La raíz de Europa y de España en todas las etnias
Las raíces de Europa o más bien la raíz de Europa en sus tres componentes sintetizados es la cristianización de la civilización grecorromana clásica asumida por los pueblos prerromanos primero y por los invasores bárbaros (germánicos y otros) posteriormente.
Las raíces de España son las mismas de forma militante combatiendo desde España en su defensa y entregándose a su expansión por todo el mundo desde España. Un espíritu, no una etnia. La hispanidad está en todos los que tienen esta militancia combatiente desde España en defensa de la Cristiandad expansionada desde España a las etnias de las Indias de las cuatro partes del mundo y mantenida en algunos de todas las etnias.
Lo que ha desvirtuado por ahora la Cristiandad es la descristianización: Occidente es la versión descristianizada, impuesta por los dirigentes anticristianos, que suplanta a la Cristiandad
Lo que hace perder la identidad es la separación entre la religión y la vida que lleva a la descristianización.
Los pueblos de todos los países, entre ellos España, son biológica y culturalmente una mezcla en ellos de las múltiples etnias conocidas en los 30 siglos de historia y de las mucho más abundantes y desconocidas de los 30.000 siglos de prehistoria.
El pueblo judío, el Pueblo Elegido por Dios para ser su portavoz obediente, ya con anterioridad sufrió de manos de sus dirigentes la suplantación identitaria, la autoafirmación en su ascendencia, en su etnia, como base determinante falsamente de su primacía y supremacía religiosa, política y económica. Unos, la mayoría, dicen ser judíos por su etnia, pero "dicen ser judíos y no lo son sino que mienten", son "la sinagoga de Satanás", los pseudojudíos judaizantes. El resto de Israel sigue siendo de Dios. San José es un judío, hijo de David, la Virgen María, es judía, Jesús, el Hijo de Dios, el Mesías prometido, es un judío, de ascendencia davídica a través de san José, su padre legal. Los apóstoles, cimientos del nuevo Pueblo de Dios, son judíos, san Pablo es judío, etc. Son judíos no principalmente por ser descendientes de Abraham, no por la carne, sino por su espíritu de fidelidad a Dios. Los cristianos somos los judíos espirituales.
El prejuicio y la idolatría identitaria, creer que la etnia es la base de la identidad pasó de los pseudojudíos judaizantes a los otros pueblos, y, cuando con el liberalismo cundió el nacionalismo, se extendió el racismo por todos los países: hubo racismo francés, inglés, alemán, vasco, etc., etc.
Este racismo se radicalizó en el nazismo y llevó al antijudaísmo, siempre presente, a la locura sangrienta de la soah, el holocausto de seis millones de judíos exterminados. Una triste realidad ahora negada por los revisionistas, neonazis en realidad.
Al frente de occidente, versión descristianizada de la Cristiandad, sus líderes (caudillos, jefes) son descristianizados descristianizadores: los izquierdistas y los ultraizquierdistas; los liberales y los conservadores. Son descristianizados descristianizadores los europeístas. Y también son descristianizados descristianizadores los jefes de los antieuropeístas identitarios xenófobos. Todos padecemos los disparates criminales de todos ellos y de los islamistas, que se basan en la misma reducción de la religión a la política de los judaizantes de la que la copiaron ya sus primeros jefes y califas. Hasta que Jesucristo nos libere.
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Esta raíz está en todos los continentes y en ella seremos todos los pueblos y etnias reinjertados tras la implantación liberadora del reinado en plenitud del Corazón de Jesús, el Verbo hecho carne.
José Manuel Zubicoa Bayón 27.08.2016 - 16.01.2021