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El acto de consagración a Cristo Rey en su fiesta posibilita conseguir indulgencia plenaria con la que sacar a un alma del purgatorio

En la fiesta solemne de Cristo Rey hay que consagrarse a Él, porque nos vincula al núcleo de la voluntad divina de darnos Su reino en nuestra alma, base además del reino de Dios en todas las naciones. Con este acto de consagración en su fiesta, si es público, se puede conseguir también indulgencia plenaria con la que sacar a un alma del purgatorio.
[Suplicamos a nuestros pastores que organicen actos públicos para poder consagrarnos así a Cristo Rey y conseguir indulgencia plenaria].

Se concede indulgencia plenaria al fiel cristiano que, en la solemnidad de nuestro Señor Jesucristo Rey, rece públicamente el  acto de consagración del género humano a Jesucristo Rey; en cualquier otra circunstancia, la indulgencia será parcial.

Acto de consagración del género humano a Jesucristo Rey
Jesús dulcísimo, Redentor del género humano, míranos arrodillados humildemente en tu presencia. Tuyos somos y tuyos queremos ser; y para estar más firmemente unidos a ti, hoy cada uno de nosotros se consagra voluntariamente a tu Sagrado Corazón. Muchos nunca te han conocido; muchos te han rechazado, despreciado tus mandamientos. Compadécete de unos y de otros, benignísimo Jesús, y atráelos a todos a tu Sagrado Corazón. Reina, Señor, no sólo sobre los que nunca se han separado de ti, sino también sobre los hijos pródigos que te han abandonado; haz que vuelvan pronto a la casa paterna, para que no mueran de miseria y de hambre Reina sobre aquellos que están extraviados por el error o separados por la discordia, y haz que vuelvan al puerto de la verdad y a la unidad de la fe, para que pronto no haya más que un solo rebaño y un solo pastor. Concede, Señor, a tu Iglesia una plena libertad y seguridad; concede a todo el mundo la tranquilidad del orden; haz que desde un extremo al otro de la tierra no se oiga más que una sola voz: Alabado sea el Divino Corazón, por quien nos ha venido la salvación; a él la gloria y el honor por los siglos. Amén.

Al fiel cristiano que rece piadosamente el precedente acto de consagración del género humano a Jesucristo Rey se le concede indulgencia parcial.
La indulgencia será plenaria si este acto se reza públicamente en la solemnidad de nuestro Señor Jesucristo Rey.
[Concesión 2 del Enchiridion Indulgentiarum de 1999; Concesión 27 del Enchiridion Indulgentiarum de 1986 y del de 1968].

Para ser capaz de conseguir indulgencias, es necesario 

1) estar bautizado, 
2) no excomulgado, 
3) en estado de gracia por lo menos al final de las obras prescritas,
4) tener intención, por lo menos general, de ganarlas y 
5) cumplir las obras prescritas dentro del tiempo establecido y en la forma debida, a tenor de la concesión..
Enchiridion Indulgentiarum de 1999, Norma nº 17. § 1 y § 2.
Manual de Indulgencias de 1986, versión española oficial de 1995, Norma nº. 20. § 1.

Para conseguir una indulgencia plenaria, se requiere

la exclusión de todo afecto a cualquier pecado, incluso venial, 
la ejecución de la obra enriquecida con indulgencia
y el cumplimiento de tres condiciones, que son:

la confesión sacramental,
la comunión eucarística y
la oración por las intenciones del Sumo Pontífice.
Enchiridion Indulgentiarum de 1999, Norma nº 20 § 1.
Manual de Indulgencias de 1986, Norma nº . 23 § 1.

El Decreto, aprobado por el Papa, El don de la indulgencia de 29-1-2000 de la Penitenciaria apostólica contiene “indicaciones de índole general sobre las indulgencias”. En ellas se indica que las tres condiciones requeridas para conseguir indulgencia plenaria, especialmente la confesión, pueden realizarse unos veinte días antes o después del acto indulgenciado. Aunque la comunión y la oración por el Papa y sus intenciones es mejor realizarlas el mismo día que el acto indulgenciado.

Para ganar las indulgencias se requiere, entre otras cosas, tener la intención de ganarlas, aunque sea una intención general
(Enchiridion Indulgentiarum de 1999, Norma 17 § 2; CIC 1917, can. 925 § 2; EI 1968, n. 22 § 2; CIC 1983, can. 996 § 2; Manual de Indulgencias 1986 1995, n. 20 § 2)

Por eso se suplica a los pastores que avisen de las indulgencias que se pueden ir consiguiendo y que promuevan los actos indulgenciados.

Por ejemplo, rezar el rosario comunitariamente, en vez de rezarlo en solitario, permite ganar indulgencia plenaria, que aplicada a un difunto le libera del Purgatorio, y si ya está en el Cielo, se le aplica a otra alma del Purgatorio.
También se gana indulgencia plenaria adorando a Jesús sacramentado durante media hora.
Hay muchas indulgencias plenarias y parciales concedidas por realizar actos que se practican sin que se conozca que están indulgenciados. Y se podría sacar almas del purgatorio, o bien, si son indulgencias parciales las conseguidas, abreviar y mejorar la situación de dichas almas. Practicando así la caridad de la forma más eximia, como enseñó el Papa san Pablo VI:

"Cuando los fieles ganan las indulgencias en sufragio de los difuntos, realizan la caridad de la forma más eximia, y al pensar en las cosas sobrenaturales trabajan con más rectitud en las cosas de la tierra".
(San Pablo VI: Constitución apostólica Indulgentiarum Doctrina, nº 8)