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“La izquierda abertzale ha apoyado lo que ETA hacía, ha aplaudido lo que hizo e incluso dio directrices claras de los objetivos”, dice la viuda de Juan Mari Jáuregui

D NOTI. Europa Press/ EFE. Jueves, 30 de Julio de 2015

SAN SEBASTIÁN -

Juan Mari Jáuregui abandonó en 1996 el País Vasco a petición propia tras dejar el cargo de gobernador civil y se trasladó a Chile, donde fue nombrado jefe de Aldeasa para Sudamérica. Sin embargo, en una visita a Tolosa, durante sus vacaciones estivales en el año 2000, fue asesinado por dos actvistas de ETA en el café del frontón Beotibar de esta localidad.

La viuda de Juan Mari Jáuregui, Maixabel Lasa, reclamó este miércoles, 29.07.2015, “autocrítica” a la izquierda abertzale, que “tiene mucha responsabilidad” sobre lo ocurrido en Euskadi porque “apoyó, defendió, aplaudió e incluso dio directrices claras sobre los objetivos” de ETA. Las Juntas Generales de Gipuzkoa realizaron una ofrenda floral en recuerdo del que fuera juntero de la Cámara foral y gobernador civil de Gipuzkoa, el socialista Juan Mari Jáuregui, cuando se cumplen 15 años de su asesinato a manos de ETA.

En el acto estuvieron presentes su viuda, Maixabel Lasa -exresponsable de la Oficina de Atención a las Víctimas del Gobierno Vasco-, la hermana y una sobrina de Jáuregui, así como representantes de todos los partidos con representación en la cámara foral guipuzcoana, PNV, EH Bildu, PSE, Podemos y PP.

El homenaje contó con la presencia del diputado general de Gipuzkoa, Markel Olano, el secretario de Paz y Convivencia del Gobierno vasco, Jonan Fernández, el secretario general del PSE de Gipuzkoa, Iñaki Arriola, el presidente del PP de Gipuzkoa, Borja Semper, la secretaria general de Aralar, Rebeka Ubera, diputados forales como Denis Itxaso o Marisol Garmedia, los portavoces de EH Bildu y Podemos en las Juntas Generales, Xabier Olano y Juantxo Iturria, respectivamente, o el secretario general de CCOO en Euskadi, Unai Sordo, entre otros.

En el homenaje de ayer, que tuvo lugar en la entrada del Parlamento foral, se depositó un ramo de flores junto a la placa que recuerda al que fuera juntero de esta institución y se guardó un minuto de silencio en su memoria.

La presidenta de las Juntas de Gipuzkoa, Eider Mendoza, explicó lo que la institución quiere trasmitir a través de los distintos colores de las flores de la ofrenda, como son “el rojo de la sangre derramada en este país, el blanco de la voluntad de paz de este pueblo tanto entonces como ahora también y el verde que representa la esperanza”. Además, Mendoza subrayó que “la paz y la convivencia se van a construir en este país teniendo siempre como base el respeto a los Derechos Humanos y el respeto a la dignidad humana”.

Por su parte, Maixabel Lasa destacó la importancia de que se celebren este tipo de actos, porque “lo importante es no olvidarse de lo que pasó y cómo se cuenta el relato a partir de ahora, a partir de todas las responsabilidades que hay repartidas entre distintas fuerzas políticas en Euskadi”.

“Todavía creo que les cuesta reconocer el daño que han causado y eso me parece que es fundamental si queremos cerrar la página como es debido”, afirmó. De este modo, incidió en que “hay distintas responsabilidades y la de ETA es la mayor”.

No obstante, subrayó que la izquierda abertzale “tiene muchísima responsabilidad en todo lo que ha pasado durante todos estos años” porque, según destacó, “es la organización o el grupo de personas que han apoyado lo que ETA hacía, ha aplaudido lo que hizo e, incluso, me atrevería a decir que dio directrices claras de los objetivos”. “Esa página hay que pasarla bien, como es debido, por eso decía lo de la autocrítica y lo de que se han hecho las cosas muy mal”, concluyó.

En declaraciones previas a Euskadi Irratia, Maixabel Lasa reconoció que la actitud de la izquierda abertzale ha cambiado en estos años. Afirmó que hace 15 años, cuando asesinaron a su marido, se veía “como algo muy difícil” que se pudiera organizar un acto de este tipo, pero que, con el transcurrir de los años, “por lo menos hemos conseguido que se llegue a hacer, que todos estemos juntos cuando hablamos de Derechos Humanos”.

Representantes de EH Bildu

De hecho, durante el acto en las Juntas el portavoz de la coalición soberanista, Xabier Olano, se acercó a conversar con Lasa para expresarle la solidaridad de su grupo. En otro homenaje celebrado en Legorreta, localidad natal de Jáuregui, estuvieron presentes la alcaldesa de la localidad, Zelai Amenabarro, y el teniente de alcalde, Urtzi Larrea, ambos de EH Bildu.

Las Juntas Generales de Gipuzkoa aprobaron el año pasado, a propuesta de la entonces presidenta, Lohitzune Txarola, de EH Bildu, realizar sendos homenajes anuales a los dos miembros de la cámara asesinados a manos de bandas terroristas, Jaime Arrese y el propio Jáuregui.

Por su parte, el teniente de diputado general y diputado de Cultura, Denis Itxaso (PSE), recordó en un comunicado “la defensa de la libertad fue el ADN de Juan Mari, un demócrata a carta cabal, un hombre de izquierdas, un ciudadano comprometido con aquella Gipuzkoa sometida en la dictadura de Franco y también un hombre comprometido en los años de plomo, contra el terrorismo de ETA”. También subrayó su “valentía para no callarse y para enfrentarse al miedo”.

Juan Mari Jáuregui abandonó en 1996 el País Vasco a petición propia tras dejar el cargo de gobernador civil y se trasladó a Chile, donde fue nombrado jefe de Aldeasa para Sudamérica. Sin embargo, en una visita a Tolosa, durante sus vacaciones estivales en el año 2000, fue tiroteado por dos actvistas de ETA en el café del frontón Beotibar de esta localidad. - E. Press/Efe