..Oración a la Santa Madre de Dios, María Santísima, reina de Navarra...........INDEX.
La Virgen María, reina de Navarra
La Santa Madre de Dios y Madre nuestra, la siempre virgen María Santísima, mediante su imagen de la Virgen del Sagrario de la Catedral de Pamplona, fue coronada reina de Navarra el 21 de septiembre de 1946, con el mismo ceremonial que los antiguos Reyes de Navarra, alzada sobre el pavés por los 12 Ricos Homes, que la aclamaban con el triple grito: ¡Real, real, real!
Desde entonces su advocación como titular de dicha Catedral es Santa María la Real del Sagrario
La ceremonia de la coronación se realizó en el Congreso Eucarístico Diocesano celebrado en Pamplona entre el 15 y el 22 de septiembre de 1946. En la procesión, la imagen de la Catedral fue acompañada por la del arcángel San Miguel de Aralar y por más de treinta imágenes marianas de toda Navarra.
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Las ceremonias según las crónicas de la época
Ignacio Baleztena Ascárate ejerció como maestro de ceremonias
El día anterior, viernes 20 de
septiembre, procesión de las imágenes de la Virgen hasta la
Catedral
Las imágenes, tras su entrada en Pamplona, quedaron agrupadas en
la Taconera.
A las seis y media de la tarde se personó el Ayuntamiento de
Pamplona en la Iglesia de San Cernin (San Saturnino). También
acudió la Banda de música de Pamplona.
Acompañaron en formación a las imágenes de San Miguel de
Aralar y de la Virgen del Camino por la calle Mayor hasta el
estrado que se levantó junto a la Cruz de acceso a la ciudad, en
los Jardines de la Taconera.
Acto seguido se formó la procesión con las imágenes de la
Virgen que esperaban en los jardines. Por el camino central del
Bosquecillo se encaminaron a Navas de Tolosa, para seguir por San
Gregorio, San Nicolás, Plaza del Castillo, Bajada de Javier y
por Dormitalería a la Catedral
A cada efigie la acompañaba una representación
eclesiástica presidida por el párroco de cada sede junto a
la Cruz alzada. También iba la bandera y la corporación
municipal del lugar de procedencia de cada imagen.
Orden de la procesión:
- Virgen de Rocamador de Sangüesa
- Santa María de Javier.
- Nuestra Señora de Velate de Alcoz.
- Santa María de Los Arcos.
- Nuestra Señora de los Remedios de Lúquin.
- Nuestra Señora de los Milagros también de Lúquin.
- Nuestra Señora de Ororbia.
- Nuestra Señora del Perdón de Astráin.
- La Virgen del Puy de Estella, con sus famosos gaiteros hermanos
Elizaga; con su grupo mixto de danzantes, que hizo una linda
exhibición del baile de la era; con la imagen rodeada de
ángeles y con la banda municipal.
- Santa María la Blanca de Huarte.
- La Virgen de Eunate recientemente restaurada por la
Institución Príncipe de Viana.
- Nuestra Señora de Arnotegui de Obanos.
- La Virgen del Yugo de Arguedas.
- Nuestra Señora de Jerusalén, de Artajona, con todo el pueblo
en masa.
- Santa María de Berbinzana.
- Nuestra Señora de Belén de Cadreita.
- La Virgen del Soto, de Caparroso.
- Nuestra Señora del Plu de Marcilla.
- La Virgen del Patrocinio de Milagro.
- Nuestra Señora del Castillo de Miranda de Arga.
- La Virgen de Ujué con penitentes entunicados que
llevaban las cruces de las tradicionales romerías.
- Nuestra Señora de Idoia de Isaba, con muchachas ataviadas con
típicos trajes del país.
- Nuestra Señora de Muskilda de Ochagavia, con sus danzantes
bailando sus maravillosas danzas.
- La Virgen de la Cerca de Andosilla.
- Santa María de Lesaca con sus admirables danzantes trenzando
primorosamente sus danzas y con el vigoroso abanderado que hizo
el prodigioso saludo de honor.
- La Virgen del Olmo de Azagra.
