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La Divina Misericordia y el Sagrado Corazón de Jesús

No se debe contraponer la devoción a la Divina Misericordia a la devoción al Sagrado Corazón de Jesús.

Aclara Petit, en el que posiblemente sea su mejor artículo, que el énfasis es la divina Misericordia y la fuente es el Sagrado Corazón de Jesús:

"Algunos han querido separar ambas devociones llevados... Un supuesto argumento más material que formal y espiritual se basa en que la imagen de la Misericordia divina no contiene el Sagrado Corazón de Jesús. Pero una cosa es el énfasis de esta devoción, que es la divina Misericordia, y otra la fuente de la misma que no es otra que el Sagrado Corazón de Jesús"
(Véase
La Divina Misericordia • por José M.ª Petit Sullá (1940†2007) • Revista Cristiandad de Barcelona. núm. 897, de abril de 2006).

Jesús, el Verbo hecho carne, le dice a santa Faustina Kowalska:

«Has de saber, hija mía, que mi Corazón es la Misericordia misma».
(Diario de santa Faustina Kowalska, 1777).

“De todas Mis Llagas, como de arroyos, fluye la Misericordia para las almas, pero la Herida de Mi Corazón es la Fuente de la Misericordia sin límites, de esta Fuente brotan todas las Gracias para las almas. Me queman las Llamas de Compasión, deseo derramarlas sobre las almas de los hombres. Habla al mundo entero de Mi Misericordia”.
(Diario de santa Faustina Kowalska, 1190).

Oh Amor Eterno, mandas pintar Tu Santa Imagen y nos revelas la fuente inconcebible de la misericordia.
Bendices a quien se acerca a Tus rayos, y el alma negra se convierte en nieve.
(Diario de santa Faustina Kowalska, 1).

Oh dulce Jesús, aquí [2] has establecido el trono de Tu misericordia para dar alegría y ayudar al pecador,
De
Tu Corazón abierto, como de un manantial puro, fluye el consuelo para el alma y el corazón contrito.
(Diario de santa Faustina Kowalska, 1).

«Misericordia divina, encerrada en el Corazón de Jesús para nosotros y especialmente para los pecadores».
(Diario de santa Faustina Kowalska, 949).

«Misericordia divina que baja al mundo en la persona del Verbo encarnado».
(Diario de santa Faustina Kowalska, 949).

«Misericordia divina que brota del seno del Padre, en Ti confío».
(Diario de santa Faustina Kowalska, 949).

«Misericordia divina que brota del misterio de la Santísima Trinidad, en Ti confío».
(Diario de santa Faustina Kowalska, 949).

«Misericordia divina que manó de la herida abierta del Corazón de Jesús».
(Diario de santa Faustina Kowalska, 949).

Oh Jesús, a través de Tu piadosísimo Corazón como a través de un cristal han llegado (132) a nosotros los rayos de la Divina Misericordia (Diario de santa Faustina, 1.553).

"Oh, Rey de Misericordia, guía mi alma".
(Diario de santa Faustina Kowalska, 3).

"Te recibo, estás en Mi Corazón" (Diario de santa Faustina, 14).

Me dirigí a Dios con toda mi alma sedienta de Él. Eso [fue] durante la Octava de Corpus Cristi [14]. Dios llenó mi alma con la luz interior para que lo conociera más profundamente como el bien y la belleza supremos. Comprendí cuánto Dios me amaba. Es eterno Su amor hacia mí. Eso fue durante las vísperas. Con las palabras sencillas que brotaban del corazón, hice a Dios (6) el voto de castidad perpetua. A partir de aquel momento sentí una mayor intimidad con Dios, mi Esposo. En aquel momento hice una celdita en mi corazón donde siempre me encontraba con Jesús (Diario de santa Faustina, 14).

"Tú eres Mi alegría, tú eres el deleite de Mi Corazón" (Diario de santa Faustina, 27).

El propio Jesús, el Verbo hecho carne, le encarga a santa Faustina:

«Proclama que la misericordia es el atributo más grande de Dios. Todas las obras de mis manos están coronadas por la misericordia».
(Diario de santa Faustina Kowalska, 301).

«Secretaria de Mi Misericordia, escribe, habla a las almas de esta gran misericordia mía, porque está cerca el día terrible, el día de Mi Justicia».
(Diario de santa Faustina Kowalska, 965).

“En el Antiguo Testamento enviaba a los profetas con truenos a Mi pueblo. Hoy te envío a ti a toda la humanidad con Mi misericordia. No quiero castigar a la humanidad doliente, sino que deseo sanarla, abrazarla a Mi Corazón misericordioso. Hago uso de los castigos cuando Me obligan a ello; Mi mano se resiste a tomar la espada de la justicia. Antes del día de la justicia envío el día de la misericordia”.
(Diario de santa Faustina Kowalska, 1588).

