Decía Canals:

"¡Pobres mujeres!"

Y santa Teresita de Jesús dejó dicho:
¡Pobres mujeres! ¡Qué despreciadas son...! Sin embargo, ellas aman a Dios en número mucho mayor que los hombres, y durante la pasión de Nuestro Señor las mujeres tuvieron más valor que los apóstoles, pues desafiaron los insultos de los soldados y se atrevieron en enjugar la Faz adorable de Jesús... Seguramente por eso él permite que el desprecio sea su lote en la tierra, ya que lo escogió también para sí mismo... En el cielo demostrará claramente que sus pensamientos no son los de los hombres, pues entonces los últimos serán los primeros... (Historia de un Alma, Manuscrito A, 66rº).

En realidad, como muchos tenemos claro desde la preadolescencia, las mujeres son superioes a los varones; aunque ellas, por algo preternatural, se supeditan a los varones, y lo hacen de corazón, en el sentido hebreo y bíblico de la palabra corazón, es decir, incluyendo la inteligencia y la voluntad afectiva y efectiva, que es lo mejor que tienen y lo que constituye el núcleo de lo que las hace mejores que los varones; se les supeditan con algo análogo al patriotismo. Aunque en sí son mejores. Por eso no tiene sentido que algunas mujeres pretendan ser como los varones en usos y costumbres, gustos, prácticas, actividades, opiniones y profesiones. Son personas al igual que los varones. Tienen igual digninidad, la de personas. Mas son neta y claramente mejores que los varones. Y esto deja en evidencia la inconsistencia del feminismo. No tiene sentido pretender, para mejorar, igualarse a lo que se es mejor; empeorar para ser o parecer mejores. aunque bien es verdad que las militantes en el primer feminismo reivindicaban cosas, que expresadas un poco a lo bruto, no estaban mal, como aquello de "contra violación, castración". Era una manera de aplicar lo que pone Calderón en labios de Felipe II para absolver al alcalde de Zalamea: "Errar lo menos no importa, si acertó en lo principal".

Ellas, las feministas del primer feminismo, reivindicaban que siendo mujeres y por ser mujeres, en cuanto tales, tenían que ser aceptadas como iguales a los varones. Dejando aparte que no debían haber renunciado a la realidad de que por ser mujeres, como ellas muy acertadamente decían, eran superiores y mejores que los varones, hemos de reconocer que en su firme afirmación de ser mujeres radica, como ellas dicen su rechazo a las que después han venido diciendo que no son mujeres por naturaleza, sino que eso es una decisión propia que puede y debe tomar y expresar cada uno porque él lo dice. De aquí ha resultado que se ha establecido e impuesto en España la ley de que todos y cada uno, varones y mujeres, lo serán legalmente sin más que exxpresarlo así en el formulario correspondiente; y así legalmente quedará documentado en el DNI, sin hormonarse, travestirse ni operarse. Las feministas del primer feminismo se oponen a esto y a todo el resto de las reivindicaciones que les vienen impuestas en virtud de la doctrina de género, porque ellas dicen que sus reivindicaciones son como mujeres en cuanto tales, no en cuanto nomujeres por lanegación de la naturaleza.

Y aparte están los políticos que dicen "yo soy el más feminista de mi gobierno", como se nos hizo oír en 2011. Esto es propaganda, autobombo. Secundado, por cierto por las mujeres de su gobierno que se le supeditaban con aquella especie de patriotismo o algo análogo. Pero en boca del jefe era no importarle nada las mujeres, excepto su voto. Porque, igual que sin haber leído a Marx, expresaba militantemente la esencia del socialismo revolucionario, que es la lucha por la conquista del poder perenne como sea, cuando decía: "nosotros somos los que apoyamos a los pobres; y, como siempre hay más pobres que ricos, siempre tendremos el poder nosotros"; como siempre hay más mujeres... Claro que después han venido a predominar los que militan en la doctrina de género por ser más atea y anticristiana.