En apenas unas décadas hemos visto cómo algunos de los hitos de la ciencia ficción se convertían en realidad. Aquellas escenas mágicas de las películas futuristas en las que las puertas se abrían solas al acercarse a ellas o en las que se podía ver y hablar a través de una pantalla con interlocutores que estaban en otro continente o incluso en el espacio, forman hoy parte de nuestra cotidianeidad. ¿Ocurrirá lo mismo con esas escenas en las que, ante una herida o una dolencia grave aparece un líquido mágico que activa la capacidad regeneradora del organismo y logra sanar la herida o curar la enfermedad? Probablemente sí, y probablemente más rápido de lo que imaginamos.
Oncólogos del hospital universitario de Sichuan, en China, acaban de inyectar a un paciente desahuciado de cáncer de pulmón células T de su propio sistema inmunitario genéticamente modificadas para que puedan reconocer y atacar a las células tumorales. Es el primer ensayo clínico que se autoriza en humanos —en febrero pasado se autorizó otro en Londres en embriones no viables— de una nueva técnica denominada CRISPR (acrónimo de clustered regularly interspaced short palindromic repeats) que ha revolucionado la biología molecular.
La secuenciación del genoma humano en 2003 fue un hito de la ciencia que iniciaba una nueva era en medicina. Los investigadores se las prometíamos felices pensando que en cuanto lograran identificar los genes alterados causantes de una patología sería cuestión de coser y cantar sustituir esos genes por otros sanos y curar o evitar así la enfermedad. No era una quimera, pero no ha resultado tan sencillo. Conocer los genes no era suficiente: lo difícil era intervenir en el ADN. Pero todos los grandes avances tienen su momento disruptivo, y en este caso llegó en 2012 con la nueva técnica de edición genética que no solo permite cortar y pegar porciones de ADN sino hacerlo por un procedimiento sencillo y barato al alcance de cualquier laboratorio.
Su expansión está siendo fulminante. Se utiliza en miles de estudios con animales y apenas cuatro años después se ensaya en humanos en una patología tan grave y frecuente como el cáncer de pulmón. La incógnita en este caso es si los glóbulos blancos modificados para atacar las células tumorales dañarán o no también otras células. En seis meses lo sabremos. Pero lo relevante de este ensayo es que ha entrado en juego un actor no esperado. China pretende competir con EEUU en un campo que puede convertir la ciencia ficción en realidad en muy poco tiempo. Si es tan sencillo cortar y pegar genes, es fácil imaginar que muy pronto podrá usarse para curar patologías monogénicas —de hecho ya se está ensayando en animales para la distrofia de Duchenne— o cualquiera de las más de 3.000 enfermedades genéticas raras. Y algo aún con mayor repercusión: la sustitución de genes alterados por otros sanos podrá evitar la transmisión y eventualmente erradicar enfermedades hereditarias. Pero eso exigirá intervenir sobre las células germinales, algo que ahora está prohibido. El futuro ya está aquí y vamos a tener que replantearnos muchas cosas.
2. Noticia sobre corazón artificial
Los diputados británicos han dado luz verde a la polémica técnica que utiliza el ADN de tres personas en la reproducción asistida, a fin de evitar la transmisión de enfermedades.
En un voto libre, y no en la línea de su partido, por tratarse de un tema muy sensible, los parlamentarios han aprobado esta técnica, denominada donación mitocondrial, con 382 votos a favor y 128 en contra. Entre ellos, David Cameron, que perdió a su hijo Iván cuando tenía seis años. Padecía parálisis cerebral desde su nacimiento.
Se trata de una enmieda en la Ley de Embriología y Fertilización Humana de 2008 que se aplicará este mismo año -tras pasar un nuevo voto en la Cámara de los Lores- por lo que el primer bebé con material genético de tres personas se espera que nazca en 2016.
