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El déficit público
Estima el informe para 2017 del Fondo Monetario Internacional
3,3% del PIB es el déficit público de España para 2017 previsto por el FMI
3,2% del PIB es el déficit de Francia previsto por el FMI para 2017
2,4 % del PIB es el déficit de Italia previsto por el FMI para 2017
1,7% del PIB es el déficit para el conjunto de países del área monetaria común previsto por el FMI para 2017
1,9%, el 1,5% y el 0,5%, del PIB es respectivamente el déficit, previsto por el FMI para 2017, de Portugal, Grecia o Irlanda; y han alcanzado los objetivos marcados por Bruselas
Alemania tendría superávit en 2017, por cuarto año consecutivo, este año del 0,6%.
DN. COLPISA. MADRID, jueves, 20/04/2017
El déficit público sigue siendo el Talón de Aquiles de la economía española, a pesar de la mejoría experimentada durante los últimos años. Las cuentas de las administraciones volverán a incumplir el objetivo marcado por el Gobierno para este ejercicio y el próximo, según estima el último informe del Fondo Monetario Internacional (FMI) en el que se indica que el descuadre del presupuesto será del 3,3% del PIB durante 2017.
Será el déficit más alto entre los grandes países de la Unión Europea y se situará por encima de la media de la zona euro. En concreto, podría llegar a duplicar el 1,7% previsto para el conjunto de países del área monetaria común. No hay ya un solo país comunitario que vaya a superar el descuadre de las cuentas públicas españolas, en las que no se computan las ayudas a la banca al cuantificar este dato.
Otros vecinos en crisis, como Portugal, Grecia o Irlanda, han alcanzado los objetivos marcados por Bruselas. El Fondo prevé que sus déficit se sitúen en el 1,9%, el 1,5% y el 0,5%, respectivamente. Solo se aproximará a las cifras españolas el déficit de Francia, que podría cerrar el año en el 3,2%. Por su parte, el de Italia se situará en el 2,4% y Alemania volvería a culminar el ejercicio con superávit, por cuarto año consecutivo, esta vez del 0,6%.
La nueva estimación supone un varapalo del organismo para el Gobierno después de que este martes, 18.04.2017, apuntara que la economía crecerá al 2,6% este año, tres décimas por encima de lo calculado inicialmente. Sin embargo, en el campo de la consolidación fiscal, el Fondo no ve tan claro el cumplimiento de las metas pactadas con Bruselas.
Hasta ahora, el Ejecutivo anticipaba que el déficit de este año bajaría al 3,1%, esto es, dos décimas menos de lo que ahora estima el Fondo. Los responsables del Fondo calculan que en 2018 este ratio se situará en el 2,7%, lo que supone cinco décimas más de lo previsto por el Ejecutivo. La desviación será mucho más pronunciada el próximo año, precisamente cuando se reducen las expectativas de crecimiento. Porque el FMI estima que el medio punto que se desacelerá el PIB en ese ejercicio -pasará a crecer un un 2,1%- será el mismo porcentaje en que el déficit se descontrole. Es decir, el Fondo cuenta con que el Gobierno se deje llevar por la senda del crecimiento para cumplir la senda fiscal sin aplicar nuevas medidas para atajarla de forma más inminente. Una vez más, el organismo dirigido por Christine Lagarde, apuesta por una consolidación gradual, al indicar que "en España podría lograrse un ajuste fiscal favorable al crecimiento ampliando la base del IVA y aumentando los impuestos especiales" así como los gravámenes medioambientales.
El cumplimiento del déficit ha sido la asignatura pendiente de España desde que comenzó la crisis. La Comisión Europea se ha visto obligada a revisar la senda de estabilidad en varias ocasiones para tratar de adecuar el ritmo de la reducción a la realidad. España aprobó el examen del año 2016 por primera vez en la crisis.
DEUDA
Peor aún será la evolución de la deuda pública, un ratio que para este año representará el 98,5% del PIB, frente al 99,3% de 2016, para reducirse gradualmente al 97,8% en 2018 y situarse en el 93,9% dentro de cinco años. El ritmo de reducción de la deuda será muy lento, si se compara con las referencias que existían en 2008, cuando equivalía apenas a un 39% del PIB. También se encuentra lejos de llegar al objetivo marcado por la Unión Europea, que se sitúa en el 60%.