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Surgen acusaciones de influencia cristiana antes de las elecciones al Congreso Sionista Mundial
TOI, 4.12.2024. Por Asaf Elia-Shalev
JTA — Cuando se preparaba para publicar su nuevo libro a principios de este año, David Friedman, ex embajador de Estados Unidos en Israel durante el gobierno de Donald Trump, fue abordado por un grupo de defensa que se centra en fomentar el apoyo a Israel entre los cristianos.
El grupo, conocido como Israel365, pidió a Friedman que apoyara una lista de candidatos en las elecciones del próximo año para el Congreso Sionista Mundial, una organización de larga data pero oscura que otorga a los judíos de todo el mundo influencia directa sobre el gobierno de Israel.
Fundado por Theodor Herzl en 1897, el Congreso y sus representantes de las comunidades judías de todo el mundo asignan mil millones de dólares cada año a causas judías y supervisan las llamadas instituciones nacionales de Israel, incluida la Organización Sionista Mundial, que lleva a cabo la visión del Congreso; la Agencia Judía, que desempeña un papel central en la inmigración judía a Israel; y el Fondo Nacional Judío, que posee el 13% de la tierra israelí.
Las próximas elecciones, que se celebran en un momento crucial de la historia de Israel, son vistas ampliamente como una contienda importante en la batalla por el futuro incierto del país, con nuevas listas formándose tanto en la izquierda como, en el caso del grupo que se acercó a Friedman, en la derecha.
Friedman aceptó la solicitud del grupo de utilizar el título de su libro, “Un Estado judío”, como nombre de la lista, lo que significa su apoyo compartido al fortalecimiento del control israelí sobre Cisjordania y su oposición a la solución de dos Estados.
Pero la semana pasada, después de que la lista había reunido suficientes firmas para llegar a la votación, Friedman recurrió a las redes sociales para abordar la "confusión" que hizo que algunas personas pensaran que él estaba involucrado en la lista.
“Para aclarar, NO estoy afiliado a ninguna lista ni a ningún candidato que busque ser elegido y no he autorizado a nadie a hablar en mi nombre”, escribió Friedman.
Concluyó, utilizando el término preferido del gobierno israelí para Cisjordania: “Creo que el Congreso Sionista Mundial debe apoyar a las comunidades judías ubicadas en Judea y Samaria y apoyo a los estados que comparten esta visión”.
La publicación de Friedman sacó a la luz pública una controversia interna, marcada por acusaciones de que la lista había utilizado el nombre de Friedman para promover una agenda cristiana oculta. Israel365, que niega las acusaciones, presentó recientemente la documentación para cambiar el nombre de la lista a Israel365 Action.
La controversia, que provocó que decenas de personas abandonaran la lista, se produce en medio de la ansiedad por la influencia cristiana en una elección que se supone que sólo involucrará a judíos. Como el gobierno de Israel obtiene cada vez más su apoyo más confiable en Estados Unidos de los evangélicos estadounidenses, y como la identidad religiosa es cada vez más fluida, quienes están atentos a las elecciones del Congreso Sionista Mundial dicen que temen que los no judíos puedan emitir su voto o influir de alguna otra manera en los resultados, contraviniendo el reglamento de la elección.
Estas preocupaciones incluso han provocado un cambio en el proceso para determinar la elegibilidad de los votantes.
En el pasado, los votantes tenían que declarar que eran judíos y sionistas, criterios que excluyen, por ejemplo, a las decenas de millones de estadounidenses que se identifican como cristianos sionistas. Ahora, los votantes tendrán que afirmar que son sionistas, judíos y que “no profesan otra religión”.
Herbert Block, director ejecutivo del Movimiento Sionista Americano, que administra las elecciones en línea en Estados Unidos, dijo que el cambio no fue motivado por las acusaciones contra One Jewish State, sino por un deseo general de proteger la integridad del voto de personas que pueden identificarse como judíos pero que no deberían ser contadas como tales.
“Algunos miembros de nuestro comité electoral expresaron su preocupación por la votación de los judíos mesiánicos, o judíos por Jesús, u otros”, dijo Block.
Las próximas elecciones se perfilan como muy reñidas. En la fecha límite del mes pasado, nueve nuevas listas habían reunido las 800 firmas necesarias para inscribirse como candidatos, además de las 14 listas que ya existían desde al menos las últimas elecciones de 2020. Alrededor de 125.000 judíos estadounidenses votaron en 2020, de los millones de adultos judíos estadounidenses.
