..Textos de Orlandis.....Artículos de Cristiandad de Barcelona.......Textos..........INDEX

ISAÍAS
(2ª parte, caps. 40-66)

Traducción de Ramón Orlandis, S. J., Revista Cristiandad de Barcelona. Año XXII, nº. 408, febrero de 1965

Carta al lector de Pablo López Castellote

Isaías (2ª parte, caps. 40-66), Traducción de Ramón Orlandis, S. J.

NOTA.
En el texto de esta traducción los números entre paréntesis corresponden a los capítulos y versículos; los ímpresos en negrita en el centro de las columnas señalan las estrofas, según el criterio del traductor.

JORNADA PRIMERA: LIBERACIÓN

I CUADRO PRIMERO
Preludio a todo el poema. Se divide en nueve grupos de estrofas, que señalamos con letras.

GRUPO A

Consuelo a Israel. Tres motivos de consuelo. Estrofa única

1

(Cap. 40, 1) Consolad, consolad a mi pueblo, dice vuestro Dios
(2) a Jerusalén, habladle al corazón,
y decidle a voz en cuello:
que ya se cumple su milicia,
que está expiada su maldad,
que de mano de Yahwé recibirá,
a trueque de sus culpas, bien doblado.

GRUPO B

Yahwé viene y hablará. Comprende de la estrofa 2 a la 4 ambas inclusive.

2

(3) Una voz está clamando:
Por el medio del desierto abrid camino a Yahwé;
trazad, cruzando la estepa, senda para nuestro Dios.

3

(4) Toda hondonada se alce,
y todo monte y collado se abaje;
sean las cuestas llanuras,
y lo quebrado planicie.

4

(5) Revelaráse la gloria de Yahwé,
y toda carne a porfía verá
que es la boca de Yahwé la que habla.

GRUPO C

El Verbo de Dios subsiste eternamente. Comprende de la estrofa 5 a la 7, ambas inclusive

5

Una voz va diciendo: Clama.
y responden: ¿Qué debo clamar?

6

Hierba es toda carne,
y toda su gloria es cual flor del campo;

(7)

sécase la hierba, cáese la flor,
si el aliento de Jahwé sopla en ella.

7

-En verdad es hierba el pueblo-
(8) Sécase la hierba, cáese la flor,
mas la Palabra de nuestro Dios subsiste eternamente

GRUPO D

La Buena Nueva. Comprende de la estrofa 8 a la 11, ambas inclusive

8

(9) Súbete a un monte elevado
la que traes buenas nuevas a Sión;
alza con fuerza tu voz,
la que a Jerusalén anuncias bienes;

9

álzala, no hayas temor;
dirás a las ciudades de Judá:
aquí tenéis a vuestro Dios.

10

(10) Mirad cual va llegando poderoso
Jahwé nuestro Señor;
ved cómo en pro de Él reina su Brazo.

11

Trae consigo su galardón
y ante su faz el estipendio.
(11) Apacienta su grey como pastor
y con su Brazo la congrega,
trae en el seno los corderillos,
y a las paridas rige y defiende.

GRUPO E

¿Quién como Jahwé? Su poder y su sabiduría. Comprende de la estrofa 12 a la 17, ambas inclusive.

12

(12) ¿Quién ha medido los mares
con la palma de la mano?
¿o quién a palmos
computó los cielos?

13

¿o quién con tres de sus dedos agotó el polvo de la tierra?
¿o pesó en la romana los montes,
o en la balanza los collados?

14

(13) El Espíritu de Jahwé ¿quién lo sondea?
¿quién es el consejero que le enseña?
(14) ¿con quién se aconsejó que le instruyera?

15

¿Quién le enseñó la senda de lo justo,
y le infundió la ciencia?
¿Quién el camino de la prudencia
le hizo saber?

16

(15) He aquí que las naciones se reputan ante Él
cual la gota del pozal,
cual el polvo en la balanza;
y las islas cual polvillo las levanta.

17

(16) El Líbano no da abasto para el fuego,
ni sus animales para el holocausto.
(17) las naciones ante Él son como nada;
valen lo que la nada y el vacío.

GRUPO F

La idolatría sacrilegio absurdo. Comprende la estrofa 18 a la 21, ambas inclusive.

18

(18) A Dios ¿con quién le comparáis?
¿Qué imagen le pondréis en parangón?

19

(19) Funde el ídolo un artífice
y con oro el orfebre lo recubre,
con cadenas de plata lo engalana.

Del cap. 41 vv. 6, 7.

20

(41, 6) Ayuda el uno a su camarada
y a su hermano dice: "valor";
(41, 7) el fundidor al forjador anima,
el pulidor al que bate en el yunque,
y de la soldadura dice: "bien está",
y fija al dios con clavos, no tambalee.

Prosigue el cap. 40.

21

(20) El pobre para su ofrenda
toma un leño incorruptible,
le busca artífice sabio,
y el ídolo ya fijado queda inmoble.

GRUPO G

Soberanía de Dios en la tierra y en los hombres. Comprende de la estrofa 22 a la 25, ambas inclusive.

22

(21) ¿ Por ventura lo ignoráis?
¿por ventura no lo oís?
¿No fue en gracia de vosotros
si se os predijo desde un principio?
¿Acaso no comprendisteis
cómo se fundó la tierra?

23

(22) Él se asienta sobre el orbe de la tierra,
y son sus habitantes cual langostas;
Él extiende los cielos como un velo,
y los despliega como tienda do se habite.

24

(23) Él reduce los potentes a la nada,
y a los jueces de la tierra los anula.

25

(24) Apenas plantados, apenas sembrados,
apenas arraiga su tronco en la tierra:
cuando Él ya en ellos sopla y secos quedan,
y cual paja se los lleva el huracán.

GRUPO H

Soberanía de Dios en el cielo. Comprende las estrofas 26 y 27.

26

(25) ¿Con quién me comparáis como a un igual?
dice el que es Santo.
(26) A lo alto alzad los ojos;
mirad quien lo creó

27

Él pone en marcha su ejército contado,
y a cada uno llama por su nombre.
Inmenso es su poder,prócer su fuerza,
y así ninguno falla (al llamamiento).

GRUPO I

Desconfianza de Israel. Comprende de la estrofa 28 a la 31, ambas inclusive

28

(27) Jacob ¿qué vas diciendo? ¿qué charlas, Israel?
"A Yahwé le es oculto mi camino,
se le escapa mi derecho a nuestro Dios".

29

(28) ¿No sabes, no has oído,
que es Jahwé el Dios eterno?
¿el que crea los confines de la tierra,
no se cansa ni fatiga
e insondable es su saber?

30

(29) Él es quien da vigor al fatigado,
y a quien nada puede le da grandes fuerzas;
(30) los mancebos se fatigan y se cansan,
y los mozos tambalean y se caen.

31

(31) Los que en Yahwé confían
recobrarán Ias fuerzas;
levantarán el vuelo cual las águilas,
correrán sin fatigarse y marcharán sin cansarse.

CUADRO SEGUNDO

Doble liberación: Ciro y el Mesías.

ESCENA PRIMERA

Comprende de la estrofa 1 a la 5, ambas inclusive. Los gentiles emplazados con sus dioses. Llamamiento de Ciro; sus victorias.

1

(Cap. 41, 1) Islas, oídme en silencio,
los pueblos cobren vigor.
Comparezcan y luego hablarán,
juntémonos a juicio de consuno.

2

(2) ¿Quién le evocó del lado de Levante?
La justicia a sus plantas le llamó;
en su presencia rinde pueblos
y soberanos le avasalla;

3

los da como polvo a su espada
y a su arco cual tamo volátil;
(3) los persigue y avanza en sosiego
por sendas que sus pies jamás pisaron.

4

(4) ¿Quién lo hizo y consumó?
El que evoca las edades desde el punto de partida
Yo Jahwé soy el primero;
y en lo final soy el mismo.

5

(5) Lo ven las islas y temen,
los confines de la tierra se estremecen,
y se allegan y presentan.

ESCENA SEGUNDA

Comprende de la estrofa 6 a la 18, ambas inclusive. Victorias milagrosas prometidas a Israel humillado. Gusanillo de Jacob, residuos de Israel.

6 (8) Y tú, Israel, siervo mío, Jacob, a quien Yo elegí, prosapia de Abraham amigo mío.

7

(9) Yo te tomé de los lindes de la tierra, y desde sus fronteras te llamé. Yo a ti te dije: "Tú eres mi siervo"; Yo te elegí, jamás te rechacé.

8

(10) Tú no te asustes, que estoy contigo; tú no te azores: Yo soy tu Dios. Yo te conforto, Yo te socorro; de mi justicia con la diestra te sostengo.

9

(11) Mira cual se avergüenzan y confunden cuantos ardían en rabia contra ti: serán cual si no fueran, perecerán los de tus pleitos.

10

(12) Irás en busca de ellos y no los hallarás, a los de tus contiendas; serán cual si no fueran, anulados serán los de tus guerras.

11

(13) Yo Soy Yahwé tu Dios, soy quien te tiene asido de la diestra; el que te dice: no tengas miedo, Yo vengo en tu socorro.

12

(14) No temas gusanillo de Jacob, residuos de Israel; Yo soy en tu ayuda, palabra de Yahwé; Yo soy tu redendor, el Santo de Israel.

13

(15) Un trillo haré de ti cortante, nuevo, en dientes poderoso; montañas hollarás y las triturarás, y pondrás los collados como tamo.

14

(16) Tú los aventarás, se los llevará el viento, y el torbellino los esparcirá. y sentirás regocijo en Yahwé, en el Santo de Israel te gloriarás. Consuelo y promesas a los afligidos.

15

(17) A los afligidos, a los indigentes, que buscan agua y no la hay, su lengua está reseca por la sed, Yo Jahwé les escucho, Yo, el Dios de Israel, no les dejo.

16

(18) Yo alumbro ríos en los cerros y en las planicies manantiales; haré del yermo estanques de agua, y del secano haré hontanar.

17

(19) Yo pondré cedros en la estepa, y acacias, mirtos y olivos; Yo en el desierto plantaré cipreses, y olmos y bojes juntamente.

18

(20) Para que vean, sepan y adviertan, y lleguen de una vez a comprender que la mano de Jahwé es la que obra, que el Santo de Israel es quien lo crea. 31

ESCENA TERCERA

Comprende de la estrofa 19 a la 22, ambas inclusive. Proceso y condenación de los ídolos.

19

(21) Aprontad vuestro proceso, dice Jahwé, alegad vuestras defensas, dice el rey de Jacob.

20

(22) Aportadlo y prenunciad lo que está a punto de ocurrir... De lo vetusto ¿Qué predijisteis? pongamos en ello nuestra mente y averigüemos vuestro suceso.

19

(21) Aprontad vuestro proceso, dice Yahwé, alegad vuestras defensas, dice el rey de Jacob.

20

(22) Aportadlo y prenunciad lo que está a punto de ocurrir... De lo vetusto ¿Qué predijisteis? pongamos en ello nuestra mente y averigüemos vuestro suceso.

21

Hacednos escuchar lo que vendrá; (23) decidnos qué vendrá en lo futuro, y conoceremos que sois dioses.

22

Haced algo, ya bueno, ya malo, y observaremos y veremos de una vez... (24) Ya se ve que vosotros nada sois, que vuestras obras son nulidad, y el que os elige abominable.

ESCENA CUARTA

Comprende de la estrofa 23 a la 36, ambas inclusive. De Ciro al Mesías. Nuevos vaticinios

Ciro.

23

(25) Le evoco desde el Norte y comparece; desde do nace el sol mi nombre invoca; pisotea los sátrapas cual lodo, tal como el alfarero huella el barro.

24

(26) ¿Quién del principio le anunció -sepámoslo-
de tiempo atrás? y diremos: exacto.
No hay quien le anuncie,
no hay quien le proclame,
no hay quien oyera vuestras palabras.

El Mesías a Jerusalén.

25

(27) Lo Capital para Sión: hedlo ya aquí, hedlo ya aquí:
mando a Jerusalén quien le dé buena nueva,
(28) y persona no hallo, no hay entre ellos consejero;
y les pregunto, y el dicho me devuelven.

26

(29) Todos son vanidad, sus obras nulidad,
viento y vacío sus ídolos vacíos.

El Mesías alianza del pueblo, luz de las naciones.

27

(Cap. 42, 1)

Aquí mi siervo está, Yo le sostengo;
es mi elegido, mi alma en El se agrada;
por amparo mi Espíritu le otorgo;
promulgará lo justo a las naciones.

28

(2) No gritará ni elevará la voz,
ni en la plaza la hará oír;
(3) no romperá la caña machacada,
ni extinguirá la mecha que se apaga
.

29

Según verdad promulgará lo justo,
(4) sin cansancio ni premura,
en tanto implante lo justo en la tierra
y las islas aguarden su ley.

