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Cambios en las cifras de la Iglesia en los ocho primeros años del pontificado de Francisco

[Los últimos datos útiles son de 2021 y han sido publicados en 2023]

ACI Prensa, 13 de marzo de 2023

El Papa Francisco fue elegido para el pontificado hace 10 años, el 13 de marzo de 2013. ¿Cómo ha cambiado la Iglesia católica mundial desde entonces?

Desde el punto de vista estadístico, la Iglesia ha crecido al mismo ritmo que el crecimiento demográfico mundial e incluso lo ha superado. El número total de católicos en todo el mundo pasó de 1.253 millones en 2013 a 1.378 millones en 2021, un aumento de casi el 10%. Durante el mismo periodo, la población mundial en su conjunto creció un 9,1%, según el Banco Mundial.

A pesar de este aumento, la Iglesia realizó dos millones de Bautismos menos en 2020 que en 2013. El número de matrimonios disminuyó en 702.246, es decir, casi un tercio. Las Confirmaciones y las Primeras Comuniones también cayeron un 12% y un 13%, respectivamente, a pesar de los niveles relativamente estables de asistencia a Misa en los 13 países más católicos del mundo.

Un investigador católico señaló esta semana a CNA, agencia de noticias en inglés de EWTN, que la razón más probable de esta caída en la participación en los sacramentos no es difícil de adivinar: tres de los 10 años del pontificado de Francisco han estado marcados por los efectos mundiales de una pandemia. Pero esa no es la única razón, señaló.

“No sé si el mundo católico ha cambiado tanto como simplemente ha cambiado el mundo [en general]”, indicó a CNA Mark Gray, investigador principal del Centro de Investigación Aplicada en el Apostolado (CARA) de la Universidad de Georgetown.

“La Iglesia y el Papa Francisco y los obispos han tenido que tratar de navegar a través de algunos cambios demográficos realmente desafiantes, así como la pandemia. Y la Iglesia Católica ha salido mejor parada que muchas otras confesiones cristianas. Así que hay buenas noticias, pero todavía queda mucho por hacer. Hay viento en contra, diría yo, contra la Iglesia”, describió Gray.

El descenso de la participación en los sacramentos en todo el mundo no se debe únicamente a la pandemia, advirtió, sino que forma parte de una tendencia demográfica mucho más amplia en todo el mundo de disminución de los nacimientos. 

Según los indicadores de desarrollo del Banco Mundial, la esperanza de vida al nacer ha aumentado en todo el mundo de 51 años en 1960 a 72 años en 2020. Al mismo tiempo, indicó Gray, la tasa de natalidad por cada 1.000 personas ha descendido de 32 en 1960 a 17 en 2020.

“Según las proyecciones de la ONU, se espera que el número de nacimientos disminuya anualmente en un futuro previsible y que en 2085 sea superado por el número de muertes”, enfatizó Gray en un blog publicado el 9 de marzo.

“La población crecerá en las próximas décadas a medida que la esperanza de vida siga aumentando, pero al mismo tiempo los nacimientos disminuirán y eso se traducirá en menos Bautizos, menos Primeras Comuniones, menos estudiantes y, sí, incluso menos matrimonios al año sólo por las cifras del cambio demográfico que estamos experimentando”, explicó.

Gray describió que los efectos totales de los bloqueos por la pandemia COVID-19, que impidieron a los católicos de todo el mundo acceder a los sacramentos durante un tiempo, probablemente tardarán años en cuantificarse por completo. 

También advirtió que dos de las fuentes más autorizadas para conocer el número de católicos presentan retrasos significativos en sus datos. 

El conjunto de datos completo más reciente, contenido en la edición actual del Annuarium Statisticum Ecclesiae (Anuario Estadístico Eclesial) del Vaticano, corresponde a 2020, aunque el periódico del Vaticano publicó un resumen de las estadísticas de 2021 a principios de este mes. El Directorio Católico Oficial, que cubre Estados Unidos, llega hasta 2021.

“Cualquier impacto, positivo o negativo, que el Papa Francisco pueda haber tenido se verá eclipsado por los efectos de la pandemia COVID-19 cuando nuestros datos más actuales representen 2020 y 2021”, escribió Gray.

“Sabemos que, mirando los datos de la Iglesia para estos años, veremos niveles más bajos de asistencia a Misa y práctica sacramental con el impacto de los cierres, las restricciones y la vacilación de la gente a reunirse en multitudes en espacios cerrados durante esos dos años”, añadió.