“Hay un interés particular en las elecciones: los judíos estadounidenses están más comprometidos con las cuestiones relacionadas con Israel y el sionismo, especialmente desde el ataque del 7 de octubre”, dijo Block.
En la masacre del año pasado (7.10.2023), miles de terroristas liderados por Hamás asesinaron a unas 1.200 personas, en su mayoría civiles, en el sur de Israel y tomaron 251 rehenes.
Las listas representan a distintos grupos demográficos, con variaciones según la afiliación religiosa, ideológica y étnica, pero han surgido dos grandes grupos. A la izquierda están los que apoyan la solución de dos Estados y un Israel pluralista, y a la derecha están las listas que quieren reforzar la soberanía israelí en Cisjordania y enfatizar la identidad judía del país. La mayoría de las nuevas listas pertenecen a este último grupo.
Ambos bandos están tratando la contienda del año próximo como un referéndum crucial sobre el alma de Israel, y están luchando por lo que se considera el premio mayor de las elecciones: el voto judío estadounidense, que decide aproximadamente un tercio de los representantes en el Congreso. (Los otros dos tercios se reparten entre Israel, cuya representación está predeterminada según la proporción de escaños que cada partido tiene en el parlamento del país, y el resto del mundo, por el que es difícil luchar debido a lo ampliamente dispersas que están las comunidades judías).
Las encuestas muestran que los judíos estadounidenses están a favor de la solución de dos Estados y del pluralismo en Israel, pero la pregunta es: ¿qué lado acudirá a votar en mayor número?
Una de las personas que insta a los judíos estadounidenses a votar es Yizhar Hess, vicepresidente de la Organización Sionista Mundial y principal representante en la organización del movimiento judío conservador de tendencia izquierdista. Hess dijo que le preocupa que los sectores religiosamente ortodoxos y políticamente derechistas del judaísmo estadounidense estén sobrerrepresentados (como lo estuvieron después de las últimas elecciones) y que se sume el gran bloque israelí que ya tiende hacia esa dirección.
“Sería una calamidad histórica permitir que el sionismo fuera controlado por un solo lado del mapa religioso y político”, dijo en una entrevista. “Si eso sucede, me preocupa el futuro de Israel y del sionismo. La participación de toda la diáspora en la configuración de Israel es más crítica que nunca”.
La selección de los votantes se basa en el sistema de honor, en el que cada votante afirma su elegibilidad. Pero Block dijo que su grupo realiza verificaciones aleatorias y busca patrones que puedan indicar fraude. Dijo que no espera enfrentar un problema de votantes no elegibles.
Aunque el cambio de elegibilidad es sólo una precaución, refleja una creciente fluidez en la identidad religiosa en los Estados Unidos, donde una quinta parte de la gente ahora asiste a lugares de culto que no coinciden con su afiliación religiosa declarada.
Más concretamente, la cantidad de personas en Estados Unidos que dicen ser judías pero que no son consideradas como tales según los estándares convencionales es significativa. En 2020, el Pew Research Center estimó que 1,4 millones de adultos estadounidenses que se identifican como judíos no tienen un padre judío y no consideran el judaísmo su religión, tal vez porque están casados con un judío o porque son cristianos que asocian a Jesús con el judaísmo. Eso se suma a las 200.000 personas que dicen practicar el judaísmo y otra religión.
Luego están aquellos que están religiosamente comprometidos con el futuro de Israel pero que no son judíos en absoluto: los evangélicos. Son el grupo objetivo de Israel365, la organización sin fines de lucro que administra la lista que antes lleva el nombre del libro de David Friedman.
Una ex candidata a la lista, Tilly Feldman, es una de las críticas más abiertas de Israel365, a la que ha acusado de ser una “lista cristiana”. Así lo dijo en las redes sociales en respuesta a la publicación de Friedman en X, uniéndose a otro ex candidato, Seth Leitman, quien también la calificó de “lista cristiana”. Leitman, un activista ambiental de los suburbios de Nueva York, escribió: “Amigos, nos estafaron con la visión de este hombre asombroso”.
Varios otros hicieron comentarios similares en entrevistas extraoficiales con la Agencia Telegráfica Judía.
