Nubes sobre el Atlántico. - SXC
MARÍA GARCÍA DE LA FUENTE - Madrid - 02/10/2008 21:02
Los gases de efecto invernadero, como el metano o el dióxido de carbono, producen un calentamiento en la troposfera (la capa inferior de la atmósfera terrestre). Sin embargo, provocan el efecto contrario en la estratosfera (capa siguiente a la troposfera, entre 16 y 50 kilómetros sobre la superficie terrestre). Este enfriamiento puede conllevar un retraso en la recuperación de la capa de ozono, según publica Science.
Los intercambios de masas de aire entre la troposfera y la estratosfera, fenómeno denominado como circulación de Brewer-Dobson, se caracterizan por el ascenso de aire en el trópico y el descenso desde la estratosfera a la troposfera en los polos. El movimiento de estas masas depende de la temperatura de la superficie del mar y de las ondas planetarias.
Los datos de observaciones científicas indican que este intercambio de aire se está acelerando y ya hay evidencias de la existencia de cambios en la circulación de Brewer-Dobson -con una reducción de la temperatura y de las concentraciones de vapor de agua y ozono en la zona de la estratosfera situada sobre los trópicos- durante las últimas cuatro décadas. Esto demuestra que la temperatura de la superficie del mar no sólo afecta a la troposfera, sino también a la dinámica de la estratosfera.