30

(5) Dios Yahwé así habla, el que crea y extiende los cielos, y dilata la tierra y sus brotes, y al pueblo que la habita le da el aire, el aliento a los que andan sobre ella:

31

(6) Yo soy Yahwé, que te llama en justicia; de la mano te tengo y te defiendo; Yo a Ti te doy por alianza al pueblo, para luz a las gentes;

32

(7) para abrir a los ciegos los ojos y sacar de la cárcel al preso, del calabozo al que mora en tinieblas.

33

(8) Yo soy Yahwé, éste es mi nombre. Yo mi gloria a otro alguno no daré, ni mi honor a unas estatuas.

34

(9) Las cosas antiguas mirad como llegan; son nuevas las cosas que ahora os anuncio; antes que despunten os las hago oír.

Himno de alabanza y acción de gracias.

35

(10) Entonad a Yahwé cántico nuevo, su loor desde los límites del mundo, los que el mar navegáis, lo que lo llena, las islas, los que allí tienen morada.

36

(10) Alcen la voz desiertos y ciudades, los campamentos do Cedar se aloja, los habitantes de Selah jubilen, de las cumbres los montes voceen, (12) a Yahwé dése gloria, su alabanza predíquese en las islas.

CUADRO TERCERO

Jahwé iusticiero y libertador.

ESCENA PRIMERA

Indignación de Jahwé, en guerra contra los perversos. Comprende de la estrofa 1 a la 5.

1

(Cap. 42, 13) Yahwé cual héroe avanza, a fuer de guerrero despierta su ardor; lanza una voz de guerra, voz vibrante, y muestra su poder al enemigo.

2

(14) Callé por largo tiempo, fui como sordo y me contuve; como la que da a luz ora grito y suspiro, y respiro jadeante.

3

(15) Devastaré. montañas y collados, y secaré la lozanía de las plantas; en erial convertiré los ríos, dejaré en seco los estanques.

4

(16) Haré marchar los ciegos por un camino ignoto, y les haré pisar senderos ignorados; ante su faz haré de las tinieblas luz, de lo escarpado llano.

5

Todo cuanto Yo digo así lo cumpliré y no les dejaré.

ESCENA SEGUNDA

Israel castigado. Inesperado cambio de visión. Comprende de la estrofa 6 a la 13, ambas inclusive.

6

(17) Atrás, atrás, cúbranse de vergüenza cuantos confían en lo esculpido, y los que dicen al metal fundido: vosotros, nuestros dioses.

7

(18) ¡Oh los sordos, escuchad! ¡los ciegos, mirad y ved! (19) ¿Quién ciego si no mi siervo? ¿Quién sordo cual mi legado?

8

¿Quién ciego cual lo es mi amigo? ¿ciego cual el siervo de Yahwé? (20) Mucho viste, más no atiendes; abierto el oído, no oye.

9

(21) En su justicia Yahwé le fue propicIo, engrandeció y ennobleció la ley.

10

(22) ¡Y este pueblo depredado y saqueado! ¡todos ellos apresados en cavernas! ¡encerrados en mazmorras! ¡ya del pillaje no hay quien les libre! ¡ya despojados, no hay quien diga: restituye!

11

(23) ¿Quién de vosotros al oír esto, piensa y escucha para más tarde?

12

(24) ¿Quién entregó a Jacob al pillaje, e Israel a los saqueadores? ¿No fue Jahwé contra el cual hemos pecado? y por sus caminos no quisieron ir, ni atendieron a su ley

13 (25) Y derramó sobre ellos el ardor de su ira, la fuerza de la guerra. y ardió en torno de él y no lo ha comprendido, y el fuego prendió en él y no reflexionó.

ESCENA TERCERA

Alientos y promesas a Israel. Comprende de la estrofa 14 a la 21, ambas inclusive

14

(Cap. 43, 1) Mas ahora Yahwé habla así: el que a ti te ha creado, Jacob, el que a ti te ha formado, Israel:

15

nada temas, que Yo te he redimido; te he llamado por tu nombre, tú eres mío.

16

(2) Cuando pases por las aguas, contigo estaré, cuando traspases los ríos no te engullirán cuando andes por el fuego no prenderá en ti y las llamaradas no te abrasarán;

17

(3) porque Yo soy Yahwé, Yo soy tu Dios, Yo el Santo de Israel, tu Salvador.

18

Por tu rescate Yo he dado Egipto, Etiopía y Sabá a trueque tuyo. (4) Porque tienes valor a mis oios, eres noble y por ti siento amor, a trueque tuyo Yo entrego al hombre, y por tu alma pueblos enteros.

19

(5) Tú nada temas; contigo estoy. Yo traeré de levante tu progenie, y desde Poniente te aunaré.

20

(6) Yo intimo al Norte: entrega; y al Mediodía: no retengas; haz venir a mis hijos desde lejos, a mis hijas desde los términos del mundo.

21

(7) A cuantos se apellidan con mi nombre para mi gloria Yo los creo, Yo les doy forma, Yo los consumo.

CUADRO CUARTO

Excluido el Israel rebelde, Yahwé pone por testigo de Sí mismo al Mesías y al Israel creyente.

ESCENA PRIMERA

Nueva reunión de las naciones. Sólo Jahwé es Dios. Comprende de la estrofa 1 a la 6, ambas inclusive.

1

(8) Haz tú salir al pueblo ciego que tiene ojos, y a los sordos que tienen oídos. (9) Júntense en asamblea las naciones, reúnanse los pueblos.

2

¿Quién hay entre ellos que anuncie estos hechos, y de lo vetusto nos dé audición?

3

Presenten testigos y ganen el pleito; oigan y hablen en verdad. (10) Mis testigos sois vosotros, -palabra de Yahwé y mi siervo al cual elegí.

4

Para que sepáis y fe me prestéis, para que entendáis que Yo soy Aquel. Ningún Dios se ha forjado antes de Mí, ni otro alguno jamás existirá.

5

(11) Yo soy, Yo soy Jahwé, fuera de Mí no hay salvador. (12) Yo anuncio, Yo salvo, Yo me hago oír, y no hay entre vosotros dios extraño. Vosotros sois mis testigos --oráculo de Jahwé-, y Yo soy Dios.

6 (13) Yo lo soy desde que el día es día, y no hay quien libre de mi mano. Pongo por obra, y ¿quién lo estorbará?

ESCENA SEGUNDA

Predicción de la caída de Babilonia. Comprende de la estrofa 7 a la 10, ambas inclusive.

7

(14) Así habla Jahwé, el que os redime, el Santo de Israel: En gracia de vosotros contra Babel Yo mando, y hago bajar a todos en huida, ¡y endechas de caldeos en las naves!

8

(15) Yo soy Jahwé, santidad vuestra, el creador de Israel, vuestro Rey.

9

(16) Esto dice Jahwé, el que abre camino en el mar, y en las aguas potentes, sendero;

10

(17) Quien hace que salgan carros y corceles, tropas y capitanes a la vez; ¡Yacen para no alzarse, cual pábilo se apagan y se extinguen!

ESCENA TERCERA

Nuevos prodigios en favor de Israel. Comprende las estrofas 11, 12, 13.

11

(18) No recordéis lo antiguo, no paréis mientes en lo vetusto; (19) mirad cual realizo cosas nuevas. Ya van despuntando, ¿no lo echáis de ver?

12

Pongo de nuevo camino en el desierto Y ríos en el yermo; (20) las bestias silvestres me enaltecerán, los chacales y los pollos de avestruz;

13

porque doy aguas en el desierto y ríos en el yermo para que beba mi pueblo escogido. (21) El pueblo que me formé dirá mis alabanzas.

ESCENA CUARTA

Amargas quejas de Yahwé. Comprende de la estrofa 14 a la 19, ambas inclusive.

14

(22) Mas tú, Jacob, no me invocabas cuando conmigo, Israel, trabajabas. (23) No me traías la oveja de tu holocausto, ni con tus sacrificios me dabas gloria.

15

No gravé con tributo tu servicio; jamás te di fatiga por aromas, (24) caña aromática no me compraste con tu dinero.

16

No me saciaste con la grosura de sacrificios, antes con tus pecados me esclavizaste, y me diste fatiga con tus maldades.

17

(25) Yo soy, Yo soy Aquél que borró por mi causa tus rebeldías; y de tus delitos no me acordaré

18

(26) Hazme memoria; los dos disputemos. Relata tú a ver si te sinceras. (27) Tu padre, el primero, cometió pecado; contra Mí se sublevaron tus intérpretes.

19

(28) y a los príncipes del santuario degradé, y entregué Jacob al anatema, y a Israel a los ultrajes.

ESCENA QUINTA

Reiteración y aclaración de las promesas. Comprende de la estrofa 20 a la 24.

20

(Cap. 44, 1) Escúchame tú ahora, Jacob, siervo mío, Israel, mi elegido.

21

(2) Así habla Jahwé, el que te hizo y te formó, y desde el seno te auxilió: nada temas, siervo mío Jacob. Israllico a quien he elegido.

22

(3) Verteré aguas en lo sediento y arroyuelos en lo reseco, y sobre tu simiente derramaré mi Espíritu, y sobre tus brotes mi bendición.

23

(4) Y crecerán como en medio de un prado, cual sauces plantados a la vera del agua corriente.

24

(5) Dirá éste: yo soy de Yahwé; el nombre de Jacob tomará aquél; inscribirá en su mano aquel otro: "de Yahwé", y hará gala del nombre de Israel.

CUADRO QUINTO

Condenación sarcástica de la idolatría.

ESCENA UNICA

Afirmación de la unicidad de Dios.

1

(6) Así habla Yahwé, el rey de Israel, su redentor, Yahwé de los Ejércitos: Yo soy el primero, Yo soy el postrero, y fuera de Mí no hay otro Dios.

2

(7) ¿Quién como Yo clama y lo anuncia, y en orden me lo pone, desde que un pueblo eterno instituí? Digan a ellos lo que está viniendo, lo que está por llegar.

3

(8) No tembléis ni os espantéis; ¿por ventura desde entonces no te lo hice escuchar y lo predije? Vosotros sois mis testigos: ¿Hay acaso otro Dios fuera de Mí? Que Yo sepa no hay refugio.

Los idólatras en la picota.

4

(9) Cuantos fabrican ídolos son todos oquedad, lo que les enamora de nada sirve, y los que en favor de ellos dan testimonio nada ven, nada saben, avergüéncense.

5

(10) ¿Quién es que forma un dios, que fragua un ídolo, cosa inservible? (11) Ved cómo sus cofrades se cubren de vergüenza. Salen de entre los hombres los artífices, y habrán todos de juntarse y presentarse, y a la par Ilenaránse de terror y de vergüenza.

6

(12) Aguza el herrero una lima, trabájala en la fragua, fórjala a martillazos. y con brazo vigoroso la moldea. Siente hambre y le faltan las fuerzas agua no bebe y se siente agotado.

7

(13) El que esculpe en madera tiende la regla, y va trazando con el punzón, la va vaciando con el escoplo, la configura con el compás y la termina en figura de varón, de hermoso hombre que en casa more.

8

(14) Al cortarle los cedros, encina y roble coge, y muestra su vigor entre los árboles del bosque.

9

Allí plantara pinos y la lluvia los hizo crecer; (15) sirven al hombre para hacer fuego;. de ellos toma una parte y se calienta, otra parte la enciende y cuece pan; por fin un dios fabrica y lo venera, un ídolo se hace y ante él se postra.

10

(16) La mitad ardió en el fuego, con la otra come carne, hace un asado y se harta, y al calentarse va repitiendo: bien me caliento, bien siento el fuego.

11

(17) Ya cuanto queda es para el dios, y se hace el ídolo y ante él se postra, y lo venera y le suplica y va diciendo: líbrame, pues que eres mi dios.

12

(18) Nada saben, nada entienden; que, grasientos los ojos, no pueden ver, y, el corazón grasiento, no hay ser prudente.

13

(19) No paran mientes, ni saben ni entienden para decir: la mitad quemé en el fuego e hice pan sobre las brasas; asé carne y la comí, y hago el resto... lo abominable. ¡Un tronco de árbol voy a adorarl

14

(20) Nutrido de ceniza, el corazón iluso les extravía. No salvará su alma, pues no sabrá decirse: "¿Si será embuste lo que en la diestra tengo?"

Nueva invitación a Israel.

15

(21) Recuerda estas cosas, Jacob, Israel, dado que eres mi siervo: Yo te he formado a ti para mi siervo; Israel, no te olvides de Mí.

16

(22) Yo borro cual nublado tus rebeliones, y como nube tus pecados; vuélvete a Mí, que Yo te he redimido.

Himno eucarístico.

17

(23) Cantad, oh cielos, las hazañas de Yahwé, resonad, cavidades de la tierra, estallad en cantares, montañas; y la selva con todos sus árboles, porque. redime Jahwé a Jacob, y en Israel tiene su gloria.

CUADRO SEXTO

Ciro y el Mesías: su misión salvadora. Se reparte en dos grupos de escenas: A y B.