Jesús, el Verbo hecho carne, le encargó a santa Faustina dar algunos detalles sobre este anuncio que viene ya en Su discurso escatológico en el evangelio:

«Escribe esto: "Antes de venir como Juez Justo, vengo como Rey de Misericordia. Antes de que llegue el día de la justicia, les será dado a los hombres este signo del cielo. Se apagará toda luz en el cielo y habrá una gran oscuridad en toda la tierra. Entonces en el cielo parecerá el signo de la cruz y, de los orificios donde fueron clavadas las manos y los pies del Salvador, saldrán grandes luces que durante algún tiempo iluminarán la tierra. Eso sucederá poco tiempo antes del último día"».
(Diario de santa Faustina Kowalska, 83).

Conviene aclarar que, al igual que en la Sagrada Escritura, en este texto de santa Faustina, la expresión "último día" significa última época de la vida humana en la tierra; no hay que imaginar la literalidad material de un día de 24 horas de reloj.

Así lo explica san Agustín, como doctor de la Iglesia:

«La Iglesia universal del Dios verdadero confiesa y profesa que Cristo ha de venir del cielo a juzgar a los vivos y a los muertos, y a esto le llamamos nosotros último día del divino juicio, esto es el tiempo último. Pues, por cuantos días se extienda este juicio es incierto: pero las escrituras santas usualmente ponen el término día en lugar de tiempo, como no ignora el que haya leído, por más ligeramente que lo haya hecho aquellas letras santas. Así pues cuando decimos día del juicio de Dios, añadimos último o novísimo, lo que indica que también ahora juzga y que desde el principio del tiempo juzgó» (San Agustín De Civitate Dei lib. XX, cap. 1, núm. 2).

Y Dios mismo deshace el posible malentendido por medio de san Pedro en la Sagrada Escritura:

"Una cosa no podéis ignorar, queridos: que ante el Señor un día es como mil años y, mil años, como un día". (II P 3,8).

Y lo dice san Pedro empleando una expresión revelada que era ya muy conocida, porque está en los Salmos: ante el Señor un día es como mil años y, mil años, como un día.

Porque mil años a tus ojos son como el ayer, que ya pasó, como una vigilia de la noche.
(Sal 90,4).

Este es el anuncio de Jesús, el Verbo hecho carne, en Su discurso escatológico del evangelio:

«Entonces aparecerá en el cielo la señal del Hijo del hombre; y entonces se golpearán el pecho todas las razas de la tierra y verán al Hijo del hombre venir sobre las nubes del cielo con gran poder y gloria».
(Mt 24,11-12;30).

La Santa Romana Iglesia, en su calendario de conmemoraciones, confirma lo referente a la señal del Hijo del Hombre:

«La Santa Cruz es ensalzada como trofeo pascual de la victoria de Cristo y signo que aparecerá en el cielo anunciando a todos su segunda venida».
(Martirologio Romano, 14 de septiembre, fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz).

El malentendido sobre el fin del mundo
Malentendidos sobre la Parusía.

“Deseo que conozcas más profundamente el amor que arde en Mi Corazón por las almas, y tú comprenderás esto cuando medites Mi Pasión. Apela a Mi misericordia para los pecadores, deseo su salvación. Cuando reces esta oración con corazón contrito y con fe por algún pecador, le concederé la gracia de la conversión. Esta oración es la siguiente: 
Oh, Sangre y Agua que brotaste del
Corazón de Jesús como una Fuente de Misericordia para nosotros, en Ti confío” (Diario de santa Faustina, 187).

«Los dos rayos significan la Sangre y el Agua. El rayo pálido simboliza el Agua que justifica a las almas. El rayo rojo simboliza la Sangre que es la vida de las almas. Ambos rayos brotaron de las entrañas más profundas de Mi misericordia cuando Mi Corazón agonizante fue abierto en la cruz por la lanza». (Diario de santa Faustina, 299).

Los dos rayos salen del Sagrado Corazón. Lógicamente, porque la Sangre y el Agua brotaron cuando la lanzada abrió el Corazón del Crucificado:

Uno de los soldados le atravesó el costado con una lanza y al instante salió sangre y agua.
(Jn 19,34).

Vi a Jesús de Cuyo Corazón salían los dos mismos rayos y me envolvieron toda. (Diario de santa Faustina, 1.559).

