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La derrota del yihadismo y la victoria completa

El final de la imprescindible lucha no es sólo la derrota de los yihadistas y de los demás terroristas,
desengañándoles de toda posibilidad de impunidad, recompensa, premio y gratificación por "dejar las armas",
sino la victoria completa, que no es la destrucción, sino la conquista de los terroristas,
dejándolos después de vencidos, convencidos,
hasta conseguir que los terroristas dejen de serlo, se arrepientan del terrorismo, repudien y condenen el terrorismo, pidan perdón por el terrorismo,
se conviertan al bien interiorizándolo y a Jesucristo Dios y se unan al combate contra el terrorismo.

Por eso el papa Benedicto XVI el 10 de julio de 2005, tras los atentados yihadistas de Londres del 7.07.2005, encabezó las oraciones no sólo por las víctimas del terrorismo y por los pueblos que son víctima del terrorismo, sino también por los terroristas para que se conviertan.

"Oremos por las personas asesinadas, por las heridas y por sus seres queridos. Pero oremos también por los que han perpetrado los atentados. Que el Señor toque su corazón".
(dijo el Papa Benedicto XVI el 10 de julio de 2005).

Como dice el evangelio, "esto no lo dijo por su cuenta", sino como Sumo Pontífice (Jn, 11, 51), en nombre de Dios, porque es algo sobrenatural invitar a rezar.

El que se atreva, que haga lo que dice el Papa y que rece, se arriesga a que Dios aparte los obstáculos para la paz, que son los intentos de someter el mundo a los poderes anticristianos, y que por consiguiente se consoliden los horizontes de paz, porque Dios escribe derecho con renglones torcidos. Se exponen también a que Dios les haga a ellos y a los terroristas partícipes del bien y que se superen así los únicos obstáculos para la paz.

"Todos sentimos un profundo dolor por los atroces atentados terroristas del jueves pasado en Londres. Oremos por las personas asesinadas, por las heridas y por sus seres queridos. Pero oremos también por los que han perpetrado los atentados. Que el Señor toque su corazón. A cuantos fomentan sentimientos de odio y a cuantos llevan a cabo acciones terroristas tan repugnantes les digo:  Dios ama la vida, que ha creado, no la muerte. En nombre de Dios, ¡deteneos!".
(Benedicto XVI tras el rezo del Ángelus, el domingo, 10 de julio de 2005, tras los atentados islamistas de Londres del jueves de esa misma semana, 7 de julio de 2005).


......De la refundación de las Órdenes Religiosas Militares, por el Padre Federico Highton, S.E...