A. Ciro

ESCENA PRIMERA

Comprende las cuatro primeras estrofas. Yahwé habla a Sión

Destrucción de la idolatría mágica de Babilonia.

1

(24) Así dice Jahwé tu redentor, el que te forma desde el seno: Yo soy Yahwé, el que todo lo hace, Quien despliega los cielos por Sí solo, Quien extiende la tierra sin ayuda.

2

(25) Quien malogra los prodigios engañosos, Quien a los adivinos entontece, y a los sabihondos hace volver grupas, y a su ciencia la enloquece.

Restauración de Jerusalén por Ciro.

3

(26) Quien confirma la palabra de su siervo, y a sus enviados les prospera el plan; dice a Jerusalén: sé habitada, a las ciudades de Judá: sed restauradas, y sus ruinas erigiré.

4

(27) El que dice al abismo: queda en seco, y dejo en seco tus ríos; (28) el que apellida a Ciro: mi pastor, y él todos mis designios cumplirá, diciendo a Jerusalén: sé restaurada, y al templo: sé cimentado.

ESCENA SEGUNDA

Comprende de la estrofa 5 a la 11, ambas inclusive. Yahwé habla a Ciro: le recuerda los favores que le ha hecho y lamenta que no lo haya reconocido

5

(Cap. 45, 1) Así habla Yahwé a Ciro, ungido suyo, a quien sostengo de la diestra: para postrar ante él a las naciones, desceñiré los lomos de los reyes;

6

para abrir ante él las entradas, y cerradas las puertas no quedarán, (2) Yo ante tu faz caminaré, y los rodeos enderezaré.

7

Yo las puertas de bronce quebrantaré, y las barras de hierro haré pedazos; (3) Yo en las tinieblas te daré tesoros, y en lo oculto riquezas ignoradas;

8

para que sepas que yo soy Yahwé, que quien te llama por tu nombre es el Dios de Israel.

9

(4) Por amor de mi siervo Jacob, de mi elegido Israel, Yo a ti te llamé por tu nombre, te apellidé y no me has conocido.

10

(5) Yo soy Yahwé, y no hay más, fuera de Mí no existe Dios; Yo te ciño y no me has conocido. (6) Para que sepan do nace el sol y do se pone que no hay Dios fuera de Mí; Yo soy Yahwé y nadie más.

Condenación de la idolatría pérsica.

11

(7) Soy quien forja la luz y crea las tinieblas, soy quien hace la paz y crea el mal; Yo soy Yahwé el hacedor de todo

B. El Mesías

ESCENA PRIMERA

El Mesías profetizado. Estrofas 12 a 15, ambas inclusive.

12

(8) Rociad, cielos, desde la altura; que las nubes destilen justicia, que la tierra se entreabra y frutos dé de salvación, que a su vez sea fecunda la justicia. Yo Jahwé lo he creado.

Orgullo y celos de Israel.

13

(9) ¡Ay de aquel que pleitea contra su autor!
-¡tiesto entre los tiestos de la tierra!-
¿Dirá la arcilla al alfarero: qué es lo que haces?
¿dirá tu obra: no tiene manos?

14

(l0) ¡Ay de aquel que a su padre dice: a qué engendrar! ¡Y a su madre le dice: a qué parir! (11) Esto dice Yahwé, el Santo de Israel, quien le formó: ¡lo porvenir inquieren sobre mis hijos! ¿en la obra de mis manos me mandaréis?

15

(12) Quien ha hecho la tierra soy Yo, y sobre ella al hombre Yo creé. Yo con mis manos extendí los cielos, y a todo su ejército doy leyes.

ESCENA SEGUNDA

Comprende las estrofas 13 a 31. Contestación a los celos de Israel: el Mesías salva a Israel y a todo el género humano

16

(13) Yo en justicia le suscito y regiré todas sus rutas; El es quien mi ciudad levantará y quien libertará mis desterrados no por rescate ni por presentes, dice Jahwé de los Ejércitos.

17

(14) Esto dice Jahwé: El trabajo del Egipto y los lucros de Etiopía y los sabeos de alta talla, hasta ti pasarán, para ti habrán de ser, irán en pos de ti;

18

pasarán encadenados, ante ti se postrarán, y te dirán suplicantes: sólo contigo está Dios, y no hay más divinidad.

19

(15) A fe que Tú eres Dios oculto, el Dios de Israel salvador; (16) y están todos en vergüenza y confusión, y marchan afrentados los fabricantes de ídolos.

20

(17) Israel será salvo por Yahwé, salud eterna; no seréis confundidos ni afrentados en los siglos sin fin;

21

(18) que así habla Jahwé el que crea los cielos, aquel que es Dios, el que forma la tierra y la consuma y la cimenta

22

No la creó para el vacío; para ser habitada la plasmó. Yo soy Yahwé y no hay otro.

23

(19) Yo no he hablado en escondite, ni en un lugar obscuro de la tierra; Yo no he dicho a la estirpe de Jacob: buscadme en vano. 24 Yo soy Yahwé que hablo en justicia, que anuncio rectitud; (20) juntaos y acudid y juntos acercaos, los evadidos de entre las gentes.

25

No tienen seso los que llevan en hombros el leño de su ídolo, ni los que van rezando a un dios que no salva.

26

(21) Invitadles y atraed les y deliberen en junta: ¿Quién hizo saber esto desde un principio y desde aquel entonces lo prenunció?

27

¿No soy yo por ventura Jahwé, y ningún otro es dios fuera de Mí? Dios justo y salvador, sólo soy Yo.

28

(22) Miradme a Mí y seréis salvos, confines todos de la tierra; que Yo soy Dios y ningún otro

29

(23) Por Mí mismo lo he jurado; de mi boca salió la justicia, la palabra que no retrocede.

30

Que toda rodilla se me doblará, que por Mí jurará toda lengua; (24) sólo en Yahwé, dirán de Mí, se halla justicia y hay fortaleza.

31

A Él acudirán y serán afrentados cuantos se enardecieron contra Él. (25) En Yahwé será justa y gloriosa la estirpe toda de Israel.

CUADRO SEPTIMO

Fin del Imperio de Babilonia.

ESCENA PRIMERA Estrofas 1 a 11, ambas inclusive.

Los ídolos de Babilonia, vencidos, van al destierro.

1

(Cap. 46, 1) Bel se desploma, Nebo tambalea; sus simulacros que en hombros llevabais para bestias y acémilas son carga fatigosa.

2

(2) Tambalean y desplómanse a la par, no han podido salvar ni tan sólo su fardo, y aún su numen mismo marcha al cautiverio.

Yahwé reitera sus quejas y sus promesas.

3

(3) Oídme a Mí, oh casa de Jacob, los restos todos de la casa de Israel; los que acogí desde el materno seno, vosotros que ya al nacer alcé en mis brazos:

4

(4) hasta vuestra vejez seré Yo el mismo, hasta vuestra canicie quiero a cuestas llevaros; Yo os he hecho, Yo os sostengo, Yo a cuestas os llevo, Yo os voy a librar.

5 (5) ¿Con quién me comparáis? ¿Con quién me igualaréis? ¿y me pondréis en parangón como a un igual?

6

(6) De la bolsa vierten oro, pesan plata en la balanza, pagan a un orfebre y un dios les fabrica, y postrados le adoran.

7

(7) Tómanlo en hombros y lo trasladan, en su lugar lo ponen y allí se queda, Jamás de allí se moverá; a gritos le suplican y no responde, a nadie salvará de sus apuros. 8

(8) Haced de esto memoria, sed varoniles; entrad, oh pecadores, en vuestro corazón, (9) tened en la memoria lo que desde lo eterno es capital:

9

que Yo soy Dios y que no hay otro, Dios soy y nadie es como Yo; (10) Yo al principio ya predigo lo del fin, y muy de antemano lo que aún no está hecho.

Ciro contra Babilonia.

10

Yo digo: mi designio surgirá, y todo cuanto quiero realizo. (11) Yo llamo al Águila desde Levante, desde la lejanía al hombre de mi plan; lo he decretado, le hago venir, lo he ideado, lo cumpliré.

11

(12) Oídme a Mí los espíritus fuertes los que estáis lejos de la justicia; (13) Yo aproximo mi justicia, lejos no está, y mi salud no tardará; Yo en Sión daré salud y a Israel mi majestad.

ESCENA SEGUNDA

Elegía irónica sobre Babilonia. Estrofas 12 a 24, ambas inclusive.

12

(Cap. 47, 1)

Baja y siéntate en el polvo,
virgen hija de Babel;
asiéntate en la tierra,
que ya no tienes trono,
hija de los caldeos;
ya no te llamarán la delicada, la voluptuosa

13

(2) Toma la muela y muele harina,
aparta el velo, alza la falda,
muestra la pierna, pasa los ríos,
(3) al descubierto quede tu desnudez,
y hasta se vea tu ignominia.

14

Venganza tomaré y con nadie haré pacto: (4) -Quien nos rescata ha por nombre Yahwé Sabaot, el Santo de Israel- (5) Asiéntate en silencio, penetra en las tinieblas, hija de los caldeos; ya no te llamarán emperatriz de reinos.

15

(6) Airéme contra mi pueblo y degradé mi heredad; entreguélos en tus manos, los trataste sin piedad; sobre el anciano cargaste tu pesadísimo yugo.

16

(7) Y decías: para siempre jamás seré señora; y no paraste mientes en aquello: de tus postrimerías no te acordaste.

17

(8) Escúchalo tú ahora, la regalada, la que en confianza estás sentada, la que vas en tu alma diciendo: sólo yo y nadie más, no moraré en la viudez y no me veréis sin hijos.

18

(9) De repente en sólo un día te vendrán estos dos males: te invadirá la viudez y la total soledad; no te valdrán tus impostores ni el poderío de tus agoreros.

19

(l0) Obrabas mal y vivías confiada, e ibas diciendo: no hay quién me vea. Sabiduría y ciencia te extraviaron, y te ibas diciendo a ti misma: sólo yo y nadie más.

20

(11) Sobre ti viene tal mal que no sabrás de su aurora; sobre ti cae un infortunio que no podrás expiar; sobre ti llega de improviso una tormenta que no conoces.

21

(12) Quédate ahí con tus hechizos y con tus muchas imposturas con que desde la infancia te has cansado. Podrás tal vez ayudarte; quizá te harás de temer.

22

(13) Estás débil de tanta consulta; que te acudan ahora y te salven los que miden el cielo, los que observan los astros, los que te hacen saber por las lunas lo que te ha de venir.

23

(14) Helos que son cual tamo, el fuego los abrasa, no salvarán la vida de mano de la llama. No hay brasa do calentarse no hay hogar ante el cual asentarse.

24

(15) Así fueron contigo, al sentir tu fatiga, los que contigo desde tu infancia mercadearon; cada cual vaga por su lado, no hay quien te salve.

ESCENA TERCERA

Dios intenta convencer a los israelitas de nombre y duros de cerviz con el anuncio de nuevas profecías. Comprende las estrofas 25 a 34 ambas inclusive.

25

(Cap. 48, 1) Oídlo, casa de Jacob, los llamados con el nombre de Israel, los que salen de las aguas de Judá, los que juran por el nombre de Yahwé y del Dios de Israel hacen memoria, mas sin verdad y sin justicia:

26

(2) de la ciudad santa toman el nombre, y en el Dios de Israel buscan apoyo; es su nombre Yahwé Sabaot.

27

(3) Lo vetusto desde entonces lo predije, brotó de mis labios y lo hice oír; de improviso actué y sucedió.

28

(4) Por saber Yo que tú eres duro, que es tu cerviz barra de hierro, y que es de bronce tu frente, (6) Yo te lo anuncié de tiempo atrás, antes del suceso te lo hice oír.

29 No sea que dijeras: "Las hizo mi ídolo, mi estatua, mi imagen fundida lo ordenó". Tú has oído todo esto, ¿no vas a admitirlo?

30

Desde ahora te anuncio cosas nuevas, cosas reservadas que no conoces; (7) se van creando ahora, no en lo pasado, antes de ahora nada has oído.

31

No vayas a decirnos: yo ya lo sabía. (8) Tú jamás lo oiste, jamás lo supiste, ni desde antes el oído se te abrió.

32

Bien sé Yo lo muy pérfido que eres, que desde el seno de tu madre tu nombre es "Rebelde".

Victoria de la bondad de Dios sobre la perfidia de Israel.

33

(9) Por mi nombre refreno la ira, por mi gloria frente a ti me cohíbo, y no llego a destruirte.

34

(10) Yo te he fundido y en ti no hallo plata; Yo te elijo en el crisol de la aflicción; (11) por mi amor, por mi amor Yo lo hago, ¡cuán escarnecido fuera mi nombre! Yo mi gloria a otro alguno no daré.

ESCENA CUARTA

El anuncio de la venida del Mesías, máximo testimonio de la vanidad de la astrología caldea. Estrofas 36 a 45.