A pesar de toda nuestra miseria, esperamos recibir todo lo que Jesús nos ha prometido, porque Jesús es nuestra esperanza; a través de su Corazón misericordioso, como a través de una puerta abierta, entramos en el cielo. (Diario de santa Faustina, 1.570).

“He abierto Mi Corazón como una Fuente viva de Misericordia. Que todas las almas tomen vida de ella. Que se acerquen con gran confianza a este mar de misericordia. Los pecadores obtendrán la justificación y los justos serán fortalecidos en el bien” (Diario de santa Faustina, 1520).

“Deseo que conozcas más profundamente el amor que arde en Mi Corazón por las almas, y tú comprenderás esto cuando medites Mi Pasión. Apela a Mi misericordia para los pecadores, deseo su salvación. Cuando reces esta oración con corazón contrito y con fe por algún pecador, le concederé la gracia de la conversión. Esta oración es la siguiente: 
Oh, Sangre y Agua que brotaste del
Corazón de Jesús como una Fuente de Misericordia para nosotros, en Ti confío” (Diario de santa Faustina, 187).

“Hija Mía, ayúdame a salvar a un pecador agonizante; reza por él este rosario que te he enseñado. Al empezar a rezar el rosario, vi a aquel moribundo entre terribles tormentos y luchas. El Ángel Custodio lo defendía, pero era como impotente ante la gran miseria de aquella alma (...)  Mientras rezaba el rosario, vi a Jesús tal y como está pintado en la imagen. Los rayos que salieron del Corazón de Jesús envolvieron al enfermo y las fuerzas de las tinieblas huyeron en pánico. El enfermo expiró sereno” (Diario de santa Faustina, 1565).

"Cuantas veces oigas el reloj dando las tres, sumérgete en Mi misericordia, adorándola y glorificándola; suplica su omnipotencia para el mundo entero y, especialmente, para los pobres pecadores, ya que en ese momento, se abrió de par en par para cada alma. En esa hora puedes obtener todo lo que pidas para ti o para los demás. En esa hora se estableció la gracia para el mundo entero: la misericordia triunfó sobre la justicia. En esa hora procura rezar el Vía Crucis, en cuanto te lo permitan tus deberes; y si no puedes rezar el Vía Crucis, por lo menos entra un momento en la capilla y adora en el Santísimo Sacramento a Mi Corazón, que está lleno de misericordia. Y si no puedes entrar en la capilla, sumérgete en oración allí donde estés, aunque sea por un brevísimo instante" (Diario de santa Faustina, 1572).

Hoy no me he despertado a tiempo, tengo apenas un breve momento para no llegar tarde a la Santa Comunión, porque la capilla dista un buen trecho de nuestro pabellón.

Cuando Salí afuera, la nieve llegaba a las rodillas, pero antes de pensar que el médico no me hubiera permitido ir con tanta nieve, ya estaba con el Señor, en la capilla, recibí la Santa Comunión y en seguida estuve de vuelta. Oí en el alma estas palabras: "Hija Mía, descansa junto a
Mi Corazón, conozco tus esfuerzos". Mi alma se regocija más cuando estoy junto al Corazón de mi Dios (Diario de santa Faustina, 902).

"Te suplico e imploro Tu misericordia para los pobres pecadores. Dulcísimo Corazón de mi Señor, lleno de piedad y de misericordia insondable, Te suplico por los pobres pecadores. Oh Sacratísimo Corazón, Fuente de Misericordia de donde brotan rayos de gracias inconcebibles sobre toda la raza humana, Te pido luz para los pobres pecadores" (Diario de santa Faustina, 72).

Jesús mío, guía mi mente, toma posesión absoluta de todo mi ser, enciérrame en el fondo de Tu Corazón y protégeme del asalto del enemigo" (Diario de santa Faustina, 76).

Oh, Sangre y Agua que brotaste del Corazón de Jesús como una Fuente de Misericordia para nosotros, en Ti confío” (Diario de santa Faustina, 84).

"Vi al Señor Jesús encima de nuestra capilla bajo la misma apariencia que tenía cuando le había visto por primera vez. Tal y como está pintado en esta imagen. Esos dos rayos que salían del Corazón de Jesús, envolvieron nuestra capilla y la enfermería y después toda la ciudad y se extendieron sobre el mundo entero" (Diario de santa Faustina, 87. Vilna 26.10.1934,viernes).

Por la noche el Señor me dijo: Descansa, niña Mía, junto a Mi Corazón; veo que te has fatigado muchísimo en Mi viña, y mi alma fue inundada del gozo divino (Diario de santa Faustina, 945).

