.El salesiano Tom Uzhunnalil besa los pies del Papa tras su liberación....INDEX
Liberan en Omán en septiembre de 2017 al salesiano Don Thomas Uzhunnalil que llevaba 18 meses secuestrado por yihadistas
Lo que más sintió fue estar los 18 meses de su cautiverio sin poder decir misa ni confesarse
ReL 12 de septiembre de 2017 http://www.religionenlibertad.com/liberan-oman-padre-tom-salesiano-indio-que-llevaba-59319.htm
La agencia de noticias ONA de Omán, en la Península Arábiga, y el gobierno de la India, han confirmado la liberación del sacerdote y misionero salesiano indio Don Tom Uzhunnalil.
El salesiano Don Tom Uzhunnalil tras su liberación en una foto difundida por la agencia de noticias ONA de Omán
Llevaba 18 meses secuestrado por yihadistas que asaltaron un hogar católico para enfermos y ancianos en Adén, Yemen, el 4 de marzo de 2016 matando a 16 personas. Las autoridades indias han adelantado que el religioso salesiano se encuentra a salvo en Muscat, Omán.
Protegió la Sagrada Eucaristía
Cuando los asaltantes lo secuestraron, el sacerdote y
misionero salesiano se encontraba en la capilla y,
según el relato de la hermana Sally, Misionera de la Caridad (la
congregación de santa Teresa de Calcuta) y única superviviente
de la matanza, cuando Don Tom vio a los terroristas, lo
primero que hizo antes de que lo apresaran fue consumir la
Sagrada Eucaristía que estaba en el tabernáculo para
impedir que los agresores la tomaran. La hermana Sally,
sobrevivió porque se encontraba en otro edificio en ese momento.
Los secuestradores mataron a 4 monjas y
a 12 asilados
El día de su secuestro, los 4 hombres armados que
entraron en la casa mataron a 16 personas, entre ellas
cuatro religiosas de las Misioneras de la Caridad. Después se
llevaron cautivo al salesiano Don Tom Uzhunnalil.
El 3 de marzo de 2016, la noche antes
de la matanza, la superiora de la casa de las Misioneras
de la Caridad de Adén, dijo que sería bueno ser martirizadas
todas juntas por Cristo.
Y la más joven de las religiosas -que luego
sobrevivió al ataque- respondió: "Quiero vivir por Cristo".
El salesiano Don Tom Uzhunnalil, natural de Kerala (al sur de la India), es diabético y sufre problemas de presión arterial, y en vídeos que publicaron los secuestradores aparecía debilitado y desmejorado, aunque la foto que ha difundido ahora la agencia de Omán lo muestra en buen estado.
Se esperan en próximas horas declaraciones
oficiales de las autoridades indias y de la Inspectoría
Salesiana de Bangalore, a la que pertenece el sacerdote.
Probablemente, el Estado de Omán ha colaborado en la
recuperación del sacerdote secuestrado en el vecino
Yemen, porque este país ya ha servido de intermediario en otros
casos de secuestros de personalidades extranjeras
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El misionero salesiano don Thomas Uzhunnalil explica su cautiverio
(Zenit/InfoCatólica 16.09.2017) El misionero salesiano don Thomas Uzhunnalil, secuestrado el 4 de marzo de 2016 en Yemen y liberado el pasado 12 de septiembre explicó a los periodistas reunidos en la Casa de los salesianos en Roma, en vía de la Pisana, algunos particulares sobre su cautiverio.
El secuestro se registró tras un ataque de un comando armado en la casa para recién nacidos de las Misioneras de la Caridad, en la ciudad de Adem, durante el cual 16 personas fueron asesinadas, incluyendo a cuatro hermanas de la orden fundada por Madre Teresa de Calcuta.
El drama vivido por el misionero salesiano se reflejó en los primeros instantes de la conferencia de prensa, cuando el padre Tom al referir su dolor a las Hermanas de la Caridad presentes en la sala, se emocionó hasta las lágrimas, quedando en silencio por varios instantes.
«No fui maltratado, Jesús estaba conmigo», «nunca me apuntaron un arma, sí soy diabético. No sabía donde estaba o quienes eran mis secuestradores», dijo.
Ellos «me dijeron que tenían médicos y que me cuidarían». Estaba «en un cuarto con una cama, me acompañaban a la toilette cuando necesitaba». Los secuestradores le pidieron quién podría interesarse por él, si el obispo, el Papa, o algún otro. Después cambiaron de lugares en que lo retenían.
Sobre un video en el cual lo maltrataban, señaló que los mismos secuestradores le dijeron que no le haría mal, sino que era una escenificación para suscitar interés por su liberación. Y asegura: «No fui maltratado».
Le daban la medicina cuando necesitaba y «una vez me visitó un médico por la hipertensión causada por la diabetes», dijo. Si bien entendió que para ellos también «era difícil encontrar las medicinas en la situación de guerra del país». «El 18 de agosto celebré mi segundo cumpleaños estando prisionero», recordó.
«En el cuarto donde estaba encerrado celebraba la misa espiritualmente sin el pan y el vino y rezaba por el Papa, los obispos, sacerdotes, las misioneras muertas y también por mis captores», aseguró.
«Pensaba que las cinco monjas habían sido asesinadas y rezaba por ellas», pero de los captores después «supe que una se había salvado». «Rezaba por ellas, seguro de que estaban en el cCielo».
El sacerdote recordó que para darse ánimo repetía las palabras de una canción en inglés, «un día por vez, dadme la gracia de vivir este día».
«Estoy como estoy hoy porque Dios me ha cuidado», aseguró, y añadió: «Agradezco en nombre de Dios a quienes no me hicieron mal durante el secuestro y creo que fue debido a tantas personas que rezaban por mi».
Ocupaba también su tiempo, visto que es técnico electrónico, tratando de recordar los circuitos, o contando los segundos y para contabilizar los días, señaló, tomaba en cuenta las medicinas que iba tomando.
El último día de cautiverio le dieron ropa, le dijeron que lo iban a liberar y después de tres o cuatro horas en vehículo llegaron a una ruta asfaltada. Hicieron una parada larga y volvieron. Al día siguiente retornaron al mismo lugar, le entregaron a otros y le dijeron que estaba libre.
Desde allí cruzó el desierto en auto, en Amán le controlaron y posteriormente le llevaron en helicóptero hasta la base de la cual regresó en avión.
En la rueda de prensa estaba también el rector mayor de los Salesianos, Angel Fernández Artime. «No sabemos quien lo ha liberado», dijo. «Supimos de repente por una llamada de un avión del sultanato que estaba llegando a Fiumicino».
«Soy sacerdote concluyó el padre Tom y mi vida en el futuro está a disposición de Dios».