35

(12) Escúchame a Mí, Jacob; Israel, a quien Yo llamo; Yo soy el mismo, soy el primero, soy el postrero. (13) Mi mano fundó la tierra, mi diestra tendió los cielos. Yo les llamo y juntos todos se presentan.

Yahwé presenta el Mesías ante los iudíos.

36

(14) Juntaos vosotros todos y escuchad; ¿quién hay entre ellos que tales sucesos haya presenciado?

37

Yahwé le amó, cumplirá su designio en Babel; y su Brazo en los caldeas. (15) Yo soy, Yo soy quien ha hablado, Yo quien le ha llamado, Yo quien le introduce, Yo quien prospera su camino.

Habla el Mesías a los judíos.

38

(16) Acercaos a Mí, oíd lo que Yo digo, jamás desde un principio hablé en lo oculto; desde el tiempo que ello fue, allí Yo estaba, y ahora Yahwé mi dueño envíame y su Espíritu.

ESCENA QUINTA

Yahwé manifiesta a su pueblo los frutos que les reportaría la aceptación del Mesías.

39

(17) Así habla Jahwé, tu redentor,
el Santo de Israel:
Yo soy Jahwé tu Dios,
Quien te amaestra para tu bien,
Quien te endereza por el camino
por do has de andar.

40

(18) ¡Oh si atendieras a mis mandatos!
Como un río sería tu paz,
y tu justicia cual las olas de la mar.

41

(19) Tu descendencia fuera cual arena,
y lo nacido en tu seno
cual lo nacido en el seno de la mar.
Jamás pereciera ni fuera talado
tu nombre ante Mí.

La liberación.

42

(20) Salid de Babel, huid de los caldeos, anunciad lo y pregonadlo con voz de alegría, esparcidlo hasta los límites del mundo;

43

decid: Jahwé ha redimido a su siervo Jacob, (21) ni padecieron sed en el desierto por do les hizo andar;

44

aguas de la roca sacó para ellos, hendida la roca, manaron las aguas. (22) Nada de paz, dice Jahwé, a los impíos.

 

JORNADA SEGUNDA: "EXPIACION"

CUADRO PRIMERO

El Mesías -Siervo de Yahwé- rechazado por el pueblo israelita, será alianza del mismo pueblo con Yahwé, y luz de las naciones.

ESCENA PRIMERA

El Mesías habla a los gentiles. Primera misión apostólica del Mesías en el orden social: la restauración de las tribus de Israel y su conversión a Yahwé. Fracaso y desaliento del Mesías. Yahwé le consuela y le amplía su misión a todo el mundo. Le promete y profetiza el éxito: la conversión a Yahwé del mundo gentil, la conversión de Israel.

1

(1) Islas, escuchadme a Mí; atended, pueblos de la lejanía; Jahwé me llamó desde el seno, desde el vientre de mi Madre me nombró.

2

(2) Como espada afilada hizo mi boca, cobijóme a la sombra de su mano, hizo de Mí una aguda saeta, y dentro de su aljaba me ocultó.

3

(3) y me dijo: Israel, Tú eres mi siervo, en Ti pongo Yo mi gloria, (4) Yo repuse: ha sido en vano mi fatiga; en la nada y en el viento mis fuerzas he consumido. A fe que mi derecho está en Jahwé, en mi Dios mi galardón.

4

(5) Mas ahora me dice Yahwé, que en el seno me formó a ley de siervo para hacer que a Él vuelva Jacob. (Mas, ¡ay que Israel no se congrega!) En los ojos de Jahwé mi gloria está y es mi Dios toda mi fuerza.

5

(6) y Él me dice Poco es para Mí ser tú mi siervo, para que las tribus de Jacob me restablezcas, y a los salvados de Israel me hagas volver; Yo te doy para luz a las naciones, y que seas mi salud hasta los términos del mundo.

6

(7) Así habla Yahwé, el que a Israel redime, su santidad, al despreciado de alma, abominable al pueblo, siervo de poderosos: "Veránte reyes y de pie se te pondrán"; "veránte príncipes y ante Ti se postrarán", "por gracia de Jahwé que te es fiel", "del Santo de Israel que te ha elegido".

7

(8) Así habla Yahwé: "En el tiempo de favor Yo te escuché, "y en el día de salud "Yo te conforto y te defiendo.

8

"Por alianza al pueblo Yo te doy "a fin de restaurar el territorio", "y repartir heredades desoladas", (9) "y decir a los presos: salid", "y a los que en tinieblas moran: descubríos".

ESCENA SEGUNDA

Alegre vuelta de los cautivos israelitas, predicha por Yahwé. Cántico de júbilo.

9

En los caminos serán pastoreados y en todos los eriales tendrán pastos. (10) No tendrán hambre ni tendrán sed, ni el resistero del sol les dañará. Que quien les ama les será guía, y a manaderos de agua les llevará.

10

(11) De todos mis montes haré camino y todas mis calzadas se alzarán. (12) Ved cómo éstos llegan de lejos y aquellos otros del norte y del mar, y los otros del país de los Sinim.

11

(13) Jubilen los cielos y. exulte la tierra,· rompan los montes en cantos alegres, porque a su pueblo consuela Yahwé y siente en sus penas ternura y dolor.

CUADRO SEGUNDO

Nueva y maravillosa fecundidad de Sión. Su liberación de la tiranía.

ESCENA PRIMERA

Sión se siente olvidada, abandonada y repudiada; Jahwé la consuela prometiéndole un nuevo esplendor y una maravillosa fecundidad

1

(14) Dice Sión: "Yahwé me abandonó; el Señor me ha dejado en el olvido". (15) ¿Olvidará la mujer a su niñito? ¿del niño de su seno no habrá piedad?

2

Olvidárase la madre de su hijo; nunca jamás Yo de ti me olvidaría, (16) ¡Si en la palma de mi mano te he grabado! ¡Si tus muros están siempre ante mis ojos!

3

(17) Ya se dan priesa los que van a restaurarte, y cuantos te arruinaron y asolaron de ti huyen. (18) Alza en torno tus ojos y mira: todos aquellos van agrupándose para allegársete.

4

Por vida mía, ¡palabra de Yahwé! de todos ellos te vestirás cual de atavío y te los ceñirás a fuer de novia.

5

(19) ¡Y tus ruinas y tus escombros y lo arrasado del país! Sobrado estrecha eres a tus avecinados ¡afuera vayan los que te estaban devorando!

6

(20) Y al oído te dirán, los hijos de tu abandono: angosto me es este lugar, cédeme espacio donde more.

7

(21) Y tú a ti misma te dirás: ¿Quién me ha parido a todos estos? ¡yo la sin hijos, yo la infecunda! ¡la desterrada, la desechada!

8

¿Quién a estos me ha criado, a mí que solitaria me quedé? y todos estos ¿do paraban?

9

(22) Así habla Yahwé nuestro Señor: Ve cual alzo mi mano ante las gentes, y cual izo ante los hombres mi pendón; y van trayendo en brazos a tus hijos, y son tus hijas en hombros aportadas.

10

(23) Serán tus ayos soberanos, y princesas tus nodrizas. Postrados de bruces te harán homenajes y lamerán el polvo de tus plantas: y sabrás que Yo soy Jahwé, y no se abochornan los que en Mí confían

ESCENA SEGUNDA

Dudas de los israelitas. Respuesta de Yahwé ante las dudas de su poder salvador.

11

(24) ¿Que se arranque la presa al prepotente? ¿que se evada el cautivo del tirano?

12

(25) Tal es lo que afirma Yahwé: Sí, arrancaráse la presa al prepotente, y escapará al tirano su botín.

13

Yo contra tus contrarios lidiaré, Yo a los que son tus hijos salvaré. (26) A quien te veje haré comer sus propias carnes, y de su sangre se embriagarán como de mosto.

14

y toda carne entenderá que Yo soy Yahwé tu salvador, tu Redentor, el fuerte de Jacob

ESCENA TERCERA Si Yahwé ha repudiado a Sión, no ha sido por capricho, ni a su gusto, sino por los pecados de los hiios de Sión. Yahwé ha acudido a Israel y éste no ha respondido. Poder de Yahwé

15

(Cap. 50, 1) Así habla Yahwé: ¿Do está el libelo de divorcio, con el cual Yo a vuestra madre repudiara? De mis acreedores, ¿a cuál os entregué?

16

¡Ay! que por vuestras maldades fuisteis vendidos, y fueron vuestros crímenes por los que vuestra madre fue despedida.

17

(2) ¿Por qué al ir Yo a vosotros nadie venía? ¿Por qué cuando os llamaba no respondíais? ¿Tan corta es ya mi mano que no rescate? ¿O es que en Mí ya no hay fuerzas para salvar?

18

Con sola mi amenaza, la mar Yo seco y de los ríos hago un desierto, y faltos de agua hieden sus peces muertos de sed. (3) Yo revisto los cielos de negro Yo los pongo de luto

CUADRO TERCERO

El Siervo de Jahwé, paciente en las iniurias y vencedor en el litigio, marca la división entre el Israel temeroso de Jahwé y el rebelde.

ESCENA PRIMERA

El Mesías, alumno de Jahwé, acepta como venidos de Él, los malos tratos e iniurias de los judíos perversos.

1

(4) Nuestro Señor Yahwé me da lengua de alumno que sepa con palabras dar fuerza al débil. Despierta a la alborada, despierta ya mi oído para que escuche como alumno.

2

(5) Nuestro Señor Yahwé me abre el oído yo no resisto, atrás no me hago; (6) mi espalda entrego a los que azotan, y mis mejillas a los que mesan; mi faz no escondo ni a insultos ni a esputos.

3

(7) Nuestro Señor Yahwé me da su auxilio, y así no quedo abochornado y hago de mi rostro un pedernal, y sé que en confusión no quedaré.

El Siervo de Jahwé litiga victoriosamente con sus enemigos.

4

(8) Está cabe a Mí quien me hace justicia. ¿Quién litiga conmigo? aboquémonos ambos; ¿quién es el demandante? aproxímese a Mí.

5

(9) Nuestro Señor Jahwé me da su auxilio; ¿quién hay que me condene? todos ellos se deshacen cual la ropa, comerá los la polilla.

Invitación a la conversión. Promesas a los buenos y condenación de los malos.

6

(10) ¿Hay entre vosotros quien tema a Jahwé al oír la voz de su Siervo? Quien ande en tinieblas privado de luz, que confíe en el nombre de Jahwé, que estribe en su Dios

7

(11) ¡Ay! que vosotros todos prendéis un fuego, los que os armáis de flechas incendiarias; entraos en la hoguera de vuestro fuego, por medio de las flechas que incendiasteis. De mi mano este mal os llegará y entre tormentos yaceréis.

ESCENA SEGUNDA

Promesas de Yahwé a los que van en su busca. La justicia y la salud. Eternidad de estos bienes.

8

(Cap. 51, 1)

Oídme a Mí los que en pos vais de la justicia,
cuantos andáis en busca de Yahwé.

9

Mirad la roca de do fuisteis excavados,
y el hueco de la roca de do fuisteis extraídos.
(2) Mirad a Abraham, que es vuestro padre,
y a Sara, la que os dio a luz.

10

Que a él sólo le llamé, y a él bendije y a él multipliqué. (3) Tal a Sión da consuelos Yahwé, y tal a sus destrozos da consuelo.

11

De su desierto haré un edén, de su erial un jardín de Yahwé; gozo y alegría en ella se hallará, y loores y son de cantares.

12

(4) Ponme atención, oh pueblo mío, oh mi nación, préstame oído, porque mi ley de Mí saldrá y para luz de las gentes el derecho fijaré.

Justicia y salud.

13

(5) Está cercana mi justicia, y mi salud va despuntando, y mis brazos a los pueblos juzgarán. En Mí las islas pondrán su confianza, y estarán aguardando mi brazo

Eternidad de estos bienes.

14

(6) Alzad los ojos a los cielos y desde abajo mirad a la tierra; que los cielos desharánse como el humo, desgarraráse la tierra como ropa, y los que en ella viven al igual perecerán; mas mi salud durará eternamente, y mi justicia jamás se arredrará.

15

(7) Oídme, sabedores de justicia, oh pueblo, en cuyo corazón está mi ley; no temáis los ultrajes de los hombres; y no os aterroricen sus insultos: (8) como ropa roerá los la polilla, y su larva roerá los como lana; mas mi justicia será eterna, y por edades de edades mi salud.

CUADRO CUARTO

El Mesías -Brazo de Yahwé- es el salvador de su pueblo y mensajero del reino de Yahwé.

ESCENA UNICA

Se desenvuelve en cuatro grupos de estrofas y un epílogo, de los cuales los tres primeros comienzan con las mismas palabras y cada uno de los grupos encierra un avance en la idea total

GRUPO A

Sión implora el auxilio del Brazo de Yahwé.

1

(9) ¡Despierta ya, despierta, y ármate de vigor, oh Brazo de Yahwé!; ¡despierta ya, como en antiguos tiempos, en edades vetustas!