- Santa María la Real de Irache de Dicastillo con el Ilustre
hijo de la villa el Excmo. Sr D Luis Alvarez Macua, Prefecto
Apostólico del Brasil, revestido de pontifical.
- La Virgen de Legarda de Mendavia.
- La Virgen de Codés
- La Virgen del Seminario de Pamplona formando tras ella todos
los Seminaristas, y al final, el Rector M. I. Sr. D. Jacinto
Argaya, con capa pluvial.
- Y por último, Nuestra Señora de Roncesvalles, con sus
austeros cruceros, muchos de ellos descalzos y los danzantes de
la Aézcoa. Seguían las cruces parroquiales de sus valles y los
alcaldes con los trajes y capas antiguas.
Después, comisiones de comunidades religiosas y sacerdotes.
Cerró el Cortejo la Imagen de la Virgen del Camino de
Pamplona.
En la catedral, aparte de su titular la Virgen del Sagrario,
esperaba Santa María de Nájera que a causa de
su delicado estado no se atrevieron a llevarla en procesión.
Las imágenes quedaron expuestas cada una en una altar preparado
para ello en el Claustro de la Catedral.
Sábado 21 de septiembre, misas por la mañana
En el Claustro actuaron varios coros en las misas que se iban
celebrando ante las vírgenes allí expuestas.
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La ceremonia de la coronación de la Virgen del Sagrario de la Catedral de Pamplona como reina de Navarra el 21 de septiembre de 1946
Procesión
Hacia las cinco y media de la tarde se puso en
marcha la procesión desde la Catedral a la Plaza del Castillo.
Iba en cabeza un grupo de oficiales del ejército de gran gala y
a caballo.
Luego San Miguel de Aralar como heraldo de Santa María la Real y
el Coro polifónico de Echarri Aranaz, cantando.
Detrás, los Ayuntamientos de Navarra con sus banderas divididos
en cinco grupos, uno por cada partido judicial. Por cada
ayuntamiento iba su bandera, luego el alcalde con su vara y luego
los concejales.
Detrás, el Ayuntamiento de Pamplona con timbales y mazas, ex
acaldes de las cabezas de Merindad. Consejo Foral de Navarra.
Hijos Adoptivos de Navarra, Hijos Predilectos de Navarra. Ex-Diputados
de Navarra. Colegio de Abogados. Diputaciones invitadas con sus
cortejos.
Por la Nobleza formaron detrás el Capítulo Supremo de la
Hermandad de Caballeros Voluntarios de la Cruz, con cruces y
banderas, Grandes de España, Títulos de Castilla, nobles
Pontificios, Órdenes Militares con hábitos y uniforme y el
Ejército con sus representantes, generales, jefes y oficiales de
gran gala.
Luego venían las representaciones del clero y
de las cofradías religiosas de toda Navarra con
sus banderas y estandartes identificativos y todas las
imágenes de la Virgen llegadas a Pamplona.
Cortejo de Santa María la Real de Pamplona:
Iba primero el Alférez de Santa María con el guión, a caballo
y servido por un palafrenero. A continuación el Rey de Armas de
Navarra. Luego el cirio votivo, ofrenda de la Diputación de
Navarra a Santa María la Real. Los portadores de las Coronas y
joyeros.
Luego iban los doce Ricos Homes que debían alzar a
la Virgen sobre el pavés. Eran los siete diputados forales y los
cinco alcaldes de las cabezas de Merindad de Navarra.
Luego iban los faroles de la Congregación de los Esclavos de la
Virgen del Sagrario.
Y Santa María la Real sobre su carroza portada por
sacerdotes.
Bajo palio de honor iba el cardenal navarro Don Manuel
Arce Ochotorena, arzobispo de Tarragona.
Detrás, las autoridades y cerrando la procesión la Banda de
música de Pamplona y una compañía de honor.
La imagen hizo estación en la Plaza Príncipe de Viana, donde 16.000 niños hicieron la Primera Comunión, la mayor de la historia de Navarra.
