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Tema 6 La guerra civil 6.1 Evolución cronológica e intervención internacional.

Fuente 2ga de 2024 Cartel de las Brigadas Internacionales, 1937. Recogido en GATELL ARIMONT, C. et al. [y otros], Historia de España. Bachillerato. Ed. Vicens Vives, 2023, pág. 277.

Ejercicios:

1. Identificación de la fuente (0,5 puntos)

2. Análisis de la fuente (0,5 puntos)

3. Relaciona la fuente con su contexto histórico respondiendo a las siguientes cuestiones [3 puntos].

a. Explica en qué contexto o etapa histórica se elaboró y difundió esta fuente [0,5 puntos].

b. Explica qué dos bandos se formaron después del golpe de Estado, con que apoyos sociales y políticos contaron en el interior y que apoyos internacionales tuvieron. Relaciónalo la fuente con eso.
[1,25 puntos]

c. Explica qué zonas controló cada bando en un principio y cómo evolucionó la guerra desde entonces. [1,25 puntos]

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Ejercicios:

1. Identificación de la fuente (0,5 puntos)

- Qué es (foto, mapa, gráfico, cuadro, texto, cartel o viñeta) y sobre qué informa la fuente. Fijarse en el pie de la fuente.

Cartel de propaganda de las Brigadas Internacionales, de 1937

2. Análisis de la fuente (0,5 puntos)

- Especificar fecha y otra información que aparezca: autor, lugar...

Cartel de 1937, es decir de la época de la Guerra de España de 1936, en el que se dice que "todos los pueblos del mundo están en las Brigadas Internacionales, al lado del pueblo español". Y lo dice bajo unas imágenes. En una de ellas hay tres soldados, uno negro, otro amarillo y otro blanco, con cascos militares de tres tipos diferentes, debe ser lo que representa las Brigadas y todos los pueblos del mundo, aunque también hay aceitunados y cobrizos o pieles rojas, pero se omiten. En la otra imagen aparece la bola del mundo en la que, bajo una estrella roja de tres puntas se ve desde España hasta la Rusia europea y parte de la asiática, y debajo, por estar al sur, África y parte de Asia

Es publicidad política de guerra. Triple diferenciación de la verdad. No sólo por ser publicidad y por ser política, sino porque ya se sabe cuál es la primera víctima de la guerra: la verdad.

De ahí la triple afirmación diferente de la verdad: 1) "todos los pueblos del mundo están en las Brigadas Internacionales"; fueron muchos los combatientes, pero no tantos como "todos los pueblos del mundo", pero ya se sabe, que según el izquierdismo en general los que no son de esa tendencia no existen, o al menos no son pueblo, sino opresores del pueblo. En realidad, las Brigadas Internacionales estuvieron integradas por unos 40.000 hombres encuadrados en 46 batallones, por los que pasaron unos 70.000 hombres en el tiempo de presencia en España de dichas Brigadas, que fueron retiradas a raíz de uno de los acuerdos de la conferencia de Munich de 1938 de los mandatarios de Inglaterra y Francia con el jefe de los nazis alemanes, Hitler, y el de los fascistas italianos, Mussolini.

3. Relaciona la fuente con su contexto histórico respondiendo a las siguientes cuestiones [3 puntos].

a. Explica en qué contexto o etapa histórica se elaboró y difundió esta fuente [0,5 puntos].

El cartel es de 1937, por lo que corresponde a la segunda fase de la Guerra de España de 1936, aunque estas Brigadas empezaron a llegar y a entrar en combate en octubre de 1936 en la batalla de Madrid del final de la primera fase de dicha guerra, siendo utilizadas para impedir que las tropas de los nacionales tomasen la ciudad, y lo impidieron. Por lo que Franco, que había consegido el 1.10.1936 llegar al mando de los nacionales, es decir los sublevados o alzados, tomó la decisión de dejar la toma de Madrid para el final de la guerra y concentrar los esfuerzos de todos los de su bando que ya estaban a sus órdenes en tomar las áreas de la cornisa cantábrica.