2

¿No fuiste tú quien destrozó a Rahab, quien traspasó al dragón? (10) ¿No fuiste tú el que secó la mar, aguas del grande abismo, y en el seno del mar abrió camino, paso a los rescatados?

Yahwé promete a Sión la liberación. Reprende su desconfianza y cobardía y prenuncia la ruina del tirano.

3

(11) Los rescatados de Yahwé regresarán y jubilosos a Sión arribarán; sobre su frente perenne regocijo, les toca en suerte el gozo y la alegría, huyen la pena y el gemido.

4

(12) Yo soy, Yo soy quien os consuela; ¿quién eres tú que andas así miedosa de un hombre a morir destinado, de un hijo de hombre efímero cual hierba?

5

(13) Y olvidas a Yahwé que es tu Hacedor, el que extiende los cielos, el que funda la tierra, y andas en todo momento temblorosa ante la furia del opresor cuando se apresta a destruirte.

6

¿A dónde para la furia del tirano? (14) presto el que anda encorvado será libre, no morirá en la fosa ni el pan le faltará.

Yahwé habla al Mesías como instrumento para la liberación de Sión.

7

(15) Yo soy Yahwé tu Dios; Yo espanto al mar y muje su oleaje; Yahwé Sabaot es su nombre.

8

(16) Yo pongo mis palabras en tu boca; a la sombra de mi mano te cobijo para plantar los cielos, para fundar la tierra, para decir a Sión: "tú eres mi pueblo".

GRUPO B

Yahwé promete traspasar la copa del castigo que ha tenido que apurar Sión a los tiranos que la están oprimiendo.

9 (17) ¡Despiértate, despiértate! ¡Yérguete ya Jerusalén!, la que has bebido de la mano de Yahwé la copa de su enojo; la copa rebosante que da el vértigo, bebiste hasta apurarla.

10 (18) No hay guía para ti entre los hijos que has dado a luz; ni hay quien de la mano te sostenga de cuantos hijos has criado.

11 (19) Dos son los males con que has chocado. ¿Quién contigo se conduele? Asolamiento y ruinas, hambre y espada; ¿Cómo te aliviaré?

12 (20) Yacen tus hijos en tinieblas por el cabo de todas las calles, cual gacela cazada en la red. Ahítos están ellos de la ira de Yahwé: del enojo de tu Dios.

13 (21) Oye, pues, lo que te digo, oh desdichada. la que andas ebria y no de vino. (22) Así habla tu dueño, Yahwé: hará juicio tu Dios a su pueblo.

14 Yo quitaré de tu mano la copa que te da vértigo; la copa desbordante de mi ira no más la beberás.

GRUPO C Yahwé habla a Sión para infundirle espíritu de alegría con que se prepare para el día, ya próximo, en que Él mismo le dirá: "Aquí estoy yo"

16 (Cap. 52, 1) ¡Despierta ya, despierta!; ¡ármate de tu fuerza, oh tú, Sión! ¡Viste ya tu atuendo de gala, Jerusalén, ciudad de santidad!; jamás entrará ya en ti ni incircunciso ni impuro.

17 (2) Sacúdete ya el polvo, levántate y asiéntate, oh tú, Jerusalén. Suelta las ligaduras de tu cuello, cautiva hija de Sión.

18 (3) Así habla Yahwé nuestro Señor: de balde fuisteis vendidos y sois sin plata rescatados.

19 (4) Que así habla Yahwé: A Egipto en un principio mi pueblo descendió para morar allí, y sin motivo Asur le violentó.

20 (5) Mas ahora ¿qué es lo que me toca? palabra es de Yahwé: que mi pueblo fue prendido sin razón, y sus amos van aullando, palabra es de Yahwé, y mi nombre en todo tiempo sin cesar es insultado. 21 (6) y entonces en aquel día el pueblo mío sabrá mi nombre pues por Mí mismo Yo les diré: "Aquí estoy Yo".

GRUPO D El Mesías -Brazo de Yahwé- evangeliza la venida de Yahwé a Sión y su reinado de paz. Yahwé revela su Brazo. Himno de alegría y acción de gracias

22 (7) ¡Qué hermosos son sobre los montes los pies del mensajero que la paz proclama, y da la buena nueva, y anuncia la salud, del que dice a Sión: "tu Dios ya reina"!

23 (8) ¡Voz de los centinelas! ¡Alzad la voz! ¡A porfía dad gritos de júbilo! Que están viendo de ojo en ojo el retorno a Sión de Yahwé.

HIMNO

24 (9) Romped de consuno en voces de júbilo vosotros, escombros de Jerusalén; pues consuela a su pueblo Yahwé y redime a Jerusalén.

25 (10) Pues descubre Yahwé su Brazo santo a la vista de todas las gentes, y los confines de la tierra verán todos la salud de nuestro Dios

EPILOGO

26 (11) Quitad, quitad, salid de allí; nada impuro toquéis; salid de en medio de ella, purifkaos, los que portáis los vasos de Yahwé.

27 (12) Pues no saldréis en tropel ni marcharéis como en fuga; que a vuestro frente va Yahwé, y a vuestra espalda el Dios de Israel.

CUADRO QUINTO

El Mesías -el Siervo, el Brazo de Yahwé-, víctima de expiación. Frutos saludables de su sacrificio.

ESCENA PRIMERA Yahwé habla con el pueblo de Israel sobre el sacrificio del Mesías. Enaltecimiento del Mesías maltratado. Le acatan pueblos y reyes

1 (13) Hete aquí que prospera mi siervo se alza y se eleva y se encumbra a lo alto.

2 (14) Lo mismo que ante ti muchos se espantan, tal ante el destrozo de su rostro, que ni es de varón tal ante su figura que ni de hijo de hombre.

3 (15) y así Él rociará naciones populosas, y ante Él los reyes cerrarán los labios al ver lo que jamás se les dijera, al contemplar lo que jamás oyeran.

El pueblo confiesa su error y sus pecados. Reconoce al Mesías víctima como su Salvador y redentor.

4 (Cap. 53, 1) ¿Quién hay que otorgue fe a lo que oímos? El Brazo de Yahwé ¿a quién se ha revelado? (2) Él sube ante su faz cual arbolillo, y a modo de raíz de tierra seca.

5 No hay en Él hermosura ni elegancia, le miramos y no le hallamos ni belleza ni atractivo; (3) despreciado y postergado entre los hombres, varón de penas y que sabe de dolor; porque de nosotros su rostro ocultaba fue ultrajado y en nada le tuvimos.

6 (4) La verdad es que Él sobre Sí tomó nuestras dolencias y que con nuestras torturas Él cargó. Nosotros le tuvimos por leproso, por herido de Dios, por miserable.

7 (5) Herido, sí, lo está por nuestros crímenes y por nuestros pecados quebrantado. La pena sobre Él que nos da paz, y por sus cardenales nos sanamos.

8 (6) Nosotros todos como ovejas divagamos, la mira puesta cada uno en su camino; mas Yahwé sobre Él impelió el delito de todos nosotros.

9 (7) Él, vejado, se somete; y jamás abre la boca; cual cordero fue llevado al sacrificio, y cual oveja ante aquel que la trasquila, se hizo el mudo y jamás abrió la boca.

Yahwé confirma la creencia de que el Mesías ha muerto por los pecados de su pueblo. Indicación concentrada de los premios prometidos al Mesías y de los bienes sobrenaturales que su sacrificio hace al mundo.

10 (8) De violencia y de condena fue la presa, y ¿hubo en aquella edad quien meditara que al ser Él arrancado de la tierra de los vivos, fue su herida por el crimen de mi pueblo?

11 (9) Una tumba entre malvados se le diera; mas, ya muerto, cabe el rico es su morada; porque nunca injusticia cometió, y en su boca no hubo fraude.

12 (10) A Yahwé plugo quebrantarle en el dolor, y si inmolare su vida como hostia de pecado, Él verá su progenie y prolongará sus días y prosperará en sus manos el designio de Yahwé.

13 (11) Por el trabajo de su alma Él verá, y se saciará con su ciencia; el Justo, mi servidor, a muchos dará justicia, y con sus crímenes Él cargará.

14 (12) Por eso le daré en lote muchedumbres, y Él partirá a los fuertes en botín, pues hasta la muerte prodigó su vida y entre los criminales fue contado, y tomó los pecados de muchos y por los malvados intercedió.

ESCENA SEGUNDA Fecundidad maravillosa de la Sión redimida por el Mesías y acogida de nuevo para siempre por Yahwé.

15 (Cap. 54, 1) Vibre tu voz, la estéril que no pares; rompe en cantares y chilla, la que no sientes las congojas pues son más los hijos de la desolada; que fueron los hijos de la maridada, dice Yahwé.

16 (2) Ensancha más el espacio de tu tienda, tiéndase el cortinaje de tu toldo; no escasees, refuerza las cuerdas, afirma los mátiles,

17 (3) que a la diestra y a la siniestra irrumpirás, y tu prole las naciones obtendrá y poblarán ciudades destruidas.

18 (4) Tú no te asustes que no te afrentarás, no te avergüences, que nada torpe harás; que tu ignominia juvenil olvidarás, y tu oprobiosa viudez no más recordarás.

19 (5) Pues tu Esposo es tu Hacedor, Yahwé Sabaot es su nombre; y tu Redentor, el Santo de Israel, es llamado el Dios de todo el mundo.

20 (6) Como mujer abandonada y de espíritu abatido te está llamando Yahwé; esposa de juventud, ¿cómo será repudiada? dice tu Dios.

21 (7) Por un breve momento te dejé, mas en lo grande de mi amor te amaré; (8) en un momento de ira mi faz por un momento te oculté, y en mi piedad eterna contigo me enternezco, dice Yahwé, tu Redentor.

Juramento de Yahwé.

22 (9) Lo que en las aguas de Noé me pasa ahora: juré Yo entonces que aquellas aguas de Noé nunca jamás la tierra invadirían; tal juro ahora no irritarme contra ti, ni jamás recriminarte.

23 (10) Aunque cedan las montañas y los collados vacilen el favor que yo te he dado no se alejará de ti; y la alianza de mi paz jamás vacilará, dice Yahwé, que te ama tiernamente.

ESCENA TERCERA Opulencia y hermosura de la nueva Sión. Yahwé su defensor.

24 (11) Pobrecita, combatida por tormentas, sin consuelo: Yo recostaré tus piedras sobre brillante mortero, te cimentaré en zafiros.

25 (12) Tus almenas haré de rubíes y tus puertas de carbunclos, y todos tus linderos de piedras preciosas.

26 (13) Y tus hijos serán todos discípulos de Yahwé. Será grande la paz de tus hijos, (14) y sobre la justicia consolidada.

27 Lejos de ti la tiranía, que nada tendrás que temer; y lejos de ti la ruina que a ti no se acercará.

28 (15) ¿Ves cual se trama una liga? De Mí ello no vendrá. Quien contra ti conspirare delante de ti caerá.

29 (16) Yo soy Quien crea al herrero, el que sopla en el fuego las ascuas, y saca el arma para forjarla. Yo creo al destructor para asolar.

30 (17) Toda arma forjada contra tí, fracasará; toda lengua que se alce contra ti, tú en el juicio la condenarás.

31 Tal es la herencia de los siervos de Yahwé, y la justicia que a ellos de Mí viene. Oráculo de Yahwé.

CUADRO SEXTO

El Mesías, nuevo David, príncipe y preceptor de los pueblos.

Invitación a los indigentes.

(Cap. 55, 1) ¡Ah! Todos los sedientos, venid a las aguas; los que plata no tenéis, venid también. Comprad y comed, venid y comprad sin plata y sin dispendio el vino y la leche.

2 (2) ¿Por qué gastáis la plata y no en el pan, y las fatigas y no para hartura? Oídme, oídme a Mí y comed de lo bueno, y vuestra alma gozará de suculento manjar.

La alianza eterna.

3 (3) Inclinad vuestro oído y veníos a Mí, oíd y vuestra alma vivirá; y pactaré con vosotros eterna alianza, las gracias de David indefectibles.

4 (4) Yo a los pueblos le he dado por testigo, Príncipe y legislador sobre los pueblos. (5) Pueblo que no conoces llamarás; pueblo que te desconoce correrá hacia Ti, por gracia de Yahwé, que es tu Dios, del Santo de Israel que te enaltece.

5 (6) Buscad a Yahwé, cuando es dado encontrarle; invocadle en tanto que está cerca; (7) deje el malvado sus caminos, y el varón vano sus pensamientos, y vuélvase a Yahwé que le hará gracia, a nuestro Dios que es grande en perdonar.

Eficacia de las palabras de Yahwé.

6 (8) Pues ni mis pensamientos son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos son mis caminos. Oráculo de Yahwé.

7 (9) Tal como sobre la tierra se encumbra el cielo; así sobre vuestros caminos, mis caminos, sobre vuestros pensamientos, mis pensamientos.

