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El pacto a la portuguesa de noviembre de 2015 del Partido Socialista de António Costa con el Bloque de Izquierdas y el Partido Comunista

LD   2017-05-19 http://www.libremercado.com/2017-05-19/pedro-sanchez-no-sabe-como-gobierna-antonio-costa-en-portugal-austeridad-rescates-bancarios-1276599169/

Un fuerte compromiso con las políticas de austeridad heredadas de los años de gobierno del conservador Pedro Passos Coelho.

Todo empezó en noviembre de 2015, cuando se cierra lo que Pedro Sánchez llama el "pacto a la portuguesa". La derecha había resultado vencedora en las elecciones generales, pero la imposibilidad de articular una mayoría parlamentaria abrió la puerta a un pacto entre el Partido Socialista de António Costa, el Bloque de Izquierdas y el Partido Comunista. La prensa lusa se refirió al acuerdo como el pacto de la "geringonça", término que designa una alianza improvisada e inestable.

De criticar a abrazar la austeridad

Nada más lograr la investidura, Costa habló abiertamente de "pasar página" y "dejar atrás las políticas de austeridad". No obstante, la realidad presupuestaria de Portugal es la que es y las instituciones comunitarias no tardaron en darle un toque de atención al gobierno de Costa. Poco a poco, la retórica oficialista fue suavizándose y el nuevo gobierno dejó atrás sus pronunciamientos más radicales contra la austeridad.

Las últimas cifras apuntan que el déficit ha caído al 2,1 por ciento del PIB, de manera que el mismo António Costa que hablaba de poner freno a la austeridad ha terminado reduciendo a la mitad el desfase presupuestario de las cuentas públicas lusas. Cabe subrayar que el objetivo fijado desde Bruselas era del 2,5 por ciento del PIB, de manera que Costa ha ido más allá a la hora de reducir el déficit. Nada que ver con el discurso que enarbola Pedro Sánchez o con el del propio primer ministro portugués antes de su llegada al poder.

Una figura clave para entender lo que está ocurriendo es Mário Centeno, el ministro de Finanzas del gobierno portugués. En sus pronunciamientos públicos no duda en hablar de la importancia de "sacar a Portugal del brazo correctivo de Bruselas". Esto supone cuadrar las cuentas por completo y lograr un superávit fiscal que permita que el gobierno luso quede al margen de la supervisión reforzada que introducen las instituciones europeas cada vez que se observan escenarios presupuestarios negativos.

Rescata bancos con el apoyo de la derecha

Nuestro país vecino enfrenta desde hace años un complejo proceso de ajuste bancario. El Ejecutivo de António Costa ha gastado ya más de 4.000 millones de euros en diversas inyecciones de capital a las entidades financieras que están en dificultades. Estas decisiones han generado importantes diferencias entre el Partido Socialista y sus socios de coalición. De hecho, han sido los votos del centroderecha los que han permitido que el gobierno saque adelante estos "rescates".

El caso es que, en los próximos meses, Costa se dispone a tomar nuevas medidas en este campo, como por ejemplo la inyección de 2.500 millones en la Caixa Geral de Depósitos o la privatización de Novo Banco. Una vez más, medidas que no tienen nada que ver con el discurso de Pedro Sánchez y que llegan por la vía del consenso entre los grandes partidos tradicionales.