Aunque desde julio ya había combatientes extranjeros en apoyo del Frente Popular y una parte de ellos nunca obedecieron al comunismo soviético de Rusia, las Brigadas Internacionales se formaron tras la decisión del 18.09.1936 de la Internacional Comunista, la Komintern, por orden de Stalin, el dictador totalitario de Rusia, jefe del comunismo soviético. Del reclutamiento y de los aspectos organizativos fue encargado el Partido Comunista Francés, la sede internacional de reclutamiento se estableció en París, la jefatura de los brigadistas la ejerció el marino comunista francés André Marty y el mayor núcleo de brigadistas fue el de los 10.000 franceses. Los primeros 500 brigadistas, procedentes de diversos países, llegaron al cuartel general y centro de preparación de Albacete en la madrugada del 14 de octubre de 1936.

b. Explica qué dos bandos se formaron después del golpe de Estado, con que apoyos sociales y políticos contaron en el interior y que apoyos internacionales tuvieron. Relacióna la fuente con eso.
[1,25 puntos]

Los militares que conspiraban tenían desde abril de 1936 como

Entre los que conspiran destacan los carlistas, que preparaban sus milicias de requetés desde el principio de la II República, la Falange y un sector del ejército que organiza el general Mola. Éste va captando militares, no sólo derechistas, sino algunos de los que habían favorecido el advenimiento de la república, como el general Queipo de Llano. El general Franco, actuando con su habitual cautela, se mantiene informado, pero no entra por el momento en la conspiración. La conexión entre los requetés carlistas y el general Mola, considerada indispensable por éste, se ve dificultada, porque los militares no tenían más objetivo inmediato que poner orden en la república y los carlistas tenían como objetivo establecer una monarquía católica. Los monárquicos alfonsinos conspiran activamente, aunque tienen escasos efectivos, pero sí medios económicos con los que financian a los otros sectores, a los que tratan de utilizar.

El bando de los sublevados o alzados; es denominado por estos bando nacional o bando de los nacionales, mientras que sus adversarios del otro bando les denominaban, los rebeldes, los facciosos, los fascistas, etc. Y ahora les denominan franquistas los partidarios actuales de dichos adversarios. Aunque Franco no fue el organizador de la sublevación, ni el jefe inicial, ni siquiera se unió al proyecto de esa sublevación hasta que se produjo el asesinato de Calvo Sotelo el 13.07.1936.

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La provocación de la guerra: el asesinato de Calvo Sotelo el 13.07.1936,

El asesinato de Calvo Sotelo al parecer tenía la finalidad de provocar la insurrección de los derechistas para aplastarla y hacer triunfar ya la revolución. Pero desencadenar una guerra es correr el riesgo de perderla, aunque se calcule que esto es poco probable, o no se piense en perderla, como entonces los del Frente Popular. Y lo que es seguro es la gran cantidad de padecimientos que sufrirá la población.

La esperanza de que el gobierno cambiase de actitud todavía la mantenía Franco hasta el mismo 13.07.1936, pero su indecisión e indefinición se terminó con el asesinato de Calvo Sotelo:
"Al mediodía del 13 de julio con gran indignación mi primo afirmó que ya no se podía esperar más y que perdía por completo la esperanza de que el gobierno cambiase de conducta al realizar este crimen de Estado, asesinando alevosamente a un diputado de la nación valiéndose de la fuerza de orden público a su servicio. La decisión de Franco era definitiva e irrenunciable”.
(Franco Salgado-Araujo, Francisco, Mi vida junto a Franco, Planeta, Barcelona, 1977, pg. 150).

