Textos anteriores a 2021.....Textos.....Artículos ....INDEX
textant31
La Iglesia admite
el evolucionismo que busca el origen del cuerpo
humano en una materia viva preexistente y manda
defender que las almas son creadas
inmediatamente por Dios "El
Magisterio de la Iglesia no prohíbe el que según
el estado actual de las ciencias y la teología en
las investigaciones y disputas, entre los hombres más
competentes de entrambos campos, sea objeto de estudio la
doctrina del evolucionismo, en cuanto busca el origen del
cuerpo humano en una materia viva preexistente pero
la fe católica manda defender que las almas son creadas
inmediatamente por Dios. Mas todo ello ha de
hacerse de manera que las razones de una y otra opinión
es decir la defensora y la contraria al
evolucionismo sean examinadas y juzgadas seria,
moderada y templadamente; y con tal que todos se muestren
dispuestos a someterse al juicio de la Iglesia, a quien
Cristo confirió el encargo de interpretar
auténticamente las Sagradas Escrituras y defender los
dogmas de la fe. Pero algunos traspasan esta libertad de
discusión, obrando como si el origen del cuerpo humano
de una materia viva preexistente fuese ya absolutamente
cierto y demostrado por los datos e indicios hasta el
presente hallados y por los raciocinios en ellos fundados;
y ello, como si nada hubiese en las fuentes de la
revelación que exija la máxima moderación y cautela en
esta materia". "En su encíclica Humani
generis (1950), mi predecesor Pío XII ya había
afirmado que no había oposición entre la evolución y
la doctrina de la fe sobre el hombre y su vocación, con
tal de no perder de vista algunos puntos firmes... |
¿Sería cristiano que yo ahora que comulgo todos los días limitase la natalidad de mis hijos por miedo a todos los inconvenientes prácticos y afectivos?" (Carmen Laforet, madre de cinco hijos).
La tercera parte del secreto de Fátima puesta por escrito por sor Lucía «por orden de Su Excelencia el Obispo de Leiria y de la Santísima Madre....» el 3 de enero de 1944 «J.M.J. Tercera parte del secreto revelado el 13 de julio de 1917 en la Cueva de Iria-Fátima. Escribo en obediencia a Vos, Dios mío, que lo ordenáis por medio de Su Excelencia Reverendísima el Señor Obispo de Leiria y de la Santísima Madre vuestra y mía. Después de las dos partes que ya he expuesto, hemos visto al lado izquierdo de Nuestra Señora un poco más en lo alto a un Ángel con una espada de fuego en la mano izquierda; centelleando emitía llamas que parecía iban a incendiar el mundo; pero se apagaban al contacto con el esplendor que Nuestra Señora irradiaba con su mano derecha dirigida hacia él; el Ángel señalando la tierra con su mano derecha, dijo con fuerte voz: ¡Penitencia, Penitencia, Penitencia! Y vimos en una inmensa luz que es Dios: «algo semejante a como se ven las personas en un espejo cuando pasan ante él» a un Obispo vestido de Blanco «hemos tenido el presentimiento de que fuera el Santo Padre». También a otros Obispos, sacerdotes, religiosos y religiosas subir una montaña empinada, en cuya cumbre había una gran Cruz de maderos toscos como si fueran de alcornoque con la corteza; el Santo Padre, antes de llegar a ella, atravesó una gran ciudad medio en ruinas y medio tembloroso con paso vacilante, apesadumbrado de dolor y pena, rezando por las almas de los cadáveres que encontraba por el camino; llegado a la cima del monte, postrado de rodillas a los pies de la gran Cruz fue muerto por un grupo de soldados que le dispararon varios tiros de arma de fuego y flechas; y del mismo modo murieron unos tras otros los Obispos sacerdotes, religiosos y religiosas y diversas personas seglares, hombres y mujeres de diversas clases y posiciones. Bajo los dos brazos de la Cruz había dos Ángeles cada uno de ellos con una jarra de cristal en la mano, en las cuales recogían la sangre de los Mártires y regaban con ella las almas que se acercaban a Dios. Tuy-3-1-1944». |
La viña del
Señor y el olivo «Después del gran Papa Juan Pablo II, los señores cardenales me han elegido a mí, un simple y humilde trabajador de la viña del Señor» (Benedicto XVI, primeras palabras alser elegido Papa, 19.04.2005.
