El 5 de septiembre nos comunicaron que el Departamento de Educación, tras reorganizar el servicio de taxis (optimizando y eso), había unificado las rutas de Tudela y Tafalla, con el resultado de que Maialen (y otros dos compañeros) se quedaba sin poder beneficiarse de una de las plazas vacantes que pensábamos utilizar para este curso (el lunes para ir y el viernes para volver).
Así que… con menos de 48 horas de margen (el curso empezaba el 7 de septiembre) tuvimos que reorganizarnos, solicitar cambios de horarios en el trabajo y, sobre todo, explicar a Maialen que este año no iba a ir en taxi si no con nosotros.
Y así empezamos el curso. Saliendo de casa, yendo hasta Isterria, dejar a Maialen y vuelta a Tafalla. (Curiosamente, vivo a escasos 30 metros de la Escuela donde trabajo… aunque con este rodeo hacía 100 kilómetros para llegar al Colegio).
Maialen ha ido acostumbrándose a este cambio, excepto a despedirnos en la puerta de su colegio… era demasiado duro. Bueno, el último lunes de septiembre se quedó bastante mejor.
Pues bien, el último jueves de septiembre nos avisaron que, tras mucho trabajo y no pocas reuniones, se había conseguido volver a desdoblar la ruta y podíamos contar con el taxi (pagando, pero con plaza).
¿Lo más costoso? Volver a explicar, y convencer, a Maialen del nuevo cambio. ¡No quería!
Pero bueno, al final dijo que sí y más contenta todavía al saber que Virginia iba a seguir de cuidadora. ¡Gracias Virginia!