Reino Unido se ha convertido, así, en el primer país que legaliza la reproducción asistida con genes de tres individuos, "dos madres y un padre", una medida que ayudará a numerosas parejas que han perdido bebés a causa de enfermedades como las mitocondriales. Los científicos estiman que unas 2.500 mujeres en el Reino Unido podrían beneficiarse de este procedimiento.
¿Cómo funciona esta técnica?
Las mitocondrias son partes constitutivas de las células del organismo, cuya función es la de generar la energía necesaria para mantener la vida y correcta función de los órganos. Cuando el funcionamiento de las mitocondrias falla, los problemas se transmiten de madre a hijo y pueden producir daños cerebrales, pérdida de masa muscular, fallo cardíaco y ceguera. Este tipo de enfermedades afectan a alrededor de uno de cada 6.500 niños en todo el mundo
El procedimiento, que ha sido desarrollado por investigadores de Newcastle (en el noreste de Inglaterra), utiliza una versión modificada de la fertilización in vitro para reunir material genético de los óvulos de dos mujeres con el espermatozoide de un hombre. Y se realiza de la siguiente forma:
Primero se extraen el núcleo del óvulo de la madre y el núcleo del óvulo del donante. Después se inserta el núcleo materno en el óvulo del donante. De esta forma tenemos el núcleo con el 99% del ADN de la madre y mitocondrias con un ADN normal. Y finalmente se fecunda el óvulo y se reimplanta en la madre
Los bebés que nazcan gracias a esta técnica tendrían un 0,1% del ADN de una segunda "madre" y el cambio genético establecido en el procedimiento sería permanente ya que pasaría a sus descendientes.
Intenso debate en el Parlamento británico
Los medios británicos han destacado que esta técnica podría ayudar a madres como la británica Sharon Bernardi, que perdió siete niños por enfermedades mitocondriales. Su caso ha estado presente en el vivo debate mantenido en el Parlamento británico.
"Esto es una luz al final de un largo y oscuro túnel"
La ministra de Sanidad, Jane Ellison, ha defendido que es un paso "valiente", pero "considerado y bien estudiado". "Para muchas familias afectadas, esto es una luz al final de un largo y oscuro túnel", ha dicho.
Fiona Bruce, diputado del Partido Conservador por Congleton ha mostrado sus reservas: "Esto es algo que pasará de generación en generación y sus implicaciones no pueden predecirse. Pero una cosa es seguro, una vez que se produce una alteración, como alguien ha dicho, una vez que el gen está fuera de la botella, una vez que estos procedimientos que se nos ha pedido autorizar salgan adelante, no habrá paso atrás para la sociedad".
¿Qué dicen los científicos?
El estudio más concluyente, dirigido por el profesor Dough Turnbull en el Centro de Investigación Mitocondrial de la Universidad de Newcastle, sostiene que es una técnica "segura" y "eficaz", probada durante más de 15 años en primates. "Si no damos el paso adelante, estaremos negando a muchas mujeres el derecho a tener hijos sanos", ha dicho Turbull.
"Si no damos el paso, estaremos negando a muchas mujeres el derecho a tener hijos sanos"
Su colega, la profesora Dame Sally Davies, directora general de salud en Reino Unido, también la apoya. "Es importante recordar que el ADN mitocondrial representa menos del 0,054% del ADN total y no es parte del ADN nuclear, que es el que determina nuestras características personales y resgos tales como la personalidad, pelo y color de los ojos", ha señalado.
Por el contrario, hay expertos que advierten de que estos bebés concebidos con el ADN de tres padres podrían tener más riesgo de sufrir cáncer y envejecimiento prematuro y que necesitarán ser vigilados durante toda su vida. Sería un "error histórico", dicen. "No sabemos aún la interacción entre la mitocondria y el ADN nuclear. Decir que es lo mismo que cambiar una batería es fácil. Es un cosa extremadamente compleja", ha subrayado el doctor Trevor Stammers, director del programa de Bioética de la Universidad de St Mary.