El olivo de Dios en el que fuimos injertados los gentiles y serán reinjertados los judíos (Rom 9 y 11) Rom 9 Pues desearía ser yo mismo anatema, separado de Cristo, por mis hermanos, los de mi raza según la carne, - los israelitas -, de los cuales es la adopción filial, la gloria, las alianzas, la legislación, el culto, las promesas, y los patriarcas; de los cuales también procede Cristo según la carne (Rom 9, 3-5)... No todos los descendientes de Israel son Israel (Rom 9,6)... No son hijos de Dios los hijos según la carne, sino que los hijos de la promesa se cuentan como descendencia (Rom 9,8). Hemos sido llamados no sólo de entre los judíos sino también de entre los gentiles... (Rom 9,24) Los gentiles, que no buscaban la justicia, han hallado la justicia -la justicia de la fe- mientras Israel, buscando una ley de justicia, no llegó a cumplir la ley. ¿Por qué? Porque la buscaba no en la fe sino en las obras (Rom 9,30-32). Rom 11 Israel no consiguió lo que buscaba; mientras lo consiguieron los elegidos. Los demás se endurecieron (Rom 11,7)... ¿Es que han tropezado para quedar caídos? ¡De ningún modo! Sino que su caída ha traído la salvación a los gentiles, para llenarlos de celos. Y, si su caída ha sido una riqueza para el mundo, y su mengua, riqueza para los gentiles ¡qué no será su plenitud! (Rom 11,11-12)... Si su reprobación ha sido la reconciliación del mundo ¿qué será su readmisión sino una resurrección de entre los muertos? (Rom 11,15). Si algunas ramas fueron desgajadas, mientras tú - olivo silvestre - fuiste injertado entre ellas, hecho participe con ellas de la raíz y de la savia del olivo, no te engrías contra las ramas. Y si te engríes, sábete que no eres tú quien sostiene la raíz, sino la raíz que te sostiene (Rom 17,18)... Por su incredulidad fueron desgajadas, mientras tú, por la fe te mantienes. ¡No te engrías!; más bien, teme. Que si Dios no perdonó a las ramas naturales, no sea que tampoco a ti te perdone... Considera la bondad y la severidad de Dios: severidad con los que cayeron, bondad contigo, si es que te mantienes en la bondad; que si no, también tú serás desgajado (Rom 11,20-22). En cuanto a ellos, si no se obstinan en la incredulidad, serán injertados; que poderoso es Dios para injertarlos de nuevo. Porque si tú fuiste cortado del olivo silvestre que eras por naturaleza, para ser injertado contra tu natural en un olivo cultivado, ¡con cuánta más razón ellos, según su naturaleza, serán injertados en su propio olivo! Pues no quiero que ignoréis, hermanos, este misterio, «no sea que presumáis de sabios» [Pr 3,7]: el endurecimiento parcial que sobrevino a Israel durará hasta que entre la totalidad de los gentiles, y así, todo Israel será salvo, como dice la Escritura: «Vendrá de Sión el Libertador; alejará de Jacob las impiedades»[Is 59,2021]. «Y esta será mi Alianza con ellos, cuando haya borrado sus pecados» [Is 27,9]. En cuanto al Evangelio, son enemigos para vuestro bien; pero en cuanto a la elección amados en atención a sus padres. Que los dones y la vocación de Dios son irrevocables. En efecto, así como vosotros fuisteis en otro tiempo rebeldes contra Dios, mas al presente habéis conseguido misericordia a causa de su rebeldía, así también, ellos al presente se han rebelado con ocasión de la misericordia otorgada a vosotros, a fin de que también ellos consigan ahora misericordia. Pues Dios encerró a todos los hombres en la rebeldía para usar con todos ellos de misericordia. ¡Oh abismo de la riqueza, de la sabiduría y de la ciencia de Dios! ¡Cuán insondables son sus designios e inescrutables sus caminos! (Rom 11,23-32). -----------------------------
--------------------------------
-------------------------------
-----------------------------------------
-------------------------------------- Aquel día, la raíz de Jesé se erguirá como enseña de los pueblos: la buscarán los gentiles, y será gloriosa su morada (Is 11,10). Que él sea la bendición de todos los pueblos, y lo proclamen dichoso todas las razas de la tierra (Sal 72,17). Visión de Isaías, hijo de Amós,
acerca de Judá y de Jerusalén: "Aquel día, el Señor de los ejércitos arrancará en este monte el velo que cubre a todos los pueblos, el paño que tapa a todas las naciones. Aquel día se dirá: «Aquí está nuestro Dios, de quien esperábamos que nos salvara; celebremos y gocemos con su salvación. La mano del Señor se posará sobre este monte» (Is 25,6-10). ---------------------------------------- Los judíos no son
responsables colectivamente de la muerte de Jesús (Catecismo
de la Iglesia Católica de 1992, 597-598) Catecismo de la Iglesia Católica: 597 Teniendo en cuenta la complejidad histórica manifestada en las narraciones evangélicas sobre el proceso de Jesús y sea cual sea el pecado personal de los protagonistas del proceso (Judas, el Sanedrín, Pilato), lo cual solo Dios conoce, no se puede atribuir la responsabilidad del proceso al conjunto de los judíos de Jerusalén, a pesar de los gritos de una muchedumbre manipulada (Cf. Mc 15, 11) y de las acusaciones colectivas contenidas en las exhortaciones a la conversión después de Pentecostés (cf. Hch 2, 23. 36; 3, 13-14; 4, 10; 5, 30; 7, 52; 10, 39; 13, 27-28; 1 Ts 2, 14-15). El mismo Jesús perdonando en la Cruz (cf. Lc 23, 34) y Pedro siguiendo su ejemplo apelan a "la ignorancia" (Hch 3, 17) de los judíos de Jerusalén e incluso de sus jefes. Menos todavía se podría ampliar esta responsabilidad a los restantes judíos en el tiempo y en el espacio, apoyándose en el grito del pueblo: "¡Su sangre sobre nosotros y sobre nuestros hijos!" (Mt 27, 25), que equivale a una fórmula de ratificación (cf. Hch 5, 28; 18, 6):
Todos los pecadores fueron los autores de la Pasión de Cristo 598 La Iglesia, en el magisterio de su fe y en el testimonio de sus santos, no ha olvidado jamás que "los pecadores mismos fueron los autores y como los instrumentos de todas las penas que soportó el divino Redentor" (Catecismo Romano del Concilio de Trento, 1, 5, 11; cf. Hb 12, 3). Teniendo en cuenta que nuestros pecados alcanzan a Cristo mismo (cf. Mt 25, 45; Hch 9, 4-5), la Iglesia no duda en imputar a los cristianos la responsabilidad más grave en el suplicio de Jesús, responsabilidad con la que ellos con demasiada frecuencia, han abrumado únicamente a los judíos:
---------------------------------------------------------
|
El sentido de la Escritura
115 Según una antigua tradición, se pueden distinguir dos sentidos de la Escritura: el sentido literal y el sentido espiritual; este último se subdivide en sentido alegórico, moral y anagógico. La concordancia profunda de los cuatro sentidos asegura toda su riqueza a la lectura viva de la Escritura en la Iglesia.