Otros indicadores estadísticos presentan un panorama mixto de crecimiento de la Iglesia en algunas áreas y de recesión en otras. Por ejemplo, el número total de alumnos en escuelas católicas ha aumentado un 7,3% desde 2013.

“Uno de los signos realmente brillantes para la Iglesia es el crecimiento de la educación católica a nivel mundial; más jóvenes del mundo están siendo educados en escuelas católicas que en años y décadas pasadas”, precisó Gray a CNA.

El número de sacerdotes diocesanos en todo el mundo parece estar prácticamente sin cambios en la década del pontificado del Papa Francisco, mientras que el número de sacerdotes religiosos se redujo sólo ligeramente. El número de religiosas en todo el mundo sufrió una caída mayor, de casi el 11%.

Sin embargo, según el Vaticano, el número de seminaristas en todo el mundo ha ido disminuyendo desde 2013. El informe de 2021 muestra que el número de seminaristas en todo el mundo disminuyó un 1,8% desde 2020. Los descensos más pronunciados se dieron en América del Norte y Europa, donde el número de seminaristas disminuyó un 5,8% en ambos continentes.

A pesar del crecimiento general del número de católicos en todo el mundo, ese crecimiento no se ha distribuido de manera uniforme. En general, África tiene una tasa de Bautismo más alta que Europa y una tasa de asistencia a Misa mucho mayor en los países con una gran población católica. 

Otro análisis reciente de CARA reveló que Nigeria, Kenia y Líbano tienen la mayor proporción de católicos que asisten a Misa semanalmente o más, con Nigeria como claro líder. El 94% de los católicos nigerianos afirma asistir a Misa al menos una vez a la semana. En Kenia, la cifra es del 73%, y en el Líbano, del 69%. 

En comparación, países como Alemania, Francia, Suiza y los Países Bajos se sitúan por debajo del 15%.

Además, África se opone a la tendencia de descenso de las vocaciones al mostrar un aumento de seminaristas y religiosos, según las estadísticas vaticanas de 2021. África también registró el único aumento de ellos en todo el mundo entre 2020 y 2021, con un 0,6%. El número de religiosos en este continente aumentó un 2,2% durante el mismo periodo.

El Papa Francisco ha hecho de la atención pastoral a África una prioridad en los últimos tiempos, y el mes pasado visitó la República Democrática del Congo y Sudán del Sur, dos países fuertemente católicos, con una acogida entusiasta.

Si nos centramos en Estados Unidos, donde vive apenas el 5% de los católicos del mundo, el panorama es un poco menos optimista. En contraste con las cifras estables del mundo en su conjunto, el número de sacerdotes diocesanos en EE.UU. cayó un 8% de 2013 a 2021. Hay un 27% menos de hermanas, un 19% menos de hermanos y un 15% menos de sacerdotes religiosos en comparación con hace una década, aunque el número de diáconos permanentes ha aumentado ligeramente, un 3%. Gray dijo que Estados Unidos depende desproporcionadamente de sacerdotes inmigrantes para hacer frente a su propia escasez.

Además, según la Encuesta Social General, la asistencia semanal a Misa entre los católicos de Estados Unidos disminuyó del 25% en 2012 al 17% en 2020-2021. La caída de la participación sacramental en el país -bautismos, matrimonios, etc.- refleja las tendencias mundiales.

Además, “desde 2013, hemos perdido más de 1.000 parroquias por reorganizaciones y cierres”, señaló Gray.

“La oración diaria disminuyó del 59% al 51% desde 2012 hasta 2020-2021. A diferencia de la asistencia a Misa, se puede rezar en casa y esto no debería haberse visto afectado por la pandemia. En todo caso, uno podría pensar que los católicos estarían rezando más a menudo durante ese tiempo”, indicó.

Gray advirtió de nuevo que se están produciendo cambios demográficos y sociales mucho mayores en Estados Unidos -y en el mundo en general- que los que pueden atribuirse únicamente al liderazgo del Papa Francisco.

“Nadie debería darle al Papa Francisco una libreta de calificaciones de 10 años basado en los datos más actuales disponibles”, señaló.

“Y cuando se disponga de datos más comparables posteriores a la COVID-19, cualquier 'calificación' dada por los cambios en el número de sacramentos celebrados debe considerarse dentro del contexto de lo que está sucediendo demográficamente en todo el mundo”.

En declaraciones a CNA, Gray añadió: “Es difícil hacer esta comparación [entre 2013 y 2023] porque tenemos estos desfases en los datos... Sabremos más en un par de años, cuando los datos se pongan al día con nosotros”.

Traducido y adaptado por el equipo de ACI Prensa. Publicado originalmente en CNA.