Eres un deleite para Mi Corazón, desde hoy cada acción tuya, la más pequeña, encuentra la complacencia en Mis ojos, cualquier cosa que hagas (Diario de santa Faustina, 137).

Tuve un gran sufrimiento y humillación por parte de cierta persona. Lo acepté sometiéndome a la voluntad superior y me estreché profundamente al Sacratísimo Corazón de Jesús, el Señor, dando a conocer que estaba dispuesto a aquello a lo que me había ofrecido (Diario de santa Faustina, 138).

Hay ataques, cuando el alma no tiene tiempo de reflexionar, ni de pedir consejo, ni de nada; entonces se debe luchar por la vida o por la muerte; a veces es bueno recurrir a la herida del Corazón de Jesús, sin contestar una sola palabra y por ese [acto] mismo el enemigo está derrotado (Diario de santa Faustina, 145).

«Mientras rezaba la coronilla, vi a Jesús tal y como está pintado en la imagen. Los rayos que salieron del Corazón de Jesús envolvieron al enfermo y las fuerzas de las tinieblas huyeron en pánico. El enfermo expiró sereno».
(Diario de santa Faustina, 1565).

El triunfo de la Divina Misericordia de Jesús pese a los esfuerzos de Satanás

“Hoy he visto la gloria de Dios que fluye de esta imagen. Muchas almas reciben gracias aunque no lo digan abiertamente. Aunque su suerte varía, Dios recibe gloria a través de ella y los esfuerzos de Satanás y de la gente mala se estrellan y vuelven a la nada. A pesar de la maldad de Satanás, la Divina Misericordia triunfará en el mundo entero y será adorada por todas las almas”. (Diario de santa Faustina, 1789).

“He amado a Polonia de manera particular y si obedece Mi voluntad, la enalteceré en poder y en santidad. De ella saldrá la chispa que preparará el mundo para Mi última venida” (Diario de santa Faustina, 1732).

“Prepararás al mundo para mi última venida” (Diario de santa Faustina, 429).

Escribe esto: Antes de venir como el Juez Justo, vengo como el Rey de Misericordia. Antes de que llegue el día de la justicia, les será dado a los hombre este signo en el cielo.
Se apagará toda luz en el cielo y habrá una gran oscuridad en toda la tierra. Entonces, en el cielo aparecerá el
signo de la cruz y de los orificios donde fueron clavadas las manos y los pies del salvador, saldrán grandes luces que durante algún tiempo iluminarán la tierra. Eso sucederá poco tiempo antes del ultimo día (Diario de santa Faustina, 83).

Mi reino en la tierra es Mi vida en las almas de los hombres” (Diario de santa Faustina, 1784).

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Te deseo a Ti, Jesús. Haz mi corazón capaz de amarte con el amor con que Tú me amas (Diario de santa Faustina Kowalska, 587).

"Una vez, vi de repente al Señor Jesús en una gran Majestad y me dijo estas palabras:

Hija Mía, si quieres, en este momento creo un mundo nuevo más bello que éste y pasarás en él el resto de tus días.

Contesté:

No quiero ningún mundo, yo Te deseo a Ti, oh Jesús, deseo amarte con el amor con que Tú me amas; Te ruego una cosa: Haz mi corazón capaz de amarte.
Me sorprende mucho, Jesús mío, que hagas tal pregunta, porque en realidad ¿qué haría yo con estos mundos aunque me los des por millares? ¿Qué provecho tendría?
Tú sabes bien, Jesús, que mi corazón muere de nostalgia por Ti; todo lo que está fuera de Ti, para mí no es nada.

En aquel momento no vi nada más, pero una fuerza envolvió mi alma y un extraño fuego se incendió en mi corazón, y entré en una especia de agonía por Él; entonces oí estas palabras:

A ningún alma Me uno tan estrechamente y de este modo como a ti y esto por la profunda humildad y el amor ardiente que tienes por Mi".

(Diario de santa Faustina Kowalska, 587)

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...La Divina Misericordia de Jesús..

Cometen el mismo error que con la devoción al Sagrado Corazón: hacen mirar el rostro que dicen "verdadero" de Jesús en vez de mirar su Corazón, y ahora su actitud misericordiosa, que es lo que Él pidió y pide, y que nos entreguemos a recibir Su amor misericordioso, que Él quiere darnos a toda costa; siendo así que es un rostro y un cuerpo glorioso de resucitado, no reconocible más que cuando Él quiere. Y que el objetivo de darnos a copiar la imagen de su Corazón en el siglo XVII y su figura en el XX, no es que Le veamos, como tiene reservado hacerse ver Dios a los bienaventurados en el cielo.