116 El sentido literal. Es el sentido significado por las palabras de la Escritura y descubierto por la exégesis que sigue las reglas de la justa interpretación. Omnes sensus (sc. sacrae Scripturae) fundentur super unum litteralem sensum (Santo Tomás de Aquino., S.Th., 1, q.1, a. 10, ad 1). Todos los sentidos de la Sagrada Escritura se fundan sobre el sentido literal.
117 El sentido espiritual. Gracias a la unidad del designio de Dios, no solamente el texto de la Escritura, sino también las realidades y los acontecimientos de que habla pueden ser signos.
1. El sentido alegórico. Podemos adquirir una comprensión más profunda de los acontecimientos reconociendo su significación en Cristo; así, el paso del mar Rojo es un signo de la victoria de Cristo y por ello del Bautismo (cf. 1 Cor 10, 2).
2. El sentido moral. Los acontecimientos narrados en la Escritura pueden conducirnos a un obrar justo. Fueron escritos «para nuestra instrucción» (1 Cor 10, 11; cf. Hb 3-4,11).
3. El sentido anagógico. Podemos ver realidades y acontecimientos en su significación eterna, que nos conduce (en griego: «anagoge») hacia nuestra Patria. Así, la Iglesia en la tierra es signo de la Jerusalén celeste (cf. Ap 21,1- 22,5).
118 Un dístico medieval resume la significación de los cuatro sentidos:
"Littera gesta docet, quid credas allegoria,
Moralis quid agas, quo tendas anagogia"
(La letra enseña los hechos,
la alegoría lo que has de creer,
el sentido moral lo que has de hacer,
y la anagogía a dónde has de tender).
(Agustín de Dacia, Rotulus pugillaris, I: ed. A. Walz: Angelicum 6 (1929), 256)
671 El Reino de Cristo,
presente ya en su Iglesia, sin embargo, no está todavía
acabado "con gran poder y gloria" (Lc 21, 27;
cf. Mt 25, 31) con el advenimiento del Rey a la tierra.
Este Reino aún es objeto de los ataques de los poderes
del mal (cf. 2 Te 2, 7) a pesar de que estos poderes
hayan sido vencidos en su raíz por la Pascua de Cristo.
Hasta que todo le haya sido sometido (cf. 1 Co 15, 28), y
"mientras no haya nuevos cielos y nueva tierra, en
los que habite la justicia, la Iglesia peregrina lleva en
sus sacramentos e instituciones, que pertenecen a este
tiempo, la imagen de este mundo que pasa. Ella misma vive
entre las criaturas que gimen en dolores de parto hasta
ahora y que esperan la manifestación de los hijos de
Dios" (LG 48). Por esta razón los cristianos piden,
sobre todo en la Eucaristía (cf. 1 Co 11, 26), que se
apresure el retorno de Cristo (cf. 2 P 3, 11-12) cuando
suplican: "Ven, Señor Jesús" (cf.1 Co 16, 22;
Ap 22, 17-20). 672 Cristo afirmó antes de su Ascensión que aún no era la hora del establecimiento glorioso del Reino mesiánico esperado por Israel (cf. Hch 1, 6-7) que, según los profetas (cf. Is 11, 1-9), debía traer a todos los hombres el orden definitivo de la justicia, del amor y de la paz. El tiempo presente, según el Señor, es el tiempo del Espíritu y del testimonio (cf Hch 1, 8), pero es también un tiempo marcado todavía por la "tristeza" (1 Co 7, 26) y la prueba del mal (cf. Ef 5, 16) que afecta también a la Iglesia(cf. 1 P 4, 17) e inaugura los combates de los últimos días (1 Jn 2, 18; 4, 3; 1 Tm 4, 1). Es un tiempo de espera y de vigilia (cf. Mt 25, 1-13; Mc 13, 33-37). El glorioso advenimiento de Cristo, esperanza de Israel 673 Desde la Ascensión, el advenimiento de Cristo en la gloria es inminente (cf Ap 22, 20) aun cuando a nosotros no nos "toca conocer el tiempo y el momento que ha fijado el Padre con su autoridad" (Hch 1, 7; cf. Mc 13, 32). Este advenimiento escatológico se puede cumplir en cualquier momento (cf. Mt 24, 44: 1 Te 5, 2), aunque tal acontecimiento y la prueba final que le ha de preceder estén "retenidos" en las manos de Dios (cf. 2 Te 2, 3-12). 