8 (10) Y cual baja la lluvia y la nieve del cielo y allá no retorna, mas abreva y fecunda la tierra y la hace brotar, y da semilla para el que planta y pan para el que come,

9 (11) así sucede con mi Palabra, con la que sale de mi boca: Ella no vuelve a Mí baldía, sino que cumple cuanto Yo quiero, y aquello prospera a que La mando.

La liberación.

10 (12) Sí, que saldréis con alegría, y que seréis en paz llevados. Ante vosotros montes y collados prorrumpirán en cantos de alegría.

11 (13) Donde hay espinares crecerán cipreses, y donde ortigales, arrayán, y a Yahwé le será para renombre, monumento eternal, indestructible.

CUADRO SÉPTIMO Llamamiento a los extraños. La casa de Jahwé, casa de oración para todos los puelolos.

1 (Cap. 56, 1) Así habla Yahwé: Guardad el derecho, obrad la justicia, que mi salud está próxima a llegar, y mi justicia a revelarse.

2 (2) Dichoso el hombre que tal obrare, y el hijo de hombre que en ello estribe, que observe el sábado sin profanarlo, y guarde su mano de obrar lo malo.

3 (3) Y no diga el hijo de extranjero, si está adherido a Yahwé, no diga: ¡Ay que Yahwé me excluye de su pueblo! Tampoco diga el eunuco: ¡ay que soy un árbol seco!

4 (4) Porque así habla Yahwé: a los eunucos que guardan mis sábados y que eligen según mis designios, y que estriban en mi alianza:

5 (5) Yo a éstos les daré, dentro de mi casa y mis murallas, una mano y un nombre de más valía que no los hijos y las hi¡as, un nombre eterno les daré Yo, indestructible.

6 (6) Y a los hijos de extranjero, adheridos a Yahwé para servirle, y amar el nombre de Yahwé y ser sus siervos, a todo el que sin profanarlo guarde el sábado, y a aquellos que estriben en mi alianza,

7 (7) Yo les haré entrar en mi santa montaña, les daré goces en mi casa de oración; sus holocaustos y sacrificios serán aceptos sobre mi altar; porque mi casa, casa de oración será llamada para todos los pueblos.

8 (8) Oráculo de Yahwé nuestro Señor, que junta a los expulsos de Israel, a los en torno de Él ya congregados, otros aún congregaré.

CUADRO OCTAVO El Mesías --el Justo- muere.

ESCENA PRIMERA Actitud de los próceres de Israel ante la muerte del Justo.

1 (9) ¡Ah de las bestias del campo! Venid todas a comer, bestias todas de la selva.

2 (10) Todos sus centinelas están ciegos, no tienen seso; son todos perros mudos, ladrar no pueden.

3 Soñando están en cama, les place sestear, (11) y los tales perros, espíritus fuertes, no saben de hartura.

4 ¡Y estos son los pastores que ni saben pensar! Todos vueltos los ojos a su camino; cada uno a su lucro desde su punto.

5 (12) ¡Venid, que logro vino; ¡a henchirnos de licor! y será como hoy el mañana, muy grandes son los restos.

6 (Cap. 57, 1) Fenece el Justo y sobre su corazón nadie lo pone. Son los buenos cosechados y no hay persona que comprenda:

7 frente a la maldad fue el justo cosechado, (2) y en paz se ausenta. Reposa en el sepulcro quien anduvo en lo justo.

8 (3) Venid acá vosotros hijos de bruja, prole de adúltero y ramera. (4) ¿De quién hacéis escarnio? ¿a quién abrís esa bocaza? ¿a quién sacáis la lengua?

9 ¿Es que no sois progenie de pecado y raza de embusteros, (5) que os inflamáis entre los terebintos, bajo la copa de un árbol frondoso? ¿No degolláis a los niñitos cabe el torrente, en la hendidura de las rocas?

ESCENA SEGUNDA Invectivas contra Sión pecadora.

10 (6) En los lisos guijarros del torrente tienes la herencia: son ellos, son ellos tu lote: sí, a ellos derramaste libación y ofrendas presentaste. ¿Aún con esto me habré de aguantar?

11 (7) Sobre un monte orgulloso y erguido pusiste tu cubil; y hasta allá a lo alto subías, afanosa de sacrificar.

12 (8) y detrás de la puerta y los postes fijaste tu divisa; y así, lejos de Mí, te rebelabas y remontabas y ensanchabas el lecho;

13 y pactabas en tu favor de parte de ellos; amabas sus cubiles y observabas la mano.

14 (9) Con aceites al rey le vas rondan,jo y multiplicas tus ungüentos; y envías a lo lejos mensajeros, y caíste hasta el infierno. 15 (10) Con tus muchos andares te fatigas, mas no dijiste "basta", vida en tu mano hallabas, por esto no enfermaste. 16 (11) ¿De quién tuviste pánico y temor cuando Mas de Mí no te acordaste, [mentías? y dentro del corazón no me tenías. ¿No estuve Yo callando tiempo y tiempo? y así no Me temías. 17 (12) A denunciar Yo voy tu justicia y tus obras que de nada te van a servir. 18 (13) Cuando clames, tus compañías te liberarán. Llevaráse el viento a todos ellos; un solo soplo les haré suyos.

ESCENA TERCERA Reiteración misericordiosa de las promesas. "No hay paz para los impíos"

19 (13 ad.) Mas quien confíe en Mí heredará la tierra, poseerá mi santo monte.

20 (14) Y dijo: Allanad, allanad, abrid camino, quitad tropiezos del camino de mi pueblo; (15) que así habla el que es alto y sublime, el que habita en lo eterno su nombre es santidad:

21 Yo habito en lo alto y en lo santo, y en los de espíritu contrito y humillado, para dar vida al espíritu humillado, para dar vida al corazón contrito.

22 (16) Que no litigo eternamente, y no me enojo para siempre, pues el espíritu en mi presencia desfallece, y las almas por Mí mismo las he hecho.

23 (17) Por lo inicuo de sus lucros me enojé, y le herí ocultándome en mi enojo; anduvo rebelado por las sendas de su antojo.

24 (18) Yo veo sus derroteros, Yo le sanaré y le guiaré y le daré de nuevo mis consuelos a él y a los que con él se conduelen.

25 (19) Yo creo el fruto de los labios: "Paz al lejano y al cercano", dice Yahwé, y Yo le sanaré.

26 (20) Los malvados son mar en tormenta que no puede amansarse; y sus aguas revuelven lodo y cieno. Nada de paz, pronuncia nuestro Dios, a los impíos.

JORNADA TERCERA: BIENES MESIANICOS

CUADRO PRIMERO

ESCENA PRIMERA C. 58-59, 8 Yahwé manda al ¿Profeta? que denuncie al pueblo sus pecados y su rebeldía

1 (1) Clama tú a voz en cuello, sin refrenarte, alza la voz a guisa de trompeta, y a mi pueblo denuncia su rebeldía y sus maldades a la casa de Jacob.

Yahwé reprende a los pecadores del primer grupo, les llama a penitencia, les promete perdón y les reitera las promesas.

2 (2) Ellos día tras día me reclaman y quieren conocer mis intenciones, tal como pueblo que obrara en justicia, y el derecho de su Dios no abandonara.

3 Solicitan de Mí sentencias justas, y piden que su Dios se acerque a ellos; (3) ¿por qué ayunamos y no lo miras, y humillamos el alma y Tú no atiendes?

4 ¡Si en el día de ayuno vuestro interés lográis y a todos vuestros siervos vais vejando! (4) Es que ayunáis riñendo y peleando, e hiriendo malamente a puñetazos.

5 No es de tal suerte vuestro ayunar de hoy que haga oír vuestra voz allá en lo alto. (5) ¿Será tal el ayuno que Yo escojo día en que el hombre debe humillar su alma?

6 ¿Será el doblar cual junco la cabeza, y hacer lecho de saco y de ceniza? ¿A esto llamarás tú ayunar y día del agrado de Yahwé?

7 (6) ¿No es por ventura el ayunar que elijo el desatar cadenas de maldad, de la coyunda desligar los nudos, poner en libertad a los forzados y el que toda coyunda quebrantéis?

8 (7) ¿No es compartir tu pan con el hambriento, y que hospedes al pobre sin asilo, si vieres un desnudo que lo abrigues, y no esquives jamás al que es tu carne?

9 (8) Cual alba al punto romperá tu luz, germinará tu santidad veloz, andará tu justicia ante tu faz, y en pos de ti la gloria de Yahwé.

10 (9) Cuando invoques a Yahwé responderá, y cuando clames te dirá: "aquí Yo estoy", si alejas de tu medio la coyunda, el alargar el dedo y el hablar vanidad,

11 (l0) si prodigas tu alma al hambriento, y si sacias el alma abatida, entre sombras tu luz brillará y será tu obscuridad cual mediodía.

12 (11) Y Yahwé será siempre tu guía y en las arideces tu vida hartará y dará robustez a tus huesos, y serás cual 'vergel abrevado, hontanar cuyas aguas no fallen.

13 (12) Los tuyos reharán ruinas antiguas, y cimientos alzarás de siglos prístinos, te llamarán reparador de brechas, restaurador de vías de enlace entre poblados.

14 (13) Si retraes del sábado tu andar, de hacer tu capricho en mi santo día, si al sábado le llamas "delicias", consagrado a Yahwé, glorificado; si lo honras no haciendo tus planes sin buscar tus gustos ni darte a la charla,

15 (14) hallarás tu deleite en Yahwé, y te hará montar a lo alto de la tierra, y te nutrirá de la herencia de tu padre Jacob. Así la boca de Yahwé lo ha decretado.

En estas estrofas Yahwé increpa con dureza a los del segundo grupo.

16 (Cap. 59, v. 1) No tanto se ha acortado la mano de Jahwé que no alcance a salvar; ni así su oído se ha embotado que ya no pueda oír.

17 (2) Son vuestros pecados cisma que están poniendo entre vosotros y vuestro Dios, y son vuestras maldades lo que su faz oculta para no oíros.

18 (3) Que están sucias de sangre vuestras manos y vuestros dedos de iniquidad; que vuestros labios hablan mentira, y vuestra lengua murmura maldad.

19 (4) No hay quien reclame en justicia, y no hay quien juzgue en verdad. ¡Un fiar en el vacío y un proferir vanidades! ¡Un concebir en trabajo y un dar a luz el delito!

Yahwé habla de los rebeldes y protervos y los execra.

20 (5) De basilisco ponen huevos, tela de araña van tejiendo; quien coma de sus huevos morirá; y si alguno los quebrare saldrá una víbora.

21 (6) Sus telas no valen para vestir, nadie se abrigará con sus labores, sus obras son de iniquidad y está en sus manos la violencia.

22 (7) Corren sus pies a la maldad, ansían derramar sangre inocente, ideas de iniquidad son sus ideas, son sus caminos ruina y estrago.

23 (8) Camino de la paz lo desconocen, en sus caminos no hay rectitud, sendas que siguen los extravían, los que por ellas andan nada sabrán de paz.

ESCENA SEGUNDA C. 59, vv. 9-15

En esta escena el pueblo de Israel se muestra reconociendo la verdad y la justicia de las represiones de Yahwé y confesando que los castigos que recibe son merecidos, con lo cual se abre camino a la intervención de la misericordia de Dios. la escena consta de seis estrofas.

1 (9) Ello es razón de que huya de nosotros el derecho, de que no llegue hasta nosotros la justicia; luz esperamos y nos hallamos en tinieblas; claridad de alba y caminamos entre sombras.

2 (10) Palpamos a ciegas las paredes; las palpamos como si ojos no tuviéramos; como de noche así de día tropezamos, y entre los sanos parecemos muertos.

3 (11) Vamos rugiendo como los osos; como palomas... gime que gime; en el derecho confiamos... y nada; en la salud, y se aleja de nosotros.

4 (12) ¡Ya tantas veces contra Ti nos rebelamos! Contra nosotros nuestras culpas atestiguan; nuestras rebeliones nos acompañan, y nuestras maldades las reconocemos.

5 (13) ¡Rebelarse y negar a Yahwé! ¡Evadirse de seguir en pos de nuestro Dios! ¡Tratar violencia y deslealtad! ¡Concebir y pensar dentro del alma designios de falsía!

6 (14) Atrás se nos hace el derecho; y la justicia alejada se mantiene; en el foro la verdad anda caída y el derecho allá no tiene entrada, (15) y queda la verdad abandonada, y quien rompe con el mal es saqueado.

ESCENA TERCERA

C. 59 vv. 15b-21

Yahwé interviene; hace la guerra a los rebeldes y los destruye. El Mesías, el Brazo de Dios, le auxilia y llega a Sión como redentor a salvar a los convertidos.Yahwé concede a Sión la nueva alianza, y ésta consiste en el Espíritu que está sobre el Mesías y en las palabras que pone en su boca.

1

(15 b) Velo Yahwé y es malo a sus ojos que no haya derecho,

(16) y ve que no hay persona y se admira de que no haya intercesor.

2

Y su Brazo le da la victoria,
y su justicia le sostiene.