Jesús mismo le aclaró a santa Faustina que el poder y la importancia de esa pintura, no estaban en la calidad de la obra pictórica, puesto que además se la encargó a ella que no sabía pintar, y que se lamentaba amargamente de la insuficiencia de lo que había realizado el profesional al que le hicieron traspasar el encargo de Jesús, sino que lo importante era la gracia que Él quería vincular al cuadro:

“... cuando estaba en el taller de aquel pintor que pintaba el cuadro, vi que no era tan bello como es Jesús. Me entristecí mucho por eso ... fui a la capilla y lloré muchísimo. Le dije al Señor: ¿Quién Te pintará tan bello como Tú eres? De repente oí estas palabras:

«No en la belleza del color, ni en la del pincel, está la grandeza de este cuadro, sino en Mi gracia»” (Diario, 313).

“Ofrezco a los hombres un recipiente con el que han de venir a la Fuente de la Misericordia para recoger gracias. Ese recipiente es esta imagen con la firma: Jesús, en Ti confío” (Diario, 327).^

Mucho peor es el error de contraponer esta devoción a la del Sagrado Corazón de Jesús y pretender así eliminarla. Ahora ya ni se nombra nunca el Sagrado Corazón de Jesús cuando se habla de la devoción a la Divina Misericordia. No se omitía en las revelaciones de Jesús a santa Faustina, ni en el diario de ésta. Los dos rayos salen del Sagrado Corazón. La Sangre y el Agua brotaron cuando la lanzada abrió el Corazón del Crucificado:

Uno de los soldados le atravesó el costado con una lanza y al instante salió sangre y agua.
(Jn 19,34).

No, las dos son imágenes del infinito amor misericordioso de Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo. Teníamos ya una imagen potentísima de este amor: la Cruz con el Crucificado. Y, como no Le amábamos, Él nos quiso dar otra, la de su Corazón rodeado de espinas, llagado por la lanza, ardiendo en llamas de amor y coronado con la Cruz. Y tampoco. Y entonces, la imagen que le encargó pintar a santa Faustina.

Y eso que además de estas tres imágenes tan potentes, tenemos desde el principio la realidad de su amor en la Eucaristía y Jesús, el Verbo hecho carne, le dice a santa Faustina:.

"Adora en el Santísimo Sacramento a Mi Corazón que está lleno de misericordia" (Diario, 1572).

Véase La Divina Misericordia • José M.ª Petit Sullá (1940†2007) • Revista Cristiandad de Barcelona. Año LXX- Núm. 983-984 Junio-Julio 2013, págs. 28- 31
(Posiblemente el mejor artículo de Petit)


Cristo de la Divina Misericordia.
A la derecha la versión de Vilna, realizada a petición del confesor de sor Faustina, el beato padre Miguel Sopocko por el pintor Eugenio Kazimirowski en 1934

“Mi mirada en esta imagen es igual a la mirada desde la cruz” (Diario, 326).
"Ofrezco a los hombres un recipiente con el que han de venir a la Fuente de la Misericordia para recoger gracias. Ese recipiente es esta imagen con la firma: Jesús, en Ti confío, [Jezu, ufam Tobie]" (Diario, 327).

A la izquierda la versión de Cracovia realizada por el pintor Adolfo Hyla en 1944

El 22 de febrero de 1931 Jesús se reveló a santa Faustina en su celda del convento de Plock (Polonia). Le encomendó pintar un cuadro, enseñándole su modelo.

Refiere Santa Faustina en su diario:

“Al anochecer, estando en mi celda, vi al Señor Jesús vestido con una túnica blanca. Tenía una mano levantada para bendecir y con la otra tocaba la túnica sobre el pecho. De la abertura de la túnica en el pecho, salían dos grandes rayos: uno rojo y otro pálido. Un momento después, Jesús me dijo:
«Pinta una imagen según el modelo que ves, y firma: Jesús, en Ti confío. 
»Deseo que esta imagen sea venerada primero en su capilla y luego en el mundo entero...»
»Quiero que este cuadro que pintarás con el pincel, sea bendecido con solemnidad el primer domingo después de la Pascua de Resurrección; ese domingo debe ser la Fiesta de la Misericordia»".
(Diario de santa Faustina, 47-49).

Otro día, estando Santa Faustina en oración, Jesús le dijo:

«Los dos rayos significan la Sangre y el Agua.
»El rayo pálido simboliza el Agua que justifica a las almas. El rayo rojo simboliza la Sangre que es la vida de las almas.
»Ambos rayos brotaron de las entrañas más profundas de Mi misericordia cuando
Mi Corazón agonizante fue abierto en la cruz por la lanza».
(Diario, 299).

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