La bicicleta

Rellena los huecos. Dispones de diez minutos

  
Elementos de una bicicleta

El chasis donde va montada la bicicleta, y que determina su peso, altura y resistencia, se denomina . Antes eran de hierro, pero su excesivo peso hace que se haya sustituido por el , más ligero.
El conjunto de piezas que permite frenar, cambiar velocidad o rodar, se denomina .
Las son la parte del freno que presionan con la llanta de la rueda para detener el giro.
El número de de una bicicleta se calcula multiplicando el número de platos por el número de .
Si enlazamos con el cambio un plato de 40 dientes con un piñón de 10, por cada pedalada completa la rueda trasera dará vueltas.
El sillín suele ser ancho y blando, en modelos de paseo, y duros y estilizados en modelos de .
El , sujeto a la horquilla, forma la dirección. Se puede cambiar su posición para ir más o menos erguido.
Las de las ruedas suelen ser finas y lisas para rodar sobre , y con un buen dibujo, si vamos a a rodar sobre pista.
Las suelen ser de aluminio, sobre ellas van montadas las cubiertas, y se unen mediante los radios al eje de la rueda.
Si los no están equilibrados, la rueda no gira adecuadamente, formando ochos y con las zapatas de los frenos.
La altura del debe permitir que, sentado en él, el estirado alcance el pedal, estando éste lo más cercano al suelo.
Para con facilidad las manetas de los frenos deben estar en una posición que resulte cómoda. Si están mal colocados, las estarán forzadas, ya sea contraídas o estiradas.
Tamaño del cuadro: la causa más común de una mala postura en la bicicleta es el tamaño inadecuado del cuadro. Para saber si el cuadro tiene la medida adecuada a la , hay que colocarse encima del cuadro de la bici, justo delante del asiento. Una vez ahí, se debe colocar la mano entre la entrepierna y el cuadro, y debe quedar una mano de distancia entre ellos. Si hay menos distancia, el cuadro es muy grande y hay muchas posibilidades de caídas; si hay demasiada distancia, el cuadro es pequeño y no se consigue la postura correcta.
Los que llevan los ciclistas están diseñados para proteger las partes más sensibles y evitar rozaduras u otras incomodidades.