(17) Por loriga se viste de justicia,
en la cabeza casco de salud,
ropaje de venganza se pone como túnica,
y se envuelve en el manto de celo.

3

(18) Cual son los méritos,
tal es la paga,
al adversario ira,
su paga al enemigo,
y a las islas la paga dará.

4

(19) Y temen desde Poniente el nombre de Yahwé,
y la gloria de Yahwé desde do nace el sol,
porque avanza cual torrente represado.
El Espíritu de Yahwé lo va impeliendo.

5

(20 a b) Y a Sión llega ya el Redentor,
a los convertidos de su crimen en Jacob.

6

(20 b) Oráculo de Yahwé
(21) Esta es mi alianza con ellos:
-dice Yahwé-
Mi Espíritu que está sobre Ti
y las palabras que he puesto en tu boca
no fallarán de tu boca,
ni de la boca de tu prole,
-dice Yahwé-
desde ahora para siempre jamás.

ESCENA CUARTA

Cap. 60

Gloria, felicidad y santidad de Jerusalén convertida. De su luz y sus bienes participan los pueblos que humildemente se acogen a Sión

1

(1) Alzate y brilla que llega tu luz,
y la gloria de Jahwé ya clarea sobre ti;

(2) mira qué obscuridad cubre la tierra,
y qué negros nublados las naciones.

2

Mas sobre ti ya alborea Jahwé
y su gloria se divisa sobre ti:

(3) ya los pueblos a tu luz caminarán,
y los reyes al fulgor de tu mañana.

3

(4) Alza en torno tus ojos y mira:
todos esos en bandadas a ti vienen,
son tus hijos que de lejos van llegando
son tus hijas las que a cuestas son traídas.

4

(5) Y al mirar en aquel día fulgirás,
latirá y se ensanchará tu corazón,
cuando hacia ti se enderece el tráfico de la mar
y a ti arribe la riqueza de los pueblos.

(6) Cubriráte una avenida de camellos,
dromedarios de Madian y de Hefá;
esos otros de Sabá te van llegando,
portando su oro y su incienso,
y pregonando las glorias de Jahwé.

6

(7) De Cedar las greyes todas se congregan para ti
de Nabayot los carneros estarán a tu servicio,
y ascenderán aceptables a mi altar,
y exaltaré la casa de mi gloria.

7

(8) ¿Quiénes son estas que vuelan cual nubes,
como palomas al palomar?

(9) Son las islas que a Mí me esperaban,
van a su frente las naos de Tarsis.

8

Van trayendo a tus hijos de lejos,
y su oro y su plata con ellos,
para el nombre de Jahwé que es tu Dios,
para el Santo de Israel que te honra.

9

(10) Los hijos del extranjero levantarán tus murallas,
y los reyes serán tus servidores;
que en mi ira te azoté,
y en mi gracia te consuelo.

(11) Y tus puertas estarán siempre patentes,
ni de día ni de noche se cerrarán,
y te entrarán su riqueza los pueblos,
y en cortejo triunfal sus soberanos.

11

(12) Pueblo y reino que no te acate perecerá,
tales naciones serán a fondo destruidas.

12

(13 A ti vendrá la majestad del Líbano,
cipreses, olmos y alerces juntamente,
para ornar el lugar de mi santuario.
El lugar que yo huello haré glorioso.

13

(14) Te llegarán humillados hijos de quien te humilló,
y a las plantas de tus pies se postrarán quienes de ti se mofaron.

14

y la ciudad de Jahwé te llamarán,
Sión del Santo de Israel,

(15) la que antes eras abandonada,
la detestada, la sin romeros, el orgullo de los siglos
Yo te haré, la alegría de tiempos y tiempos.

15

(16) Tú mamarás la leche de los pueblos,
y al pecho de los reyes mamarás,
y sabrás que Yo soy Jahwé,
tu salvador, tu redentor, el Fuerte de Jacob.

16

(17) En vez de bronce te haré entrar en oro,
en vez de hierro te haré entrar plata,
bronce en vez de madera,
y en vez de piedras hierro.

17

Para gobierno te daré la paz,
y para fiscalía la justicia,

(18) en tu tierra jamás se oirá violencia,
ni saqueo ni destrozo en tus fronteras;
a tus murallas llamarás salud,
alabanza a tus puertas.

18

(19) Ya el sol no te será la luz del día
ni de la luna el claror te alumbrará,
mas Jahwé te será la luz eterna;
tu Dios el resplandor.

19

(20) Tu sol no tendrá ocaso,
ni menguante tu luna;
Pues Jahwé te será luz eterna;
Se te acaban los días de luto.

20

(21) Todos los de tu pueblo serán justos,
y para siempre heredarán la tierra,
retoños son de mi plantío,
obras son de mi mano en que gloriarme.

21

(22) El más pequeño será millar,
y el más exiguo será pueblo potente.
Yo Jahwé lo aceleraré a su tiempo.

CUADRO SEGUNDO

ESCENA PRIMERA

Capítulo 61

Esta escena se desarrolla en trece estrofas. Habla el Mesías, el Ungido de Dios, el enviado de Jahwé. De parte de Jahwé proclama un año de gracia y un día de venganza. Los israelitas sacerdotes. Ratificación de las promesas de predomínio.

 

1

(1) El Espíritu de Jahwé nuestro Señor, sobre mí posa
porque Jahwé me ha ungido;
a dar la buena nueva a los humildes
me envía Él,

2

a vendar corazones quebrantados,
a clamar a los cautivos: "libertad",
y a los encarcelados: "a la luz";

3

(2) a proclamar de parte de Jahwé año de gracia,
y día de venganza de parte del Dios nuestro;
a consolar a cuantos viven afligidos;

4

(3) a disponer en Sión a los dolientes,
a trocar su ceniza en diadema,
su veste de luto en óleo de alegría,
en manto de fiesta su espíritu abatido.

5

Y serán ellos llamados
terebintos de justicia,
plantío de Jahwé en quien se honre.

6

(4) Restaurarán las ruinas seculares,
erigirán lo desde antiguo derruido,
renovarán ciudades devastadas,
lo por siglos y siglos desolado.

7

(5) Comparecerá gente extranjera
y pastorearán vuestros rebaños,
serán los hijos del extranjero
vuestros labriegos y viñadores.

8

(6) Mas vosotros sacerdotes de Jahwé seréis Ilamados,
y ministros de nuestro Dios se os nombrará.
Comeréis las riquezas de los pueblos,
y con sus pompas os adornaréis.

9

(7) En paga del bochorno tendréis doblado bien,
y lejos de afrontaros, celebrarán su lote,
porque en su propia tierra heredarán el doble
y será para ellos eterna alegría.

10

(8) Pues Yo soy Jahwé, el que ama lo justo,
y odio la rapiña en holocausto,
y su paga les daré según verdad
y eterna alianza pactaré con ellos.

11

(9) Y será su raza conocida entre las gentes,
y entre los pueblos sus rebrotes;
y cuando les vean comprenderán
cuán bendecida es su raza por Jahwé.

El Mesías, Esposo sacerdote, exulta en un himno de acción de gracias por el ropaie de fiesta con que a El le viste Jahwé en sus desposorios. El consagra su tiara sacerdotal y la esposa se engalana con sus joyas. Promesa de fecundidad.

12

(10)

En Jahwé me regocijo,
y jubila mi alma en mi Dios,
pues me viste ropaje de salud
y me cubre con manto de justicia,
cuando el novio consagra la tiara
y la novia se prende sus joyas:

13

(11) Pues cual tierra que brota sus gérmenes,
cual jardín que germina sus tallos,
tal Jahwé nuestro Señor brota justicia
y loor ante todos los pueblos

ESCENA SEGUNDA

Capítulo 62

Esta escena se desarrolla en cinco estrofas: de la 14 a la 18, ambas inclusive. En ella parece que sigue hablando el Mesías, quien manifiesta su interés por que tengan pronto suceso y realización las bendiciones divinas prometidas a Sión. No cejará hasta que broten en Sión la justicia y la salud prometidas a ella por Jahwé. Reiteración de las promesas.

14

(1) Por amor de Sión no callaré,
y por Jerusalén no cejaré,
mientras no brote su justicia a par del alba
y su salud cual antorcha llamee.

15

(2) Y los pueblos verán tu justicia
y los reyes todos verán tu blasón,
y te nombrarán con nombre nuevo
que la boca de Jahwé definirá.

16

(3) Serás corona de honor
en la mano de Jahwé,
y diadema de realeza
en las palmas de tu Dios.

17

(4) Ya no te llamarán "la abandonada"
ni a tu tierra motejarán de desolada,
mas a ti te llamarán "mi gusto en ti"
y a tu tierra "la poseída".
Puesto que en ti Jahwé se agradará,
y tu tierra será poseída.

18

(5) Cual posee el mancebo a la doncella,
así tus hijos te poseerán,
y cual el gozo del novio en su novia,
tal será el gozo en ti de tu Dios.

El Mesías promueve peticiones e instancias a Jahwé para alcanzar la pronta realización de las promesas

19

(6) Jerusalén, sobre tus muros
he puesto centinelas;
ni de día ni de noche
ni un momento callarán.

20

¡Ah de los de Jahwé recordadores!
No os deis punto de reposo
(7) ni se lo deis tampoco a Él
hasta que a Jerusalén reponga,
y de ella haga la prez de la tierra.

ESCENA TERCERA

Esta escena se desarrolla en cinco estrofas, de la 21 a la 25, ambas inclusive. Jura Jahwé que se cumplirán las promesas.

21

(Cap. 62, 8) Jura Jahwé por su diestra
y por el brazo de su fuerza
que jamás dará su trigo
por comida al extranjero,
que los hijos del forastero
jamás beberán tu mosto
en el cual tú trabajaste.

22

(9) Comerálo el cosechero
con loores a Jahwé,
beberálo el que vendimie
de mi santuarío en los atrios.

Jahwé ordena la vuelta de los desterrados y la anuncia al mundo entero.

23

(l0) Pasad, pasad por las puertas,
abrid al pueblo camino,
allanad, allanad la calzada,
limpiadla bien de piedras,
alzad bandera a los pueblos.

24

(11) Ved cual Jahwé se hace oír,
hasta los lindes del mundo;
a la hija de Sión anunciadle:
mira que llega tu salud,
trae consigo la recompensa,
y ante su faz el galardón.

25

(12) Les llamarán "pueblo santo",
rescatados por Jahwé,
y a ti te llamarán "la requerida"
y "la ciudad no abandonada".

CUADRO TERCERO

ESCENA PRIMERA

El Mesías como guerrero. El día de la venganza de Jahwé. Destrucción de los rebeldes y protervos.

1

(Cap. 68, 1) ¿Quién es aquél que llega desde Edom?
-su ropa es carmesí- desde Bosrá,
en su atuendo, majestuoso,
enarcado su cuerpo y lleno de vigor

2

Yo soy quien habla en justicia,
soy potente en el salvar;
(2) -¿por qué hay rojo en tu vestido
y es tu ropa de quien pisa en el trujal?-

3

(3) -El lagar pise yo solo
y de entre los pueblos nadie está conmigo.

4

Los pisoteé en mi ira,
los conculqué en mi coraje,
y su zumo roció mis vestidos
y todo mi ropaje mancillé.

5

(4) Tengo entrañado el día de venganza,
el año de mis redimidos va llegando,
(5) miro en torno y no hallo quien me auxilie
y me asombra que nadie me apoye.

6

y mi Brazo me da la victoria
y mi coraje es quien me apoya,
(6) y aplasto pueblos en mi enojo,
los embriago en mi furor;
y hasta la tierra hago bajar su sangre.

ESCENA SEGUNDA

El pueblo israelita, arrepentido, recuerda los bienes recibidos de Jahwé. lamenta sus propios pecados, que le han separado de Jahwé y pide perdón y gracia

7

(7) Las gracias de Jahwé recordaré, -iLoores a Jahwé!- a par de todo aquello que Jahwé nos deparó y su gran bondad para la casa de Israel. Cuanto les dio según su amor y su gran misericordia. 8 (8) Y dijo Él: a fe que ellos son mi pueblo, tales hijos que no lo desmientan. 9 y fue para con ellos salvador, (9) jamás en sus torturas les torturó, que el ángel de su faz les auxiliaba y con su amor y piedad les redimía, y les alzaba y sostenía de continuo en los tiempos antiguos. 10 (10) Ellos empero se rebelaron y afligieron a su Espíritu Santo, y en enemigo Él se les tornó y en contra de ellos batalló. 11 (11) Y su pueblo se acordó del tiempo antiguo, del de Moisés. ¿Dó está quien de las aguas nos sacó al pastor y a la grey? 12 ¿Dé quien puso en lo íntimo de él su Santo Espíritu? (12) ¿Quién hizo ir a diestra de Moisés el Brazo de su gloria? 13 ¿El que hendía las aguas ante ellos para hacerse eterno renombre? (13) ¿Quién los condujo por entre abismos como a un caballo por el desierto sin un tropiezo?