674 La Venida del Mesías glorioso, en un momento determinado de la historia se vincula al reconocimiento del Mesías por "todo Israel" (Rm 11, 26; Mt 23, 39) del que "una parte está endurecida" (Rm 11, 25) en "la incredulidad" respecto a Jesús (Rm 11, 20). San Pedro dice a los judíos de Jerusalén después de Pentecostés: "Arrepentíos, pues, y convertíos para que vuestros pecados sean borrados, a fin de que del Señor venga el tiempo de la consolación y envíe al Cristo que os había sido destinado, a Jesús, a quien debe retener el cielo hasta el tiempo de la restauración universal, de que Dios habló por boca de sus profetas" (Hch 3, 19-21). Y San Pablo le hace eco: "si su reprobación ha sido la reconciliación del mundo ¿qué será su readmisión sino una resurrección de entre los muertos?" (Rm 11, 5). La entrada de "la plenitud de los judíos" (Rm 11, 12) en la salvación mesiánica, a continuación de "la plenitud de los gentiles (Rm 11, 25; cf. Lc 21, 24), hará al Pueblo de Dios "llegar a la plenitud de Cristo" (Ef 4, 13) en la cual "Dios será todo en nosotros" (1 Co 15, 28). La última prueba de la Iglesia 675 Antes del advenimiento de Cristo, la Iglesia deberá pasar por una prueba final que sacudirá la fe de numerosos creyentes (cf. Lc 18, 8; Mt 24, 12). La persecución que acompaña a su peregrinación sobre la tierra (cf. Lc 21, 12; Jn 15, 19-20) desvelará el "Misterio de iniquidad" bajo la forma de una impostura religiosa que proporcionará a los hombres una solución aparente a sus problemas mediante el precio de la apostasía de la verdad. La impostura religiosa suprema es la del Anticristo, es decir, la de un seudo-mesianismo en que el hombre se glorifica a sí mismo colocándose en el lugar de Dios y de su Mesías venido en la carne (cf. 2 Te 2, 4-12; 1Te 5, 2-3;2 Jn 7; 1 Jn 2, 18.22). 676 Esta impostura del Anticristo aparece esbozada ya en el mundo cada vez que se pretende llevar a cabo la esperanza mesiánica en la historia, lo cual no puede alcanzarse sino más allá del tiempo histórico a través del juicio escatológico: incluso en su forma mitigada, la Iglesia ha rechazado esta falsificación del Reino futuro con el nombre de milenarismo (cf. DS 3839), sobre todo bajo la forma política de un mesianismo secularizado, "intrínsecamente perverso" (cf. Pío XI, "Divini Redemptoris" que condena el "falso misticismo" de esta "falsificación de la redención de los humildes"; GS 20-21). 677 La Iglesia sólo entrará en la gloria del Reino a través de esta última Pascua en la que seguirá a su Señor en su muerte y su Resurrección (cf. Ap 19, 1-9). El Reino no se realizará, por tanto, mediante un triunfo histórico de la Iglesia (cf. Ap 13, 8) en forma de un proceso creciente, sino por una victoria de Dios sobre el último desencadenamiento del mal (cf. Ap 20, 7-10) que hará descender desde el Cielo a su Esposa (cf. Ap 21, 2-4). El triunfo de Dios sobre la rebelión del mal tomará la forma de Juicio final (cf. Ap 20, 12) después de la última sacudida cósmica de este mundo que pasa (cf. 2 P 3, 12-13). |
El Anticristo es
el colectivo que no admite a Dios y se constituye en ser
supremo al no admitir nada superior
|
--------------------------
San Juan XXIII recordó, con aprobación, en la encíclica Ad Petri Cathedram el dicho «in necessariis unitas, in dubiis libertas, in omnibus caritas»:
«Como expresa el dicho popular, de diversas maneras y atribuido a diversos autores, hay que recordar, con aprobación: en lo esencial, unidad; en lo dudoso, libertad; en todo caridad».
Sólo cree de verdad el
que practica lo que cree.
San Gregorio Magno
¿Sabéis cuál es la primera
tentación que el demonio presenta a una persona que ha comenzado
a servir mejor a Dios? Es el respeto humano.
Santo Cura de Ars
El alma que venza la potencia del
demonio no lo podrá conseguir sin oración ni
podrá entender sus engaños sin mortificación
y sin humildad.
San Juan de la Cruz
Si no quieres sufrir no ames, pero si
no amas ¿para que quieres vivir?.