"Existe el riesgo de que estos bebés tengan más posibilidades de contraer cáncer"
El doctor Paul Knoepfler, de la Universidad de California, también se muestra contrario a esta técnica. "Hay numerosos riesgos asociados a esta tecnología como la posibilidad de que que los bebés tengan graves problemas de desarrollo o fallezcan", ha añadido.
A la voz de estos científicos se han unido miembros de la Iglesia de Inglaterra, que habían pedido a los diputados que reconsideraran su voto.
4. El caso del arroz dorado.
En el año 2000, un artículo publicado en la revista 'Science' explicaba la biotecnología detrás del arroz dorado. Se trataba de una variedad modificada genéticamente para sintetizar los precursores del betacaroteno, necesario para sintetizar vitamina A. El desarrollo era obra del Instituto Federal Suizo de Tecnología, y la idea era que se pudiese cultivar en aquellos países en los que, por culpa de la dieta, las personas no tienen un aporte suficiente de este precursor y por tanto padecen una deficiencia de vitamina A, que lleva asociada problemas de vista e incluso ceguera.
Lea aquí: La única razón para odiar los transgénicos es la desinformación científica
Este jueves, 109 premios Nóbeles publicaban una carta abierta en la que acusaban a la ONG Greenpeace de manipular los riesgos, beneficios e impactos de los cultivos transgénicos, entre ellos el arroz dorado. 16 años después de su primera publicación, y 9 años después de la aparición de su segunda variedad, que produce 23 veces más betacaroteno que el original, ninguna de las dos está disponible para el consumo humano. Y eso a pesar de que sus dos principales creadores renunciaron a la patente para que pudiese ser utilizado en misiones humanitarias.
"Greenpeace ha encabezado la oposición al arroz dorado, que tiene el potencial de reducir o eliminar gran parte de las muertes y enfermedades causadas por la deficiencia de vitamina A, que tiene su mayor impacto en la gente más pobre de África y el sudeste asiático", se puede leer en esa carta.
Según la OMS, 250 millones de personas sufren este tipo de carencia, y el 40% son niños menores de 5 años. Según estadísticas de UNICEF, 2 millones de muertes causadas por esta deficiencia, que afecta al sistema inmunitario y pone en riesgo la vida de niños y bebés, serían evitables. "¿Cuánte gente pobre tiene que morir en el mundo antes de considerar esto un crimen contra la humanidad?".
La oposición de Greenpeace
A pesar de la defensa de la comunidad científica, Greenpeace sigue oponiéndose y haciendo campaña en contra de este tipo de cultivos.
Cuando surgió, sus activistas consideraban que la cantidad de vitamina A a partir del arroz dorado era insuficiente: su primera versión solo aportaba 1,6 microgramos de betacaroteno por gramo de arroz, lo que implica que una persona media debía comer entre 1,5 y 2 kilos al día para obtener la cantidad diaria recomendada de precursor de la vitamina A. Este problema, que efectivamente existía, se solucionó con la segunda versión, que multiplicaba por 23 la cantidad de betacaroteno.
La oposición basada en las emociones y el dogma y contradicha por los datos debe ser detenida
Aun así, la ONG sigue oponiéndose al cultivo de arroz dorado porque lo considera un 'caballo de Troya' para allanar la entrada a otros transgénicos. Este argumento palidece al lado de la respuesta que dio el Instituto Internacional de Investigación para el Arroz: el arroz dorado fue desarrollado con fondos públicos y su patente fue liberada. Es difícil pues encajar el argumento antimultinacionales en este caso.
En la carta firmada por el más de centenar de premios Nobel, se pide a los gobiernos que rechacen la campaña de Greenpeace en contra del arroz dorado, y en contra de los cultivos mejorados con biotecnología en general. "La oposición basada en las emociones y el dogma y contradicha por los datos debe ser detenida".
5. La Ciencia confirma que los transgénicos son igual de sanos.