14

(14) Como a ganado que baja al valle el Espíritu de Jahwé nos aquietaba; así Tú a tu pueblo guiabas para hacerte un renombre glorioso. lS (15) Mira desde los cielos, y de tu mansión observa, santa y espléndida: ¿Qué ha sido de tu celo y fortaleza? ¿Dó está el rugido de tus entrañas y la ternura que me tenías que así se enfrena? 16 (16) Tú eres nuestro Padre, Abraham no nos conoce, Israel no nos atiende. Sí, Jahwé, nuestro Padre eres Tú, y es hombre tuyo, desde un principio, "Redentor nuestro". 17 (17) ¿Por qué Jahwé, nos descarrías fuera de tus caminos, y así nos endureces el corazón que no te teme? 18 En gracia de tus siervos vuélvete ya a las tribus de tu heredad; (18) por breve tiempo tu pueblo santo la poseyó, y tu santuario lo han conculcado nuestros contrarios. 19 (19ab) Somos desde hace tiempo parecidos a aquellos que Tú no riges, sobre los cuales tu santo nombre no es invocado.

El pueblo solicita instantáneamente la bajada de Jahwé, y confiesa de nuevo sus pecados.

20

(l9cd) iOh, si hendiendo los cielos bajaras! Ante Ti retemblaran los montes. (Cap. 64, 1) Como el fuego deshace la leña, cual las aguas el fuego hace hervir. 21 Al descubrir tu nombre al enemigo, ante ti temblarían los pueblos. (2) Si haciendo Tú prodigios no esperados descendieras, las montañas temblaran ante Ti. 22 (3) Jamás se ha escuchado ni jamás se ha oído, ni ojo alguno vio, oh Dios, si no eres Tú quien obre así con los que en él confían. 23 (4) Al que con gozo obra justicia, y en tus caminos te tiene presente, Tú le haces encontradizo. 24 Tú te irritaste porque pecamos; que de andar siempre por tus caminos fuéramos salvos

25

(5) Somos nosotros a par de impuros, (11) ¿Ante ello, oh Jahwé, te retendrás? y son nuestras justicias cual paño inmundo, somos efímeros cual hojarasca, y nuestras culpas cual viento se nos llevan. 26 (6) Y no hay quien invoque tu nombre ni quien vigile para tenerte cuando tu rostro escondes de nosotros y nos deshaces por nuestras maldades. 27 (7) Mas aún eres Tú nuestro Padre, nosotros el lodo y Tú nuestro autor; nosotros todos obras somos de tu mano. 28 (8) No te ensañes, Jahwé, tanto y tanto, no recuerdes sin tregua nuestro crimen, mira bien que tu pueblo somos todos.

29

(9) Son desierto tus santas ciudades, Sión es desierto, Jerusalén ruinas. (10) Nuestra santa y esplendente mansión en la cual nuestros padres te loaban abrasada se halla por el fuego, y cuanto estimábamos está destrozado.

30

(11) ¿Ante ello, oh Jahwé, te retendrás?
¿Callarás e insistirás en humillarnos?

ESCENA TERCERA

Jahwé hallado por los gentiles y rechazado por los judíos. Reprensiones y amenazas a éstos.

31

(65, 1) Hallado fui de quienes nunca me impla- [raran, y fui encontrado de quienes nunca me buscaran. Yo dije: "Aquí estoy Yo, aquí estoy Yo" a un pueblo que mi nombre no invocara.

32

(2) Mis manos extendí días y días a un pueblo contumaz; son ellos los que andan caminos nada buenos en pos de sus ideas.

33

(3) Pueblo de los que me irritan sin tregua, en mi presencia; inmolando en los jardines, incensando sobre adobes, (4) alojándose en las tumbas, pernoctando en escondrijos.

34

Son los que comen carne de cerdo, caldos inmundos en sus vasijas, (5) y a otros dicen: contigo quédate; no te me allegues que para ti soy santo.

35

Humo son ellos en mis narices, fuego que arde sin amainar; (6) ante mis ojos lo tengo escrito: no he de cejar que no les pague.

36

Daré la paga (7) de vuestros crímenes en vuestro seno, y de los crímenes dice Jahwé.

37

Los que incensaban sobre los montes y me ultrajaban en las colinas mediré dentro su seno el trabajo de tiempos pasados.

Promesas a los israelitas que se conviertan a Jahwé.

38

(8) Así habla Jahwé:
Al dar con un racimo en el que hay zumo
suele decirse: no destruirlo, en él hay bendición.

39

Así obraré Yo por amor de mis siervos, sin destruirlo todo; (9) Yo haré salir de Jacob una estirpe, y de Jahwé quien herede mis montes.

40

Y los poseerán mis elegidos, y mis siervos allí morarán; (l0) será el Sarón dehesa de ganado, y el valle de Hacor yacija de vacada para mi pueblo que me ha buscado.

Más amenazas a los protervos

41

(11) Mas vosotros que a Jahwé abandonáis y mi santo monte dais al olvido, los que al Destino ponéis mesa y vino escancias a la Fortuna,

42

(12) a todos vosotros destino a la espada, os habréis de doblar para el degüello;

43

pues llamé y no respondisteis, hablé y no me escuchasteis; y obrasteis mal ante mis ojos, y lo que a mí me place no elegisteis.

44

(13) Por esto así pronuncia Jahwé nuestro Señor: veréis cómo mis siervos comerán

y vosotros tendréis hambre; veréis cómo mis siervos beberán y vosotros tendréis sed; veréis cómo mis siervos gozarán y vosotros seréis abochornados.

45

(14) Veréis cómo mis siervos cantarán por la dicha de su corazón, y vosotros clamaréis por la aflicción del corazón, y por el quebranto del espíritu daréis aullidos.

46

(15) Y vuestro nombre legaréis que a mis elegidos sea estigma. A ti te matará Jahwé nuestro Señor, y ti con otro nombre llamará a sus siervos.

Jahwé confirma de nuevo las promesas. Creación de los cielos nue vos y de la tierra nueva. Paz en el monte santo del Señor.

47

(16) Todo aquel que en la tierra se bendiga en el nombre de Dios bendeciráse, y todo aquel que en ~a tierra jurase jurará en el Dios de verdad. Se olvidarán las congojas primeras y ante mis ojos no aparecerán.

48

(17) Yo estoy aquí que voy creando los nuevos cielos, la tierra nueva. No habrá memoria de lo antiguo ni ascenderá al corazón.

49

(18) Antes por siempre os gozaréis y alegraréis por aquello que voy a crear. Mirad cómo estoy creando una Jerusalén de alegría y un su pueblo de deleite.

50

(19) Y en Jerusalén me alegraré y me gozaré en mi pueblo, y jamás en ella se oirá ni voz de llanto ni voz de congoja.

51

(20) Y en ella ya no habrá niño de días ni anciano que sus días no complete, pues el niño a los cien años morirá y el pecador a los cien años será anatema.

52

(21) Casas que edifiquen las habitarán,

de viñas que planten comerán el fruto, (22) no edificarán para que otro lo habite, ni plantarán para que otro lo coma.

53

Cuales los días del árbol serán los días de mi pueblo, y las obras de sus propias manos mis elegidos las gastarán.

54

(23) No se cansarán en balde, ni niños engendrarán para muerte repentina, serán germen bendecido de Jahwé, ellos y sus vástagos con ellos.

55

(24) Y será que antes que llamen Yo les habré contestado; y aun estando ellos hablando les habré oído ya.

56

(25) El lobo y el cordero pacerán juntos, y el león como el buey comerá paja; a la serpiente el polvo le será pan, ni pena darán ni daño en todo mi santo monte; dice Jahwé.

CUADRO CUARTO

Este cuadro lírico se contiene todo él en el capítulo 66, y se desenvuelve en las siguientes estrofas; en todas ellas habla Jahwé sin interrupción. Jahwé habla a los israelitas hipócritas y réprobos. Rehúsa su beneplácito al templo que le están edificando y reprueba los sacrificios que le ofrecen a causa del espíritu de hipocresía que los hace abominables.

1

(1) Así habla Jahwé: Mi trono son los cielos y es la tierra escabel de mis pies; ¿Qué es esa casa que me estáis edificando? el lugar de mi descanso, ¿cuál ha de ser? (2) Todo eso lo hizo mi mano, y así todo ello vino al ser.

2

Oráculo de Jahwé. ¿Sobre quién pondré Yo mis ojos? Sobre el humilde y contrito de espíritu, sobre quien reverencia mis palabras.

3

(3) El que inmola una res, asesina un varón; quien sacrifica oveja, a un perro hiende el seso; ofrenda un presente... será carne de cerdo; quien inciensa en memoria, al ídolo bendice.

4

Ellos han elegido sus caminos y su alma se complace en lo execrable; (4) también Yo sus desgracias determino, y lo que ellos temen les haré llegar.

5

Les llamé y no me respondieron, les hablé y no me escucharon, hacen el mal ante mis ojos, y lo que me displace es lo que eligen

Jahwé habla a los israelitas fieles o convertidos. Nueva fecundidad y maternidad de Jerusalén: en un día le nace todo un pueblo. Consuelo de Jahwé a los que la aman

6

(5) Escuchad las palabras de Jahwé cuantos acatáis su palabra; dicen vuestros hermanos los que os malquieren y a causa de mi nombre os excomulgan:

7

"Muéstrese ya la gloria de Jahwé y veremos entonces cual gozáis." i Los abochornados serán ellos!

8

(6) iVOZ de tumulto en la ciudad! ¡VOZ desde el templo! ¡VOZ de Jahwé que da su paga al enemigo!

9

(7) Antes de las torturas ella ha alumbrado; antes que le llegaran los dolores ha librado varón.

10

(8) ¿Quién tal oyó?
o ¿quién vio cosa semejante?
¿en sólo un día nacerle un país?
¿saldrá a la luz un pueblo en un instante
¿cómo parió Sión y dio a luz sus hijos

11

Soy Yo quien abre el seno, y ¿Yo no haré nacer?,
dice Jahwé,
y al hacer Yo nacer, ¿habré de poner freno?,
dice tu Dios.

12

(l0) Gozad con Jerusalén
y con ella alborozaos
cuantos la amáis; ufanaos con ella en su dicha cuantos con ella os habéis condolido.

13

(11) Porque maméis y saciados seáis al pecho de sus consuelos, y libéis y os regaléis a las ubres de su gloria.

14

(12) Porque así habla Jahwé: Mirad como tiendo sobre el Id a manera de un río la paz, y cua I torrente que desborda la gloria de los pueblos.

15

y mamaréis y en brazos seréis conducidos, y sobre las rodillas arrullados.

16

(13) Cual persona que su madre consuela así Yo os consolaré, así en Jerusalén recibiréis consuelos.

17

(14) Y lo veréis y vuestro corazón disfrutará y lozanearán, como grana, vuestros huesos, y la mano de Jahwé en sus siervos será conocida, y su ira en los contrarios.

Castigo de los protervos.

18

(15) Vedlo, llega entre fuego Jahwé; es su carro al turbión comparable, a trocar en hoguera su ira, su vejamen en fuego inflamado.

19

(16) Cuando en fuego Jahwé juzgará, y en su espada a toda carne, muchos serán los muertos por Jahwé

20

(17) Los que van consagrándose y purgándose
hacia los huertos en pos de un hierofante,
y comen carne de cerdo, inmundicias y ratones,
todos de un golpe perecerán,
Oráculo de Jahwé.
(18) ¿Yo? .. Las obras de ellos y los planes de ellos...

Jahwé congrega a juicio a todas las gentes. Envía Evangelistas a todas las naciones

21

Llega ya el tiempo de juntar todos los pueblos y las lenguas; y acudirán y verán mi majestad.

22

(19) Y en ellos pondré una señal, y de los puestos en libertad algunos de ellos enviaré a las gentes;

23

hasta Tarsis, hasta Pul, hasta Lud y sus arqueros, hasta Tubal y Javan, hasta las islas lejanas donde no oyeran mi fama, ni vieran mi majestad.

24

Predicarán mi gloria a las naciones, (20) y a todos vuestros hermanos harán venir de entre los pueblos todos, como ofrenda a Jahwé,

25

en caballos, en carros y en literas, en mulos y en dromedarios, a mi santa montaña, a Jerusalén, dice Jahwé, tal como los hijos de Israel llevan la ofrenda en vasos puros a la casa de Jahwé.

26

(21) También de entre ellos los tomaré por sacerdotes y levitas, dice Jahwé.

Perennidad de premios y castigos.

27

(22) Tal como los cielos nuevos y como la tierra nueva que estoy formando subsistirán ante mi faz, oráculo de Jahwé, así subsistirá vuestro linaje y vuestro nombre.

28

(23) Y pasará de novilunio a novilunio, y de sábado a sábado,que vendrá toda carne a postrarse ante Mí, dice Jahwé.

29

(24) Y verán cuando salieren el cadáver de los hombres rebelados contra Mí, que su gusano no muere y su fuego no se apaga, y serán execración a toda carne.