Feldman, activista de grupos de derecha y pro-Israel en Los Ángeles, dijo a JTA que estaba emocionada de sumarse a una iniciativa que parecía estar respaldada por Friedman. Un video publicado por Israel365 en julio se titula: “El embajador David Friedman respalda al partido Estado Judío Único en el Congreso Sionista Mundial”.
Lo que Friedman dijo en el clip de 46 segundos puede interpretarse de más de una manera. Dijo que se sentía halagado de que la lista decidiera bautizarse con su nombre y presentó la decisión como un respaldo a sus propios esfuerzos por iniciar un movimiento. Luego dijo: “Apoyo sus esfuerzos”.
Feldman y otros dicen que la cadena utilizó clips como éste para engañarlos y hacerlos pensar que Friedman tenía un papel formal, y ella se quejó ante el AZM.
“Le escribo para expresarle mi profunda preocupación por la lista de candidatos One Jewish State y su tergiversación de quiénes son y qué representan”, escribió Feldman en la denuncia, que compartió con JTA. “Cuando me inscribí inicialmente, creía, como cientos de otras personas, que esta lista estaba liderada por el embajador David Friedman. Esta creencia fue central para su campaña y fue una razón clave para que tantos delegados se unieran”.
También instó a la gente a abandonar la lista. De repente, decenas de personas enviaron un correo electrónico a AZM para retirar sus firmas, según Block. (Incluso con las deserciones, dijo Block, la lista tenía firmas más que suficientes para registrarse).
En un correo electrónico a JTA, el rabino Tuly Weisz, fundador de Israel365, rechazó la acusación y dijo que el liderazgo de la lista nunca había tergiversado su relación con Friedman.
“Desde que estalló la guerra, hemos estado trabajando estrechamente con él en nombre de Judea y Samaria”, escribió Weisz. “En el verano, hablamos con el embajador Friedman de llamar a nuestro partido “Un Estado Judío”, lo que en ese momento parecía una gran idea, ya que su libro saldría unas semanas más tarde, y él apoyó con entusiasmo nuestra propuesta. En las semanas siguientes, hubo cierta confusión, ya que su libro y nuestro movimiento eran entidades separadas, por lo que decidimos cambiar nuestro nombre a Israel365 Action”.
Con el cambio de nombre se ha producido un cambio en la plataforma de la lista. En la plataforma presentada a los funcionarios electorales hace meses, el lenguaje se ciñe estrechamente a los principios que se encuentran en el libro de Friedman “Un Estado Judío”. Pero el nuevo sitio web de la lista contiene un lenguaje adicional que se centra en la relación entre Israel y sus aliados cristianos.
Delegados al Congreso Sionista Mundial en Jerusalén, 20 de abril de 2023. (Captura de pantalla del video de Twitter: utilizado de conformidad con la Cláusula 27a de la Ley de Derechos de Autor)
“Israel365 Action destinará recursos a involucrar y educar a la generación más joven de cristianos, garantizando así que el fuerte apoyo cristiano a Israel continuará en el futuro”, dice el sitio web.
Feldman dijo que, para empezar, nunca habría apoyado la lista si esa fuera su plataforma.
“Esto es completamente contrario a lo que muchos de nosotros firmamos”, escribió en su denuncia. “Me ha dejado, y a otros, sintiéndonos engañados y desilusionados por su falta de transparencia y honestidad”.
En su correo electrónico, Weisz dijo que el trabajo de Israel365 con los cristianos es de larga data y bien conocido y que no se ocultó durante el esfuerzo por reunir firmas. También dijo que el grupo, que cuenta con muchos seguidores cristianos, ha tenido cuidado de comunicar que sólo los judíos pueden votar.
“Durante 13 años, Israel365 ha tendido puentes y ha fomentado cuidadosamente las relaciones entre los judíos sionistas y los cristianos”, escribió. “Esperamos que cuando Israel365 Action consiga un lugar en la mesa sionista, podamos ayudar a forjar relaciones aún más sólidas entre la comunidad judía y nuestras decenas de millones de aliados no judíos y, de ese modo, transformar a Israel en una ‘luz para las naciones’ y el país más amado del mundo”.
Los funcionarios electorales no planean tomar medidas en respuesta a las quejas.
"Sé que tenían algunas diferencias internas", dijo Block a JTA. "Cada lista tiene sus propios problemas internos y, a menos que algo sea una violación de alguna regla, entonces eso no es de nuestra competencia".