El sacramento de la confesión quita los pecados como si no hubiesen existido nunca
Santa Margarita María de Alacoque pidió al sacerdote jesuita, Padre Claudio La Colombière, que fuera su director espiritual. El sacerdote pidió a la religiosa una prueba de las visiones que experimentaba, por lo que, solicitó que le preguntara a Jesús cuál fue el último pecado mortal que él confesó. Cuando ella le hizo la pregunta, Jesús respondió: “No lo recuerdo”.
Lo que sucede después de la confesión: el mensaje de Jesús a Santa Margarita María Alacoque [Church Pop]
En un video reciente publicado por la Fraternidad de Estudiantes Universitarios Católicos (FOCUS), la Hermana Bethany Madonna de Sisters of Life cuenta una poderosa historia sobre la inquebrantable misericordia de Jesús.
La Hermana Bethany Madonna relata hermosamente esta historia:
“Cuando vamos a confesión, todo lo que confesamos se borra literalmente, se borra. No estoy seguro de si estás familiarizado con Margarita María de Alacoque. Ella es la santa a quien Jesús le reveló su Sagrado Corazón. También le dijo que quería que tuviera un director espiritual y que su nombre era el Padre Claudio La Colombière”.
“Así que se acercó y le indicó al Padre Claudio que Jesús le había dicho que él iba a ser su director espiritual. Estaba escéptico, por decir poco. La miró y le dijo: ‘Si Jesús se te aparece de nuevo, adelante y pregúntale cuál fue el último pecado mortal que confesé. Entonces lo sabré’”.
“Ella respondió: ‘Está bien’”.
“Aceptó el pedido y, al regresar más tarde con el Padre Claudio, dijo: ‘Jesús se me apareció de nuevo y pude hacerle tu pregunta’”.
“El Padre Claude preguntó: ‘¿Qué dijo?’”.
“Bueno, él dijo, 'No lo recuerdo'”.
“Entonces, el Padre Claudio se convirtió en su director espiritual”.