San Agustín
Es el amor lo que da precio a
todas nuestras obras; no es por la grandeza y
multiplicidad de nuestras obras por lo que agradamos a Dios, sino
por el amor con que las hacemos.
San Francisco de Sales
Tened por cierto el tiempo que
empleéis con devoción delante de este divinísimo Sacramento,
será el tiempo que más bien os reportará en esta vida y más
os consolará en vuestra muerte y en la eternidad. Y sabed que
acaso ganaréis más en un cuarto de hora de adoración
en la presencia de Jesús Sacramentado que en
todos los demás ejercicios espirituales del día.
San Alfonso María de Ligorio
No hay sufrimiento donde reina el amor,
pero si existe sufrimiento, el sufrimiento mismo se convierte en
objeto de amor.
San Agustín
La ley de Cristo, que se cumple en el
amor, nos obliga a procurar la salvación de las almas más que
la del cuerpo.
San Francisco de Asís
Dios ama a cada uno de nosotros, como
si sólo hubiera uno de nosotros.
San Agustín
El grado más perfecto de humildad es
complacerse en los menosprecios y humillaciones. Vale más
delante de Dios un menosprecio sufrido
pacientemente por su amor, que mil ayunos y mil disciplinas.
San Francisco de Sales
El que, por obediencia, se somete al
mal, está adherido a la rebelión contra Dios y no a la
sumisión.
San Bernardo
Todos los santos comenzaron su
conversión por la oración y por
ella perseveraron; y todos los condenados se perdieron por su
negligencia en la oración. Digo, pues, que la oración nos es
absolutamente necesaria para perseverar.
Santo Cura de Ars
Si el mundo va contra la verdad,
entonces Atanasio va en contra del mundo.
San Atanasio
¡Cuántos por el
Rosario han salido del pecado! ¡Cuántos han
llegado a la santidad! ¡Cuantos han conseguido con una muerte
dichosa, la salvación eterna!.
San Alfonso María Ligorio.
El amor no consiste en grandes cosas,
sino en tener grande desnudez y padecer por el
Amado.
San Juan de la Cruz
La humildad,
pues, nos perfecciona en lo que mira a Dios, y la mansedumbre
en lo que toca al prójimo.
San Francisco de Sales
Si hubiese en la Iglesia corazones
de madre en los sacerdotes, que amargamente
llorasen de ver muertos a sus espirituales hijos, el Señor, que
es misericordioso, les diría lo que a la viuda de
Naím: No llores. Y les daría
resucitadas las almas de los pecadores.
San Juan de Ávila
----------------------
Acte d'amour du Saint Curé d'Ars
Je vous aime, ô mon Dieu,
et mon seul désir est de vous aimer
jusqu'au dernier soupir de ma vie.
Je vous aime, ô Dieu infiniment aimable,
et j'aime mieux mourir en vous aimant
que de vivre un seul instant sans vous aimer.
Je vous aime, ô mon Dieu,
et je ne désire le ciel que pour avoir le bonheur
de vous aimer parfaitement.
Je vous aime, ô mon Dieu,
et je n'appréhende l'enfer que parce qu'on y aura jamais
la douce consolation de vous aimer.
Ô mon Dieu,
si ma langue ne peut dire à tout moment que je vous aime,
du moins je veux que mon cur
vous le répète autant de fois que je respire.
Ah ! Faites-moi la grâce de souffrir en vous aimant,
de vous aimer en souffrant,
et d'expirer un jour en vous aimant
et en sentant que je vous aime.
Et plus j'approche de ma fin,
plus je vous conjure d'accroître mon amour
et de le perfectionner.
Ainsi soit-il.
----------------------------------------------------
Es tan agradecido, que un alzar
de ojos con acordarnos de Él no deja sin premio.
Santa Teresa
Una lección del Doctor Angélico:
«Todas las obras de las virtudes no son meritorias ante Dios
sino cuando son hechas para obedecerle. Pues si uno padeciera
hasta el martirio, o diera a los pobres todos sus bienes, si no
lo ordenara al cumplimiento de la voluntad divina, lo cual
directamente pertenece a la obediencia, no tendría ningún
mérito: sería como si hiciera todo eso sin caridad ( 1 Cor 13,1-3);
no puede haber caridad sin obediencia» (Santo Tomás de Aquino: STh
II-II,104,3).
Otra lección del Doctor Angélico:
El honor no es el premio de la virtud por el que se esfuerzan los
virtuosos, sino que los hombres se lo tributan a modo de premio por
no tener nada mejor que dar. Pero el premio auténtico
de la virtud es la misma bienaventuranza, por la que se
esfuerzan los virtuosos. Si se esforzaran por el honor,
no habría virtud, sino ambición.
(Santo Tomás de Aquino. Publicado en ReL el 28 de enero de 2010
por Alfonso G. Nuño)
Cristiano es mi nombre, y católico mi
apellido (Christianus mihi nomen est; catholicus vero
cognomen). El primero me denomina, mientras que el otro me
instituye específicamente. De esta manera he sido identificado y
registrado
Cuando somos llamados católicos, es por esta
forma, que nuestro pueblo se mantiene alejado de cualquier nombre
herético
(San Paciano, obispo de Barcelona: Carta a Semproniano, hacia el
año 375).