La procesión arribó finalmente a la Plaza del Castillo de Pamplona, donde la Virgen del Sagrario iba a ser coronada solemnemente por el cardenal navarro Don Manuel Arce Ochotorena, arzobispo de Tarragona, que había sido creado cardenal en febrero de aquel año por el Papa Pío XII.
Para realizar la coronación, [en un detalle en el que se percibe el sentido común, de aprender de la tradición histórica, del maestro de ceremonias, Ignacio Baleztena Ascárate], se tomó el ritual con el que antaño se realizaban las coronaciones de los reyes de Navarra ante la misma imagen.
Coronación
Una vez en la Plaza del Castillo se rezó y
cantó el rosario de los Esclavos de Santa María la Real y se
procedió a la ceremonia de la coronación siguiendo el ritual
de la coronación de Carlos III el Noble.
Los Doce Ricos Homes alzaron sobre el pavés
la efigie de María, al triple grito de ¡Real,
real, real!.
El Cardenal Arce Ochotorena puso las coronas sobre
la imagen de la Virgen y sobre la del Niño y se
derramaron medallas de la Virgen emulando la derrama de moneda
nueva que se hacía en la coronación de los reyes.
La apoteosis final del acto tuvo momentos de gran
espectacularidad:
Aviones que pasaron en vuelo rasante arrojando pétalos sobre
la plaza.
La artillería disparó 21 cañonazos de ordenanza.
La banda de música tocó la Marcha Real.
Los dantzaris presentes interpretaron su repertorio de danzas.
Se dio libertad a cientos de palomas en las inmediaciones
del altar.
Bailaron los gigantes de la comparsa de Pamplona.
Procesión de retorno y entronización
Tras la ceremonia se formó una procesión que,
partiendo de la Plaza del Castillo, por el Paseo de Sarasate,
Navas de Tolosa, Calle Mayor, Plaza Consistorial, Mercaderes y
Curia, llegó a la Catedral, donde solo entró Santa María la
Real de Pamplona para ser entronizada en su
nuevo altar y quedarse en el templo.
Las demás imágenes de la Virgen se distribuyeron por las
distintas iglesias de Pamplona.
Inscripciones
SANTA MARÍA LA REAL DE PAMPLONA/ BENDICE
A ESTE PUEBLO/ QUE RECUERDA TU CORONACIÓN/ PAMPLONA 21 -
SEPTIEMBRE - 1946.
Estas son las palabras inscritas bajo la hornacina de la Virgen
del Sagrario, ubicada en el baluarte de Labrit, frente al palacio
episcopal de Pamplona.
PLACA CONMEMORATIVA DE LA CORONACIÓN DE SANTA MARÍA LA
REAL
Una placa en el suelo, en el lugar de la ceremonia, la Plaza del
Castillo en el arranque de la Avenida de Carlos III, conmemora la
coronación de la imagen de la Virgen del Sagrario de la Catedral
de Pamplona, en 1946. Desde entonces, la advocación de esta
imagen es Santa María la Real del Sagrario y representa a la
Virgen María, reina de Navarra, como titular de la Catedral en
esta advocación.
http://www.pampiruna.com/avenida%20carlos%20tercero.htm
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Las medallas, las estampas y el cartel
ARTES DECORATIVAS EN TORNO A LA CORONACIÓN DE
LA VIRGEN DEL SAGRARIO (1946)
Eduardo Morales Solchaga. Cátedra de Patrimonio y Arte navarro
de la Universidad de Navarra
https://www.unav.edu/web/catedra-patrimonio/aula-abierta/pieza-del-mes/2017/septiembre
Entre las manifestaciones más relevantes del fervor religioso destacó la llamada coronación canónica mariana. Dicho rito surgió en Italia en el siglo XVII y permaneció ceñido a aquel territorio hasta finales del siglo XIX, cuando fue incluido en el Pontifical Romano, extendiéndose por ende a todo el orbe católico. En España, el proceso comenzó en 1881 con la coronación de la Virgen de Veruela y se sucedió sin solución de continuidad hasta la Segunda República, cuando solo fueron coronadas tres imágenes, dos durante el Bienio Reformista (Virgen de los Desamparados de Valencia y la Virgen de la Salud de Palma de Mallorca); y una durante el Bienio Radical-Cedista (Virgen de Sonsoles de Ávila). Tras la Guerra Civil la práctica se reactivó con gran fervor (Virgen del Coro de San Sebastián, 1940), manteniéndose con buen ritmo hasta la actualidad (Virgen de Butarque, 2017).
