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Cómo se comporta el cerebro ante la adicción

DN E.PRESS.PAMPLONA 23/01/2012

Un vídeo divulgativo, elaborado por la Universidad de Navarra, explica cómo algunas prácticas pueden convertirse en una adicción y el funcionamiento del cerebro en esta situación

Un vídeo divulgativo que ha elaborado la Universidad de Navarra destaca que las chicas tienen una mayor dependencia a drogas y alcohol y los chicos a juegos de rol en Internet.

El trabajo estudia cómo algunas prácticas pueden convertirse en una adicción. Se trata de un nuevo vídeo de la serie 'Los secretos de tu cerebro', un proyecto de la Universidad de Navarra que recoge los últimos avances de las neurociencias sobre el funcionamiento del cerebro, elaborado por la catedrática de Bioquímica y Biología Molecular Natalia López Moratalla y Carlos Bernar, especialista en Comunicación Audiovisual en el centro académico.

Según la doctora López Moratalla, "lo que entendemos por adicción es un aprendizaje con recompensa que se hace patológico y acaba arruinando el proyecto de vida de la persona afectada y de quienes le rodean". "En este proceso juegan un papel fundamental tanto la liberación de dopamina como nuestra memoria", explica.

La experta continúa señalando que "la dopamina es el neurotransmisor que procesa los estados de emoción positiva y que, por tanto, se segrega naturalmente ante el riesgo, la aventura o la curiosidad por lo desconocido".

La doctora explica que, "ante una situación placentera las neuronas del núcleo accumbens reciben dopamina, mientras la amígdala evalúa la recompensa prevista". "Asimismo, el cerebro posee mecanismos para controlar la liberación de esta sustancia y que permiten mantener un equilibrio para que no estemos ni eufóricos ni apáticos sin motivo", agrega.

CONSUMO DE DROGA

López Moratalla señala que "precisamente la vía de acción de las drogas consiste en romper ese equilibrio de la dopamina, aumentando su concentración en el espacio de la sinapsis o prolongando el tiempo que permanece antes de ser capturada".

En el caso de la cocaína, según destaca el vídeo de la Universidad de Navarra, su consumo bloquea el recaptador de dopamina, de modo que ésta permanece más tiempo en el espacio entre sinapsis, prolongando el efecto placentero. La anfetamina, además, aumenta la cantidad de dopamina que se libera. La nicotina, en cambio, estimula de forma directa a las neuronas que la producen. Y en el caso del éxtasis las neuronas quedan literalmente destruidas.

"Si el consumo de drogas se hace crónico, disminuyen los receptores de la dopamina, que permanecen en niveles bajos incluso un año después de dejarlo. De ahí que los efectos placenteros disminuyan paulatinamente, creándose la necesidad de una mayor cantidad para conseguir el mismo efecto", detalla la catedrática.

"Con el consumo crónico de droga, se modifica el proceso por el que se establecen las conexiones entre neuronas, ya que el exceso de estimulación producido por la dopamina acelera el recuerdo a largo plazo. En paralelo, el hipocampo establece la memoria emocional, esencial en la adicción", argumenta.

COMIENZA EN LA ADOLESCENCIA

De hecho, en el inicio del consumo de drogas, o de los juegos de internet, se aprenden de forma inconsciente las circunstancias ambientales, de modo que la recompensa se asocia a algo: un olor o un lugar.

"Si volvemos a percibirlo, la dopamina promueve el recuerdo inconsciente asociado a la recompensa. En condiciones normales, seleccionaríamos la respuesta después de analizar los datos. Sin embargo, cuando se ha producido la adicción el funcionamiento es diferente: se pierde el control sobre los circuitos del lóbulo frontal y se generan respuestas automáticas y compulsivas. Quienes sufren la adicción no deciden, sino que se encuentran obligados a consumir", alerta la investigadora.

La mayoría de las conductas adictivas comienzan en la adolescencia, cuando los sistemas de recompensa y memoria emocional no están ajustados.