La excelencia moral es resultado del
hábito. Nos volvemos justos realizando actos de justicia;
templados, realizando actos de templanza; valientes, realizando
actos de valentía.
Aristóteles.
"Hazme tan pequeño, tan pequeño pueda
entrar por la cerradura del sagrario y, una vez dentro, tan
grande tan grande, que no pueda salir"
San Manuel González, el obispo del sagrario abandonado.
Están pues muy equivocados los que creen
y esperan para la Iglesia un estado permanente de plena
tranquilidad, de prosperidad universal, y un reconocimiento
práctico y unánime de su poder, sin contradicción alguna; pero
es peor y más grave el error de aquellos que se engañan pensando
que lograrán esta paz efímera disimulando los derechos y los
intereses de la Iglesia, sacrificándolos a los
intereses privados, disminuyéndolos injustamente, complaciendo
al mundo en donde domina enteramente el demonio,
con el pretexto de simpatizar con los fautores de la novedad y
atraerlos a la Iglesia, como si fuera posible la armonía entre
la luz y las tinieblas, entre Cristo y el Demonio. Son éstos,
sueños de enfermos, alucinaciones que siempre han ocurrido y
ocurrirán mientras haya soldados cobardes, que
arrojen las armas a la sola presencia del enemigo, o traidores,
que pretendan a toda costa hacer las paces con los contrarios, a
saber, con el enemigo irreconciliable de Dios y de los hombres.
San Pío X
Retirarse ante el enemigo o callar cuando
por todas partes se levanta un incesante clamoreo para oprimir la
verdad, es actitud propia o de hombres cobardes o de hombres
inseguros de la verdad que profesan.
La cobardía y la duda son contrarias a la
salvación del individuo y a la seguridad del Bien Común, y
provechosas únicamente para los enemigos del cristianismo,
porque la cobardía de los buenos fomenta la audacia de los malos.
El cristiano ha nacido para la lucha (León XIII).
Existe una tendencia en las ideas y en la acción a excluir por completo a la Iglesia de la sociedad o a tenerla sujeta y encadenada al Estado. A este fin va dirigida la mayor parte de las medidas tomadas por los gobiernos. La legislación, la administración pública del Estado, la educación laica de la juventud, el despojo y la supresión de las Órdenes religiosas, la destrucción del poder temporal de los Romanos Pontífices, no tienen otra finalidad que quebrantar la fuerza de las instituciones cristianas, ahogar la libertad de la Iglesia católica y suprimir todos sus derechos (León XIII - Inmortale Dei)
No preguntéis quién es el enemigo; ni qué vestidos lleva. Éste se encuentra en todas partes y en medio de todos. Sabe ser violento y taimado. En estos últimos siglos ha intentado llevar a cabo la disgregación intelectual, moral, social, de la unidad del organismo misterioso de Cristo. Ha querido la naturaleza sin la gracia; la razón sin la fe; la libertad sin la autoridad; a veces, la autoridad sin la libertad. Es un enemigo que cada vez se ha hecho más concreto con una despreocupación que deja todavía atónitos: Cristo, sí; la Iglesia, no. Después: Dios sí, Cristo no. Finalmente el grito impío: Dios ha muerto; más aún, Dios no ha existido jamás. Y he aquí la tentativa de edificar la estructura del mundo sobre fundamentos que Nos no dudamos en señalar como a principales responsables de la amenaza que gravita sobre la humanidad: una economía sin Dios, un derecho sin Dios; una política sin Dios. El enemigo se ha preparado y se prepara para que Cristo sea un extraño en la universidad, en la escuela, en la familia, en la administración de la justicia, en la actividad legislativa, en la inteligencia entre los pueblos, allí donde se determina la paz o la guerra. Este enemigo está corrompiendo el mundo con una prensa y con espectáculos que matan el pudor en los jóvenes y en las doncellas, y destruye el amor entre los esposos. (Pío XII, alocución del 12-10-1952)
"La ley natural es, en definitiva, el único baluarte válido contra la arbitrariedad del poder o los engaños de la manipulación ideológica. El conocimiento de esta ley inscrita en el corazón del hombre aumenta con el crecimiento de la conciencia moral. Por tanto, la primera preocupación para todos, y en especial para los que tienen responsabilidades públicas, debería consistir en promover la maduración de la conciencia moral. Este es el progreso fundamental sin el cual todos los demás progresos no serían auténticos". (Benedicto XVI 12-2-2007).
San Felipe Neri era
confesor de san Camilo de Lelis y, como no creía en su
conversión, le hizo la vida imposible... San Alfonso Mª
de Ligorio estuvo a punto de expulsar de los
Redentoristas a san Gerardo Mayela, porque se creyó una
calumnia. San Jerónimo tuvo sus encontronazos con san
Ambrosio y el papa Dámaso le pidió que abandonara Roma.
