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El Papa Francisco anuncia personalmente el 15 03 2022 en Twiter que consagrará Rusia y Ucrania al Inmaculado Corazón de María el 25 03 2022, fiesta solemne de la Encarnación de Jesús y Anunciación a la Virgen, en la Basílica de san Pedro

Francisco en twiter el 15 03 2022:

"El viernes 25 de marzo, durante la Celebración Penitencial a las 17:00 en la Basílica de San Pedro, consagraré y al Inmaculado Corazón de María". "

20,6 mil 18:12 - 15 mar. 2022 Información y privacidad de Twitter Ads

Más tarde, el mismo 15 de marzo de 2022, el director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, Matteo Bruni, informó de lo mismo en un comunicado de la sala de Prensa. El comunicado de Matteo Bruni añadió que la consagración de Rusia y Ucrania también se realizará el mismo día en el Santuario de la Virgen de Fátima (Portugal), por parte del Cardenal Konrad Krajewski, limosnero pontificio, “como enviado del Santo Padre”.

La celebración penitencial a la que se refirió Bruni es la jornada “24 horas para el Señor”.

San Luis de Montfort recomendó la fecha del 25 de marzo, fiesta solemne de la Encarnación, para realizar la consagración personal a María

Antecedentes de la consagración de Rusia del 25 03 2022

El 2 de marzo, miércoles de ceniza de 2022, los obispos católicos de rito latino de Ucrania habían pedido al Papa Francisco que consagre públicamente a su país y a Rusia al Inmaculado Corazón de María, como lo pidió la Virgen en Fátima.

Acto de Consagración de Ucrania por sus obispos al Inmaculado Corazón de María

En declaraciones a CNA, agencia en inglés del Grupo ACI, el Arzobispo de Leópolis (Ucrania), Mons. Mieczyslaw Mokrzycki, habló sobre la validez de la consagración de Rusia realizada por el Papa Juan Pablo II y aseguró que cree que se había hecho correctamente, pero que sería beneficioso repetirla “para asegurar la paz de nuevo, tras el último estallido de la guerra”.

En la aparición del 13 de julio de 1917 en Fátima, Nuestra Señora había pedido la consagración de Rusia a su Inmaculado Corazón, afirmando que si no se concedía esta petición, Rusia extendería «sus errores por todo el mundo, promoviendo guerras y persecuciones a la Iglesia». «Los buenos», añadió, «serán martirizados, el Santo Padre tendrá mucho que sufrir, varias naciones serán destruidas».

Después de las apariciones de Fátima, Pontevedra y Tuy, hubo varios actos de consagración al Corazón Inmaculado de María:

Pío XI no realizó ninguna consagración, pero sí Pío XII:

Pío XII, el 31 de octubre de 1942, consagró el mundo entero sin mencionar a Rusia y sin la participación de los obispos del mundo

El 7 de julio de 1952 también Pío XII consagró los pueblos de Rusia al Corazón Inmaculado de María en la Carta Apostólica Sacro vergente anno, igualmente sin la participación de los obispos del mundo:

«Así como hace unos años consagramos el mundo entero al Corazón Inmaculado de la Virgen Madre de Dios, ahora, de manera muy especial, consagramos todos los pueblos de Rusia al mismo Corazón Inmaculado».

El 21 de noviembre de 1964, san Pablo VI renovó la consagración de Rusia al Corazón Inmaculado en presencia de los Padres del Concilio Vaticano II.

San Juan Pablo II compuso una oración para lo que llamó un «Acto de Encomienda» que se celebraría en la Basílica de Santa María la Mayor el 7 de junio de 1981, solemnidad de Pentecostés. Este es el texto:

Oh Madre de los hombres y de los pueblos, que conoces todos sus sufrimientos y sus esperanzas, que tienes un sentimiento maternal por todas las luchas entre el bien y el mal, entre la luz y las tinieblas que sacuden el mundo, acepta nuestro grito dirigido en el Espíritu Santo directamente a tu corazón y abraza con el amor de la Madre y Sierva del Señor a los que más esperan este abrazo, y junto a aquellos cuya encomienda esperas de manera particular. Toma bajo tu maternal protección a toda la familia humana, que te confiamos, oh Madre, con afectuoso amor. Que se acerque el tiempo de la paz y la libertad, el tiempo de la verdad, la justicia y la esperanza para todos.

Este acto de consagración del 7 de junio de 1981, lo repitió en Fátima el 13 de mayo de 1982.

El 25 de marzo de 1984, en la plaza de San Pedro, en unión espiritual con todos los Obispos del mundo, precedentemente «convocados», el Papa consagra a todos los hombres y pueblos al Corazón Inmaculado de María, en un tono que evoca las angustiadas palabras pronunciadas en 1981

«Y por eso, oh Madre de los hombres y de los pueblos, Tú que conoces todos sus sufrimientos y esperanzas, tú que sientes maternalmente todas las luchas entre el bien y el mal, entre la luz y las tinieblas que invaden el mundo contemporáneo, acoge nuestro grito que, movidos por el Espíritu Santo, elevamos directamente a tu corazón: abraza con amor de Madre y de Sierva del Señor a este mundo humano nuestro, que te confiamos y consagramos, llenos de inquietud por la suerte terrena y eterna de los hombres y de los pueblos.
De modo especial confiamos y consagramos a aquellos hombres y aquellas naciones, que tienen necesidad particular de esta entrega y de esta consagración.
¡“Nos acogemos a tu protección, Santa Madre de Dios”!
¡No deseches las súplicas que te dirigimos en nuestras necesidades!».

Se dice que en esa consagración san Juan Pablo II también mencionaba a Rusia para sus adentros.

En junio de 2000, la Santa Sede reveló la tercera parte del secreto de Fátima, y el entonces Arzobispo Tarcisio Bertone, Secretario de la Congregación para la Doctrina de la Fe, señaló que Sor Lucía, en una carta de 1989, había asegurado que este acto solemne y universal de consagración correspondía a lo que Nuestra Señora quería: («Sim, està feita, tal como Nossa Senhora a pediu, desde o dia 25 de Março de 1984»: «Sí, desde el 25 de marzo de 1984, ha sido hecha tal como Nuestra Señora había pedido»: carta de sor Lucía de 8 de noviembre de 1989). Y Bertone lo dio como confirmado.