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La sangre de san Pantaleón se licúa el 27 de julio de cada año en España y en Italia la vez

Por Blanca Ruiz Aciprensa 26 de julio de 2024

Cada año se producen dos hechos prodigiosos a la misma hora del 27 de julio, en dos muestras de sangre, reliquias de San Pantaleón, custodiadas en dos países europeos que distan entre sí miles de kilómetros.

Los recipientes de cristal que contienen la sangre se encuentran en dos naciones del sur del Viejo Continente: España e Italia. El primer relicario se encuentra en la iglesia del Real Monasterio de la Encarnación de Madrid desde el siglo XVII. La otra reliquia se guarda en la Catedral de Ravello, localidad al oeste de Salerno.

A pesar de la distancia que las separa, las dos muestras de sangre pasan de estado sólido a líquido al mismo tiempo. Este hecho es conocido como licuación o licuefacción. 

De la reliquia de Ravello, el Papa Pablo V reclamó una pequeña porción, que luego regaló a la condesa de Miranda, cuya hija era monja agustina recoleta en el Monasterio de la Encarnación, donde también se guarda un hueso del santo.

El capellán del monasterio de la Encarnación de Madrid, el P. Joaquín Martín Abad, aseguró al semanario Alfa y Omega que “hay constancia fehaciente de que todos los años sucede el mismo fenómeno [de la licuefacción de la sangre]". 

Entre 1724 y 1730, trece doctores en Medicina y Teología hicieron observaciones y firmaron ante un juez "que dicha reliquia es la misma que han admirado y visto líquida y suelta el día del glorioso mártir, 27 de julio; y, pasada su festividad, también la han visto, dura y condensada, como está al presente".

"Unos dos meses antes el contenido de una y otra ampolla va cambiando de color, de más opaco se va haciendo más transparente y rojizo; al principio disminuye el volumen, como si se contrajera, y después aumenta el volumen cuando paulatinamente va a pasar al estado líquido", aseguró el P. Martín Abad en declaración a Alfa y Omega. 

La iglesia del Real Monasterio de la Encarnación de Madrid abre sus puertas desde la víspera de la fiesta de San Pantaleón para que los fieles puedan rezar y presenciar este prodigio que se repite cada año desde hace más de cuatro siglos. 

Por razones sanitarias, "el relicario del hueso no se dará a besar, como se realizaba antes de la pandemia, pero se podrá orar delante del relicario de la sangre y contemplar la imagen ampliada de la ampolla en pantallas de televisión, como en ocasiones anteriores", señala la Archidiócesis.

Este artículo fue publicado originalmente el 26 de julio de 2021. Ha sido adaptado para su republicación.