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Otro error pastoral es el de la Declaración Fiducia Suplicans
Como la pastoral no está dotada de infalibilidad, no es un problema teológico constatar errores en medidas o indicaciones pastorales. El Papa es infalible cuando habla ex catedra de fe o de moral, pero además hay que prestar asentimiento a las enseñanzas del magisterio ordinario del Papa. Aunque desde 1962 los Papas han dicho frecuentemente que iban a ejercer su autoridad muy poco o nunca, en algunas ocasiones sí que parece que lo han hecho, a juzgar por sus expresiones o por la índole de lo expresado. Puede ser problemático considerar si se ha deslizado un error en alguna expresión doctrinal de un Papa, no proclamada ex catedra o no claramente de temas de fe o de moral. Pero en las medidas pastorales, es decir, las tomadas o aprobadas por los Papas buscando el acrecentamiento del reino de Dios en las almas o en las naciones, ha habido muchas que claramente han dado mal resultado, según los propios Papas que habían impulsado o aprobado dichas medidas. León XIII, por ejemplo, mediante su táctica del Ralliement, hizo que los católicos franceses, que eran casi todos monárquicos, aceptasen el régimen de la III República, convencido de que dejaría de ser anticatólica y perseguidora y de que su legislación sería cambiada desde dentro y se convertiría en una república católica. Frente a sus deseos, este Papa se encontró con la realidad de una III República totalmente laicista y perseguidora y con la división y el debilitamiento de los católicos; por lo que en sus últimos años repetía apesadumbrado, refiriéndose al ralliement: "he fracasado, he fracasado".
El papa san Pablo VI reconoció el fracaso de las expectativas puestas en la pastoral del Concilio Vaticano II. En este caso el reconocimiento fue una proclamación pública y muy conocida:
"Se creía que después del Concilio vendría un día de sol para la historia de la Iglesia. Por el contrario, ha venido un día de nubes, de tempestad, de oscuridad, de búsqueda, de incertidumbre y se siente fatiga en dar la alegría de la fe. Predicamos el ecumenismo y nos alejamos cada vez más de los otros. Procuramos excavar abismos en vez de colmarlos..."
(San Pablo VI, Homilia de la misa del 29.06.1963, conmemorativa del noveno aniversario de su coronación como Papa realizada el 30.06.1963, tras su elección el 21.06.1963).
Y aunque este papa, san Pablo VI, pone en la acción de Satanás la frustración de los frutos del Concilio Vaticano II, dado que también indica la manera de ponerse a salvo de caer en la tentación diabólica y vencerla, implícitamente está indicando que se han empleado insuficientemente, de manera culpable, los medios para vencer a Satanás, que no son otros que los que enseña Jesucristo, Nuestro Señor, en el Evangelio, y que consisten en la oración y el ayuno; lo que es de por sí muy humilde.
En el presente caso de la Declaración Fiducia Suplicans, está claro que, ante la exigencia por parte de poderosos eclesiásticos de que las parejas homosexuales y las heterosexuales fornicarias reciban una bendición de la Iglesia como la del sacraamento del matrimonio, y ante el temor a un cisma abierto y declarado, motivado por la insatisfacción de esa exigencia, se ha creído que se les podría dar una bendición como personas, sin bendecir el pecado, e insistiendo en que se diferencie totalmente esta bendición de la ceremonia del sacramento del matrimonio. De los dos resultados totalmente previsibles de la publicación de la Fiducia Suplicans, uno ya se ha producido fulminantemente y es el masivo y creciente rechazo completo por parte de quienes como católicos creen que la Iglesia no tiene poder para admitir y bendecir los pseudomatrimonios homosexuales o los heterosexuales fornicarios como matrimonios, ni nada que se le parezca. Y es de temer que no tardará el otro resultado que es la doble acción de los que mediante el agua bendita pretenden cohonestar y dotar de respetabilidad burguesa, por decirlo así, a dichos pseudomatrimonios, los cuales por un lado expresarán su insatisfacción con un "no es eso, no es eso", y declarándose víctimas de intolerantes inquisidores, y por otro lado exigirán inmediatamente "casar por la Iglesia" a tales pseudomatrimonios. De hecho algunos de dichos poderosos eclesiásticos ya se han apresurado a exhibir o a relatar la realización de pseudoceremonias, pseudomatrimoniales para esos pseudomatrimonios, a las que se prestan...
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Véase:
El fracaso del "ralliement" de León XIII reconocido por el mismo Papa
Emmanuel Barbier, Histoire du Catholicisme liberal et du Catholicisme social en France depuis 1870 a 1914
Robert Havard de la Montagne, Historia de la Democracia Cristiana
Eugenio Vegas Latapie, Catolicismo y República
Homilía «Ser fuertes en la
fe» de san Pablo VI en la misa del 29.06.1972, conmemorativa del
noveno aniversario de su coronación como Papa el 30.06.1963,
tras ser elegido el 21.06.1963
L'Osservatore Romano, 30 de junio-1
de julio de 1972. (LOsservatore Romano,
edición en lengua española, de 9 de julio de 1972, páginas
1-2).