Los errores humanos no desmerecen la santidad de todos
ellos. (http://www.gaceta.es/cigona/caso-livieres-apaga-04102014-1007). |
"Hineni, hineni, / Im ready,
my Lord" ["Aquí estoy, aquí estoy, / estoy
listo, mi Señor"].
(Leonard Cohen cantó esto en octubre de 2016;
aunque después dijo que pensaba vivir hasta los 120 años. Pero
falleció el 11.11.2016 a los 82).
"Toda la obra educativa tiene que ser sostenida por el amor, el cual se debe manifestar incluso en cada corrección, y no ha de ser sustituida en modo alguno por el miedo. Además, el medio educativo más eficaz no es la instrucción, sino el ejemplo vivo; sin él, todas las palabras son inútiles." (Edith Stein)
Ante la muerte anunciada, en vez del sobrenatural "muero porque no muero" de santa Teresa, nuestra naturaleza nos lleva al "si me dicen que me voy a morir en un breve plazo, me muero ya".
"Dos cosas te pido,
no me las rehuses antes de mi muerte:
aleja de mí la mentira
y la palabra engañosa;
no me des pobreza ni riqueza,
déjame gustar mi bocado de pan,
no sea que llegue a hartarme y reniegue,
y diga: ¿Quién es Dios?
No sea que, siendo pobre, me dé al robo,
e injurie el nombre de mi Dios" (Proverbios 30, 7-9)
El marxismo
denunciado como inhumano por Benedicto XVI "Una parte de la estrategia marxista es la
teoría del empobrecimiento: quien en una situación de
poder injusto ayuda al hombre con iniciativas de caridad
afirma se pone de hecho al servicio de ese
sistema injusto, haciéndolo aparecer soportable, al
menos hasta cierto punto. Se frena así el potencial
revolucionario y, por tanto, se paraliza la insurrección
hacia un mundo mejor. De aquí el rechazo y el ataque a
la caridad como un sistema conservador del statu quo.
En realidad, ésta es una filosofía inhumana.
El hombre que vive en el presente es sacrificado al Moloc
del futuro, un futuro cuya efectiva realización resulta
por lo menos dudosa. La verdad es que no se puede
promover la humanización del mundo renunciando, por el
momento, a comportarse de manera humana. A un mundo mejor
se contribuye solamente haciendo el bien ahora y en
primera persona, con pasión y donde sea posible,
independientemente de estrategias y programas de partido.
El programa del cristiano el programa del buen
Samaritano, el programa de Jesús es un «corazón
que ve». Este corazón ve dónde se necesita amor y
actúa en consecuencia" |
----------------------------------------
"Alfonso elaboró una doctrina sobre la gracia, basada en la oración que devuelve a las almas la tranquilidad de la confianza y el optimismo de la salvación. Escribió entre otras cosas "Dios no niega a nadie la gracia de la oración, con la cual se obtiene la ayuda para vencer toda concupiscencia y toda tentación. Y digo, y repito y repetiré siempre mientras tenga vida, que toda nuestra salvación está en la oración". De donde el famoso axioma: "El que reza se salva, el que no reza se condena" (S. Alfonso M. de' Liguori, Del gran mezzo della preghiera e opuscoli affini (Opere ascetiche, II), Roma 1962, pág 171). "La estructura de la espiritualidad alfonsiana podría reducirse a estos dos elementos: la oración y la gracia. Para San Alfonso, la oración no es un ejercicio primariamente ascético; es una exigencia radical de la naturaleza correlativa a la dinámica misma de la salvación. Y es evidente que este planteamiento hace comprender la importancia que la plegaria asume en la práctica de la vida cristiana como "el gran medio de la salvación". "El bien de la persona consiste en estar en la Verdad y en realizar la Verdad. La cultura contemporánea ha perdido en gran parte este vínculo esencial entre Verdad-Bien-Libertad y, por tanto, volver a conducir al hombre a redescubrirlo es hoy una de las exigencias propias de la misión de la Iglesia, por la salvación del mundo" [San Juan Pablo II, Discurso a algunos profesores de teología moral: AAS 78 (1986), pág. 1099. Permanece completamente actual al respecto todo lo que san Pablo VI dijo al capítulo general de la Congregación de los redentoristas el 22 de septiembre de 1967: cf. AAS 59 (1967), págs. 960-963]. (San Juan Pablo II: Carta Apostólica Spiritus Dominus en el II Centenario de la muerte de san Alfonso María de Ligorio, 1 de agosto de 1987) |
----------------------------------------
San Jerónimo precisa incluso, en su De
Viris Illustribus, cap. 3 (Migne, vol. XXIII, col.
613), que un ejemplar del Evangelio hebreo de Mateo se
encontraba todavía en su tiempo (en 392) en la biblioteca de
Cesarea"
(Jean Carmignac, La naissance des Évangiles synoptiques,
François-Xavier de Guibert, Quatrième édition, Paris 2007, p.
67, n. 22).
----------------------------------------------------------------------
A cada época la salva un pequeño
puñado de hombres que tienen el coraje de ser inactuales.
(G.K. Chesterton).
La Iglesia es intolerante en los principios porque cree; pero es tolerante en la práctica porque ama. Los enemigos de la Iglesia son tolerantes en los principios porque no creen; pero son intolerantes en la práctica porque no aman. (Reginald Garrigou-Lagrange, O.P.).
