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Netanyahu presenta en 2024 un plan de posguerra en el que funcionarios locales desvinculados del terrorismo gobiernen Gaza desmilitarizada
Por JACOB MAGID The Times of Israel 23 de febrero de 2024
El primer ministro Benjamín Netanyahu presentó el jueves por la noche al gabinete de seguridad un documento de principios sobre la gestión de Gaza después de la guerra, con el objetivo de instalar a “funcionarios locales” no afiliados al terrorismo para administrar los servicios en la Franja en lugar de Hamás.
El documento publicado posteriormente, una página titulada “El día después de Hamás” publicada durante la noche en Israel, es en gran medida una colección de principios que el primer ministro ha estado expresando desde el comienzo de la guerra, pero es la primera vez que se presentan formalmente. al gabinete para su aprobación.
Durante más de cuatro meses, Netanyahu ha postergado las discusiones del gabinete de seguridad sobre el llamado “día después” de la guerra, temiendo que esto pudiera provocar fracturas en su coalición mayoritariamente de derecha.
Algunos de sus ministros de extrema derecha pretenden utilizar esas reuniones para impulsar el restablecimiento de los asentamientos israelíes en Gaza y el control israelí permanente de la Franja, políticas que el primer ministro dice oponerse y que seguramente conducirían a la disipación del apoyo restante de Israel. en el oeste.
Netanyahu se ha bastado con decir que no permitirá que la Autoridad Palestina vuelva a gobernar Gaza. En ocasiones ha matizado esta afirmación diciendo que Israel no permitirá que la Autoridad Palestina en su forma actual regrese al enclave palestino, lo que indica que Israel podría vivir con una Autoridad Palestina reformada del tipo que la administración Biden ha estado impulsando. Otras veces, sin embargo, Netanyahu ha rechazado de manera más generalizada la idea de permitir que Gaza se convierta en “Fatahstan”, refiriéndose al partido político encabezado por el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmoud Abbas.
En particular, el documento de principios que Netanyahu presentó a los ministros del gabinete de seguridad en la reunión del jueves por la noche no nombra específicamente a la Autoridad Palestina ni descarta su participación en la gobernanza de Gaza de posguerra.
En cambio, dice que los asuntos civiles en Gaza estarán a cargo de “funcionarios locales” que tengan “experiencia administrativa” y que no estén vinculados a “países o entidades que apoyen el terrorismo”.
El lenguaje es vago, pero podría descartar a grupos que reciben financiación de Qatar e Irán –como lo hace Hamás– o posiblemente de la Autoridad Palestina, cuyo programa de asistencia social incluye pagos a terroristas convictos y sus familias.
Una declaración de la oficina de Netanyahu dijo que el documento se basa en principios ampliamente aceptados por el público y que servirá como base para futuras discusiones sobre la gestión de Gaza en la posguerra.
El plan comienza estipulando un principio para el período inmediato: las FDI continuarán la guerra hasta lograr sus objetivos, que son la destrucción de las capacidades militares y la infraestructura gubernamental de Hamas y la Jihad Islámica, el regreso de los rehenes secuestrados el 7 de octubre, y la eliminación de cualquier amenaza a la seguridad de la Franja de Gaza a largo plazo.
Las FDI mantendrán una libertad indefinida para operar en toda la Franja para evitar el resurgimiento de la actividad terrorista, dice el documento, describiendo esto como un principio a mediano plazo.
El plan establece que Israel seguirá adelante con su proyecto ya en marcha de establecer una zona de seguridad en el lado palestino de la frontera de la Franja, y agrega que permanecerá en vigor “mientras exista una necesidad de seguridad para ello”. "
Este plan está directamente en desacuerdo con uno de los propios principios de la administración Biden para la Gaza de posguerra, que establece que no habrá reducción del territorio del enclave.
El documento presentado por Netanyahu también ofrece los detalles más concretos hasta la fecha sobre los planes de Israel para la frontera entre Egipto y Gaza, que ha estado plagada de contrabando tanto por encima como por debajo de la tierra. Afirma que Israel impondrá un “cierre por el sur” de la frontera para evitar la reactivación de la actividad terrorista.
El cierre se mantendrá con la ayuda de Estados Unidos y en cooperación con Egipto "en la medida de lo posible", afirma el documento, en un aparente reconocimiento de la desaprobación del plan por parte de El Cairo debido a la ostensible violación de su soberanía.
