que se incluyan lo que ellos reclaman.
Hace escasamente un mes y medio, McCarthy, que entonces era el presidente de la Cámara, perdió el mazo de mando en plaza precisamente por una resolución a corto plazo, hasta este 17 de noviembre, a la que el mismo Johnson se opuso (aunque con un número de republicanos incluso menor que el de este jueves), pero que sufragaron los progresistas. Esto supuso una revuelta de una minoría de ocho ultra conservadores que lograron acabar con la carrera de McCarthy como speaker, su gran sueño.
Si en esta ocasión los jefes demócratas aconsejaron vota a favor, los miembros del llamado 'Freedom Caucus', afines a Johnson, mostraron su oposición porque no hay reducción de gastos, no hay dinero para asegurar la frontera y ninguna medida que suponga una victoria para el pueblo estadounidense. Sin embargo, y pese a esa mayor oposición a su plan, el presidente novato de la Cámara Baja recibió una bomba de oxígeno. Sus colegas más radicales acordaron darle un margen de tiempo, hasta las nuevas fechas de vencimiento, para plantearse si poner el pulgar hacia arriba o hacia abajo.
Bob Good, uno de los ocho que derrocó a McCarthy, culpó al expresidente, porque Johnson solo ha tenido tres semanas, en tanto que su antecesor dispuso de meses y fracasó. También sufragó esta tesis Tim Burchet, otro de los llamados odiosos ocho, apodo de resonancia tarantiniana.
Burchet denunció poco antes de la votación que, sin venir a cuento, McCarthy le hundió su codo en la espalda y casi lo dejó sin respiración. Fue uno de los brotes violentos en el Congreso registrado este jueves.
En la otra cámara, y tras intercambiarse insultos, el senador republicano Markwayne Mullin emplazó a pegarse, allí mismo, a un líder sindicalista que estaba en plena comparecencia de la comisión de ¡educación! El veterano Bernie Sanders, que presidía la sesión, impidió el combate y les recordó que ustedes están en el Senado de Estados Unidos, si bien este jueves dio la imagen de un patio de un instituto.
He estado bebiendo agua de las cataratas del Niágara las últimas tres semanas. Esta propuesta de financiación nos permitirá a todos ir a casa para Thanksgiving y calmarnos, declaró Johnson, legislador por Luisiana, a los periodista una vez concluyó la votación. Algunos llevan aquí diez semanas. Este lugar es una olla a presión. Pienso que viajaremos a casa y regresaremos habiendo hecho borrón y cuenta nueva, recalcó.