----------------------------------------------------------------------
Epíclesis: con la cual la Iglesia, por medio de invocaciones especiales, implora la fuerza del Espíritu Santo para que los dones ofrecidos por los hombres sean consagrados, es decir, se conviertan en el Cuerpo y en la Sangre de Cristo, y para que la víctima inmaculada que se va a recibir en la Comunión sirva para la salvación de quienes van a participar en ella.
Quinta Instrucción para la recta Aplicación de la Constitución sobre la Sagrada Liturgia del Concilio Vaticano II- Liturgiam authenticam (7 de mayo de 2001)
El 20 de marzo de 2001 fue aprobada por el Santo Padre, la Congregación para el Culto Divino la promulgó el 28 de marzo de 2001, fue publicada el 7 de mayo de 2001 y entró en vigor el 25 de abril de 2001.
La Instrucción 5ª sobre el uso de las lenguas populares en las ediciones de los libros de la liturgia romana de la Congregación para el Culto Divino del 28 de marzo de 2001 [publicada el 7 de mayo de 2001] establece:
"hay que tener en cuenta la debida consideración a la manera particular de expresarse que tiene cada lengua".
La quinta Instrucción dice que "el lenguaje de estos textos no es concebido, por lo tanto, como expresión, en primer lugar, de la disposición interior de los fieles, sino más bien, como palabra de Dios revelada".
Y el Suplemento dice que "se ha visto que las traducciones de los textos litúrgicos, en varios lugares, necesitan una mejora, ya sea mediante correcciones, ya sea mediante una nueva redacción".
Y que "las palabras... no se dirigen en primer lugar a reflejar las disposiciones internas de los fieles, sino a expresar unas verdades que superan las fronteras del tiempo y del lugar. Mediante estas palabras, Dios habla"
"la traducción de los textos debe ser conforme a la sana doctrina".
"es preciso que se evite toda expresión ambigua".
"es preciso que la "lex orandi" sea conforme con la "lex credendi", y manifieste y corrobore la fe del pueblo cristiano"
"que el lenguaje sagrado sea conforme a su contenido dogmático".
"Al elegir los editores, a los que se encomendará la impresión de los libros litúrgicos, se debe escoger con atención, para excluir a aquellos cuyos libros son claramente conocidos, por no conformarse al espíritu y a las normas de la tradición católica".
391. Compete a estas mismas Conferencias de Obispos examinar con particular solicitud las traducciones de los textos bíblicos que se usan en la celebración de la Misa. Pues de la Sagrada Escritura se toman las lecturas que se explican en la homilía, se cantan los salmos y de su espíritu e inspiración están embebidas las preces y los cantos litúrgicos, para que de ella reciban su significado las acciones y los signos.[151]
Empléese un lenguaje que responda a la capacidad de los fieles y que sea apto para la proclamación pública que conserve, sin embargo, las características propias de los distintos modos de hablar contenidos en los libros bíblicos.
392. Pertenece igualmente a la Conferencia de Obispos preparar con asiduo empeño la traducción de los otros textos que también, conservada la índole de cada lengua, reproduzca plena y fielmente el sentido primigenio del texto latino. En la realización de este trabajo es conveniente considerar los diversos géneros literarios que se emplean en la Misa, como son las oraciones presidenciales, las antífonas, las aclamaciones, los responsorios, las súplicas litánicas, entre otros.
Téngase presente que la traducción de los textos no mira en primer lugar a la meditación, sino más bien a la proclamación o al canto en el acto de la celebración.
Empléese un lenguaje acomodado a los fieles de la región y, sin embargo, noble y dotado de cualidad literaria, quedando en firme como siempre, la necesidad de alguna catequesis acerca del sentido bíblico y cristiano de algunas palabras y sentencias.
Sin embargo, es mejor que en las regiones que tienen un mismo idioma, en cuanto sea posible, haya una misma traducción para los textos litúrgicos, especialmente para los textos bíblicos y para el Ordinario de la Misa.[152]
[151] Cfr. Concilio Vaticano II, Constitución sobre la Sagrada Liturgia, Sacrosanctum Concilium, núm. 24.
[152] Cfr. Concilio Vaticano II, Constitución sobre la Sagrada Liturgia, Sacrosanctum Concilium, núm. 36, 3.
--------------------------------------------------------------------
Monitum del Santo Oficio,
el 30 de junio de 1962 sobre Teilhard de Chardin:
|
«En la persecución se cierra el mundo,
pero se abre el cielo. Amenaza el anticristo, pero protege Cristo.
Se inflige la muerte, pero sigue la inmortalidad. ¡Qué
gran dignidad y seguridad, salir contento de este mundo, salir
glorioso en medio de la aflicción y la angustia, cerrar en un
momento estos ojos con los que vemos a los hombre y al mundo,
para volverlos a abrir enseguida y contemplar a Dios y a Cristo!
Se te arranca repentinamente de la tierra, para colocarte en el
reino celestial»
(San Cipriano, Tratado a Fortunato cp. 13).