En el caso de Navarra, la primera que se coronó fue la Virgen del Romero de Cascante (1928), seguida de la Virgen del Sagrario de la Catedral de Pamplona (1946), la Virgen de Ujué (1952), la Virgen del Villar de Corella (1956), la Virgen del Puy de Estella (1958), la Virgen de Roncesvalles (1960); y, más recientemente la Virgen del Yugo de Arguedas (2010).
Todas ellas generaron expectación, literatura y arte, si bien, por asentarse en la capital navarra, la más destacable fue la de la Virgen del Sagrario de la Catedral de Pamplona, que desde entonces es conocida como Santa María la Real.
Para conmemorar este acontecimiento se acuñaron dos medallas oficiales, muy diferentes en morfología, materiales, promotores y destinatarios, de las que se han conservado varios ejemplos en colecciones públicas y privadas.
La primera de ellas, de perfil circular y acuñada en plata (5.5 cm.), presenta ambas caras decoradas y acotadas por una orilla moldurada. En el anverso, y sobre campo recto se sitúa un relieve de la imagen de la Virgen del Sagrario enmarcado por dos arcos de tracería gótica del claustro de la catedral, también en relieve, y circundado por la inscripción: SANTA MARÍA LA REAL DEL SAGRARIO, ROGAD POR NOSOTROS. En el reverso se repite el mismo modelo, con la inscripción en letras góticas: "Coronación Canónica en Pamplona Septbre MCMXLVI" en la orilla y el escudo de Navarra con la laureada de San Fernando, concedida a Navarra por el general Franco tras la Guerra Civil, en el campo.
Por lo que respecta a su origen, fue acuñada por orden de la Diputación Foral de Navarra, que en sesión de 22 de julio de 1946 aprobó el modelo que efectivamente se siguió, conservándose también ejemplares más modestos en bronce y aluminio. Nada se conoce de su autor, aunque sí que se conocen sus destinatarios prelados, hijos adoptivos y representaciones, que habían sido sus invitados. Entre las instituciones pamplonesas que recibieron dicho obsequio y que todavía hoy lo conservan, destacan el Ayuntamiento de Pamplona, que contribuyó al evento con la nada desdeñable suma de 100.000 pesetas, y el Cabildo catedralicio, titular de la imagen coronada. Un ejemplar en bronce fue concedido por la Diputación a don Ignacio Baleztena Ascárate, por ejercer como maestro vertebrador de tan singular ceremonia.
La segunda (3 cm.), es de perfil circular y solo decorada en el anverso. Inscribe en su interior una cruz griega, calada y recortada, de brazos trapezoidales, y cuadrón circular, en el que se engarza el anagrama de Cristo sobre fondo esmaltado en blanco, del que parten cuatro haces de rayos biselados. En la parte superior presenta una anilla girada de la que en su día colgó -como se aprecia en otros ejemplares conservados- una banda de tela blanca y amarilla, colores del Vaticano. El borde circular de la medalla, esmaltado en verde, presenta la inscripción Coronación de Sta María. Congreso Eucarístico. 15 · 22 · Sepbre · 1946 · Pamplona en letras doradas. Los brazos de la cruz están esmaltados de manera alterna en azul y rojo, sobre los primeros se disponen un relieve de la Virgen del Sagrario, y un jarro de azucenas, emblema de la seo pamplonesa, mientras que los segundos enmarcan los escudos de Navarra y Pamplona, todo ello sobre una estructura dorada.
El origen de la misma lo encontramos en la prensa local: La Junta organizadora de estas dos grandes solemnidades religiosas que van a tener lugar en Pamplona, junto con la coronación de Nuestra Señora del Sagrario, ha aprobado el modelo oficial de medalla conmemorativa, que lucirán en su pecho tantos miles de navarros como han de concurrir en Pamplona del 15 al 22 de septiembre de este año nada tenemos que decir a la vista del bonito diseño que ha sido ideado para la medalla, pues reúne, con dignidad, todos los motivos que concurren a las solemnidades que Navarra entera celebrará.