El Cairo ha rechazado los llamados israelíes para tomar el control del corredor de Filadelfia a lo largo de la frontera entre Egipto y Gaza, pero en privado ha indicado más flexibilidad, dijeron diplomáticos estadounidenses y árabes al Times of Israel. Sin embargo, es menos probable que tanto Estados Unidos como Egipto cooperen con planes de este tipo que no formen parte de una iniciativa más amplia destinada a crear un camino hacia un eventual Estado palestino, algo que Netanyahu rechaza.
El documento añade que el “cierre en el sur se compondrá de medidas destinadas a impedir el contrabando procedente de Egipto, tanto subterráneo como aéreo, incluido el cruce de Rafah”.
También en la etapa intermedia, Israel mantendrá el control de seguridad “sobre toda el área al oeste de Jordania”, desde tierra, aire y mar “para impedir el fortalecimiento de elementos terroristas en [Cisjordania] y la Franja de Gaza y frustrar las amenazas. de ellos hacia Israel”, afirma el documento.
El plan de Netanyahu prevé la “desmilitarización completa de Gaza… más allá de lo necesario para mantener el orden público”. Agrega que Israel será responsable de lograr este objetivo en el futuro previsible, dejando potencialmente la puerta abierta para que otras fuerzas terminen el trabajo en el futuro.
Además de los "funcionarios locales" a quienes Netanyahu imagina como responsables del orden público y de proporcionar servicios civiles, el documento añade que Israel también promoverá un "plan de desradicalización... en todas las instituciones religiosas, educativas y de bienestar en Gaza".
Esto también se avanzará “en la medida de lo posible con la participación y asistencia de los países árabes que tengan experiencia en promover la desradicalización”.
Esta línea parece ser un guiño a países del Golfo como Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos, pero ambos han dejado claro en repetidas ocasiones que no desempeñarán ningún papel en la rehabilitación de Gaza a menos que sea parte de un marco destinado a una eventual unión de dos países. Solución estatal.
Los analistas también han expresado un gran escepticismo sobre el objetivo de Netanyahu de ungir a líderes de clanes palestinos no afiliados, señalando la probabilidad de que cualquier líder de la comunidad palestina que se vea cooperando abierta y unilateralmente con Israel sea rápidamente deslegitimado y posiblemente encuentre su vida en riesgo. Dicen que Estados Unidos realizó un esfuerzo similar después de invadir Irak hace dos décadas, sólo que resultó contraproducente.
En consecuencia, la comunidad internacional está presionando para que la Autoridad Palestina finalmente gobierne Gaza, dado que ya cuenta con parte de la infraestructura para hacerlo. Falta legitimidad entre los palestinos, pero las partes interesadas esperan que esto cambie después de que instituya una serie de reformas.
Un funcionario israelí reveló el jueves que este aspecto del plan ya se está avanzando y argumentó que la Autoridad Palestina no debería ser incluida en la gobernanza de posguerra, señalando que no condenó el ataque de Hamás contra Israel el 7 de octubre [de 2023], cuando miles de miembros de Hamás- los terroristas perpetraron una masacre asesina en todo el sur de Israel, matando a 1.200 personas y tomando 253 rehenes.
Otro aspecto clave del documento de principios de Netanyahu es el cierre de la agencia de ayuda de la ONU para los refugiados palestinos, UNRWA. El documento señala la participación de 12 empleados de la UNRWA en el ataque del 7 de octubre y dice que Israel trabajará para reemplazar a la agencia con “organizaciones de ayuda internacional responsables”.
Sin embargo, a corto plazo, un alto funcionario israelí que informó al Times of Israel el mes pasado dijo que Jerusalén se opone a la disolución inmediata de la UNRWA. El funcionario explicó que la UNRWA es actualmente la principal organización de distribución de ayuda sobre el terreno y que su cierre corre el riesgo de una catástrofe humanitaria que podría obligar a Israel a cesar su lucha contra Hamás.
En particular, el documento aclara que Israel sólo permitirá que comience la reconstrucción de Gaza después de que se complete la desmilitarización de la Franja y el comienzo del “proceso de desradicalización”.
"El plan de rehabilitación será financiado y dirigido por países aceptables para Israel", afirma el documento, chocando nuevamente con muchos de los países vistos como donantes potenciales, que exigen que la reconstrucción de Gaza vaya a la par de un horizonte político para los palestinos.
El plan de Netanyahu concluye reiterando un par de principios adoptados a principios de esta semana tanto por el gabinete como por la Knesset: que Israel rechaza rotundamente cualquier dictado internacional sobre un acuerdo permanente con los palestinos, que sólo debería alcanzarse mediante negociaciones directas entre las partes, sin condiciones previas. ; y que Israel seguirá oponiéndose al reconocimiento unilateral de un Estado palestino, que considera una “recompensa por el terror”.
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