....Enseñanzas pontificias......Textos 2023.......INDEX

Francisco advierte en 2023 que nuestro anuncio misionero no es proselitismo

Fuente ACI Prensa, 29.05.2023

"Nuestro anuncio misionero no es proselitismo", afirmó el papa Francisco en su discurso del lunes 29 de mayo de 2023 a los miembros del Instituto de Vida Consagrada, Clérigos Regulares de la Orden de San Pablo, conocidos como Padres Barnabitas, que siguen el carisma de San Antonio María Zaccaria.

El Pontífice constató que en la experiencia del propio san Antonio María Zaccaria -un médico y sacerdote italiano que creó “La Adoración de las 40 horas”- la base de la misión es "correr hacia Dios" y mantener "una fuerte relación con el Señor Jesús". Y explicó: “Sin esto, no tenemos nada que anunciar, ni un destino hacia el que caminar juntos”. 

Francisco aclaró que si no se acompaña a las personas para hacer juntos el camino anunciado se hace "proselitismo y eso no es evangelizar'.

“Hay que tener cuidado de distinguir la acción apostólica del proselitismo: nosotros no hacemos proselitismo. El Señor nunca hizo proselitismo”, dijo Francisco

El Papa Francisco tomó como referencia “una expresión característica de San Antonio María para invitar a ser creativos en la evangelización: “¡Hay que correr como locos! ¡Corran hacia Dios y hacia los demás!”.

De esta exhortación, típicamente paulina, el Pontífice destacó “la relación con Cristo, el celo apostólico y el coraje creativo”.

“Correr hacia los demás”, afirmó el Papa, “es fundamental”. En efecto, constató, “si perdemos de vista, en nuestra vida de fe, el horizonte del anuncio, acabamos encerrándonos en nosotros mismos” y en el “desierto de la autorreferencialidad”. 

-----------------

El papa Francisco afirma en 2022 que “el apóstol de Jesucristo no es alguien que hace proselitismo, el apóstol es un testigo”

https://www.aciprensa.com/noticias/papa-francisco-a-misioneros-el-apostol-de-jesucristo-no-hace-proselitismo-30208

El 13 de junio de 2022, el papa Francisco recibió en audiencia a los participantes del Capítulo General de los Misioneros de África, conocidos como los Padres Blancos.

Al comenzar su discurso, el papa Francisco lamentó de nuevo haber tenido que posponer su viaje al Congo y Sudán del Sur por motivos de salud: “a mi edad no es tan fácil ir a una misión”, aseguró ante los presentes. 

A continuación, subrayó la importancia de la gratitud en su misión y explicó que “quien no sabe agradecer a Dios los dones que ha sembrado a lo largo del camino -aunque sea fatigoso y a veces doloroso- no tiene siquiera un alma esperanzada, abierta a las sorpresas de Dios y confiada en su providencia”.

“Una comunidad en la que sabemos decir ‘gracias’ a Dios y a nuestros hermanos, y en la que nos ayudamos mutuamente a esperar en el Señor Resucitado es una comunidad que atrae y apoya a los que son llamados”, dijo el Santo Padre. 

[Después dijo el Papa textualmente]:

https://www.vatican.va/content/francesco/es/speeches/2022/june/documents/20220613-missionari-africa.html

“Vamos ahora al tema de la misión como testimonio profético. Aquí se juega la fidelidad a vuestras raíces, al carisma que el Espíritu ha encomendado al cardenal Lavigerie. El mundo cambia, también África cambia, pero ese don conserva su carga de significado y de fuerza. Y la conserva en vosotros en la medida en que siempre es reconducido a Cristo y al Evangelio. Si la sal pierde el sabor, ¿de qué sirve? (cfr. Mt 5,13). El padre general ha recordado la exhortación que repetía el Fundador: “¡Sed apóstoles, nada más que apóstoles!”. Y el apóstol de Jesucristo no es uno que hace proselitismo. El proselitismo no tiene nada que ver con el anuncio evangélico. Si en algún momento alguno de vosotros se da cuenta de que está haciendo proselitismo, por favor que se detenga, se convierta y después siga. El anuncio es otra cosa. El apóstol no es un mánager, no es un sabio conferencista, no es un “mago” de la informática, el apóstol es testigo. Esto vale siempre y en todas partes en la Iglesia, pero vale especialmente para quien, como vosotros, está llamado a menudo a vivir la misión en contextos de primera evangelización o de prevalente religión islámica.

“Testimonio quiere decir esencialmente dos cosas: oración y fraternidad. Corazón abierto a Dios y corazón abierto a los hermanos y a las hermanas. En primer lugar estar en la presencia de Dios, dejarse mirar por Él, cada día, en la adoración. De ahí sacar la linfa, en ese “permanecer en Él”, en Cristo, que es la condición para ser apóstoles (cf. Jn 15, 1-9). Es la paradoja de la misión: puedes ir solo si te quedas. Si no eres capaz de permanecer en el Señor, tú no podrás ir.

“Recientemente fue propuesta a la veneración de la Iglesia universal el testimonio de Carlos de Foucauld: es otro carisma, ciertamente, pero tiene mucho que deciros también a vosotros, como a todos los cristianos de nuestro tiempo. Él, «desde su intensa experiencia de Dios, hizo un camino de transformación hasta sentirse hermano de todos» (Enc. Fratelli tutti, 286). Oración y fraternidad: la Iglesia debe volver a este núcleo esencial, a esta sencillez irradiante, naturalmente no de forma uniforme, sino en la variedad de sus carismas, de sus ministerios, de sus instituciones; pero sobre todo dejar transpirar este núcleo originario, que se remonta a Pentecostés y a la primera comunidad, descrita en los Hechos de los Apóstoles (cfr. 2,42-47; 4,32-35).

“A menudo nos vemos llevados a pensar en la profecía como una realidad individual —y esta es una dimensión que permanece siempre cierta, sobre el modelo de los profetas de Israel—. Pero la profecía también es y diría sobre todo comunitaria: es la comunidad que da testimonio profético. Pienso en vuestras fraternidades, formadas por personas procedentes de tantos países, de culturas diferentes. No es fácil, es un desafío que se puede aceptar solo contando con la ayuda del Espíritu Santo. Y después esta vuestra pequeña comunidad, que vive de oración y fraternidad, está llamada a su vez a dialogar con el ambiente en el que vive, con la gente, con la cultura local. En estos contextos, donde a menudo, además de la pobreza, se experimenta la inseguridad y la precariedad, vosotros sois enviados a vivir la dulce alegría de evangelizar. Estas palabras las usa san Pablo VI en su Evangelii nuntiandi. Evangelizar es la misión de la Iglesia, evangelizar es la alegría de la Iglesia. Entre paréntesis: tomad la Evangelii nuntiandi, que todavía hoy está vigente, y os dará muchos, muchos puntos de reflexión y de misión. Doy las gracias al Señor con vosotros por este gran don de la evangelización.

“La Virgen, nuestra Señora de África, os acompañe y os proteja. Rezo por vosotros, os doy mi bendición; llevadla también a los hermanos y a los fieles de vuestras comunidades. Y por favor, no os olvidéis de rezar por mí. ¡Gracias!