Por tanto el destinatario de la misma, bastante más modesta que la anterior, fue el pueblo fiel de Navarra, al que también se ofrecieron otro tipo de suvenires, como por ejemplo sellos, carteles, estampas, manuales o tarjetas de congresista, que podían adquirirse en el pequeño chalet de la administración de la tómbola de la caridad, ubicado en el Paseo de Sarasate. Para el caso de la medalla, se acuñaron cuatro versiones: modelo de aguja (2 pesetas), modelo plateado (5 pesetas), modelo de esmaltes (10 pesetas) y modelo dorado (15 pesetas). La que aquí se presenta responde al tercero de los modelos, conservándose también en manos particulares la dorada y la plateada.
En lo que respecta al diseño y a la iconografía, corresponde al polifacético artista Leocadio Muro Urriza (1897-1987). En palabras de José María Muruzábal, no ha sido valorado convenientemente a causa de su labor docente en el seno de la Escuela de Artes y Oficios de Pamplona, y a la gran variedad de técnicas artísticas que trabajó: pintura, la decoración, el cartel, el mural, la miniatura en pergamino o el diseño. Para el citado autor, Muro Urriza fue, ante todo, un excepcional dibujante, si bien su controvertida personalidad -hombre reservado, poco amigo de los grandes eventos artísticos y de las exposiciones- tampoco ha contribuido a la correcta valoración de su producción artística.
Muro Urriza colaboró activamente con la Iglesia Diocesana de Navarra. De hecho, también fue el encargado de configurar el cartel del acontecimiento que aquí se ha explicado, y una estampa, conservada en el Archivo General de Navarra. Es una bella cromolitografía a tres colores (32 x 24.5), de evocaciones neogóticas, en la que se presenta la imagen entronizada a Santa María la Real, con manto y corona dorados, flanqueada por dos ángeles que la alumbran con sus respectivos hachones. Sobre ella destaca el cielo azul estrellado, en el que también campean atributos tan marianos como son la luna y el sol (electa ut sol, pulchra ut luna). Pendiendo del trono y sobre un podio, se puede apreciar una colgadura con el emblema de la catedral de Pamplona, al que anteriormente se ha hecho referencia. En el mismo lugar se lee SANTA MARÍA/ LA·REAL·D.P.N. y a los pies de la composición se hace referencia a la CORONACIÓN CANÓNICA.
Medalla de la coronación de la Virgen del Sagrario, 1946. Anverso |
Medalla de la coronación de la Virgen del Sagrario, 1946. Reverso |
Otra
medalla de la coronación de la Virgen del Sagrario, 1946 |
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El altar de la coronación de 1946 (foto, Galle) |
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FUENTES Y BIBLIOGRAFÍA
-Diario de Navarra (1946)
-Archivo General de Navarra: ES/NA/AGN/13-2/FIG_RETRATO,N.208
-CORELLA ESTELLA, F., Navarra por Santa María: breve
crónica de la coronación canónica de Santa María la Real de
Pamplona celebrada en los días del Congreso Eucarístico
Diocesano de 1946, Pamplona, 1946.
-MORALES SOLCHAGA, E., La colección de medallas del
Ayuntamiento de Pamplona. Estudios de Platería:
San Eloy 2013, Murcia, 2013.
-MURUZÁBAL DEL SOLAR, J.M., Leocadio Muro Urriza. Pregón
Siglo XXI, nº 23 (2004), pp. 44 - 51.
-ARTES DECORATIVAS EN TORNO A LA CORONACIÓN DE LA VIRGEN
DEL SAGRARIO (1946)
Eduardo Morales Solchaga. Cátedra de Patrimonio y Arte navarro
de la Universidad de Navarra
https://www.unav.edu/web/catedra-patrimonio/aula-abierta/pieza-del-mes/2017/septiembre
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