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Pero tras la sublevación llamada el Alzamiento, los alzados en armas contra el gobierno del Frente Popular, que son los oficiales sublevados, las milicias de los requetés carlistas y las milicias falangistas, más los voluntarios que se alistan en el ejército a las órdenes de dichos oficiales, en los tercios carlistas y en las banderas falangistas, no tienen un mando único porque el general Sanjurjo muere en accidente de aviación cuando iniciaba su traslado a España para ponerse al frente de los sublevados. Tienen tres ejércitos con sus jefes respectivos: El Ejército del Norte al mando del general Mola, el Ejército del Sur al mando del general Queipo de Llano y el Ejército de África al mando del general Franco, que se había trasladado desde Canarias, donde era el comandante militar, al Protectorado Español de Marruecos para ponerse al frente de esas tropas que consiguió trasladar a la Península para consolidar y ampliar la zona controlada por los nacionales sublevados y avanzar hacia Madrid. El general Mola, al constatar que su plan inicial había fracasado y, que al no haber podido controlar Madrid y otros muchos lugares en los momentos iniciales, estaban ante una guerra, hizo que, para tener una representación ante los gobiernos extranjeros, se estableciese al frente de su bando una Junta de Defensa integrada por una serie de altos mandos presididos por el general Cabanellas. Mientras que el general Franco es nombrado más tarde vocal de esa Junta por iniciativa del general Mola. Pero ya desde el principio, en el otro bando algunos como los comunistas empiezan a destacar como responsable de la sublevación al general Franco, con lo cual paradójicamente contribuyen a hacerle propaganda en el bando de los sublevados, en España en general y en el extranjero. Finalmente, cuando se plantean los sublevados la necesidad de tener un mando único por estar ante una guerra, Franco conseguirá llegar al poder contando además con el hecho de que estaba considerado como el militar más prestigioso, más el hecho de atraer el apoyo con armamento de los mandatarios dictatoriales de Alemania e Italia, Hitler y Mussolini. Los políticos del entorno de Franco consiguen que la Junta de Defensa le confiera a Franco, además del mando militar unificado, el poder político, como Jefe de Gobierno, pero con todos los poderes del Estado. Su toma de posesión, que señala el inicio de lo que será su dictadura vitalicia de más de treinta y nueve años, es el 1.10.1936. Enseguida se producirá la culminación de su aumento de poder. Y en 1939, al terminar la guerra, Franco tenía el poder militar supremo que ejercía y expresaba con el título de Generalísimo; más el poder político como Jefe del Gobierno, que le había nombrado la Junta de Defensa, más el título de Jefe del Estado que él se había tomado, si bien es verdad que le habían sido conferidos por la Junta de Defensa "todos los poderes del Estado"; más el poder ideológico-político, al haberse nombrado jefe de las dos organizaciones que aportaban milicias populares a su bando, el carlismo de los requetés y la Falange y que él había unificado, mediante el Decreto de Unificación de 1937, bajo su jefatura, que ejercía y expresaba con el título de Caudillo, que viene de cabecilla, y equivale a lo que en otros idiomas se denominaba fûhrer, duce o leader, y posteriormente además con el título de Jefe Nacional del Movimiento, que es como pasó a denominar el partido único que había establecido inicialmente bajo su jefatura en aquel Decreto de Unificación, con el nombre de Falange Española Tradicionalista, FET; más los poderes que se confirió en las leyes de prerrogativas de 1938 y 1939, con las que se dotaba también de poder legislativo e incluso constitucional y hasta constituyente, puesto que se confirió el poder de dictar y promulgar leyes e incluso leyes fundamentales, que es como se denominaron las normas constitucionales en el régimen de Franco. Todos estos poderes le fueron ratificados mediante referéndum en 1947 y en 1966. Y además no omitió en algunas ocasiones mencionar, como poder decisivo, que él había ganado la guerra. Su gobierno fue reconocido por Francia y por Inglaterra en febrero de 1939, que es lo que aprovechó Manuel Azaña para dimitir de su cargo de presidente de la II República desde Francia adonde se había trasladado sin intención de regresar, cuando aún no había terminado dicha Guerra de España de 1936. Y fue reconocido además por todos los demás Estados menos por México y por la URSS o Unión Soviética (la dictadura totalitaria comunista sobre Rusia).

En cuanto a los apoyos sociales de los componentes del bando de los sublevados, alzados, o nacionales, los que los nutrieron como voluntarios, movilizados o profesionales, procedían de todos los niveles o clases sociales en las proporciones existentes, teniendo en cuenta que la clase media no llegó a ser mayoritaria hasta el final del segundo tercio del siglo XX. Y que en realidad la motivación mayoritaria de dichos apoyos era y fue la fe religiosa consecuente, es decir aplicada a todos los aspectos de la vida incluyendo los sociales y los políticos. Por consiguiente, en segundo, lugar dicha motivación tampoco era social y mucho menos económica, sino ideológico-política, o más bien metapolítica y metahistórica, es decir basada en la idea de España que se tuviera y sintiera con patriotismo, y eso en todos los niveles o clases sociales de los que integraron este bando. La cuestión monárquica se dejó aparcada. Aunque los requetés carlistas tenían como objetivo establecer una monarquía católica tradicional, pero los jefes militares no pretendían inicialmente nada más que poner orden en la República sin eliminarla, ni mucho menos, sino, todo lo más, establecer una dictadura republicana transitoria como había sido la de Primo de Rivera dentro de la monarquía liberal alfonsina, y el propio Franco, que era monárquico alfonsino y que al final de su dictadura dejó establecida una monarquía, en el manifiesto con el que se sublevó en julio de 1936 decía que su objetivo era que se cumpliese por primera vez y por este orden el lema fraternidad, libertad, igualdad; y en las semanas iniciales de la sublevación y de la guerra el respeto y los honores a la bandera, siempre tan marcado entre los mandos militares, lo prestaban y lo hacían prestar respecto a la bandera tricolor de la II República. Fueron los requetés carlistas los que utilizaban, autorizados por Mola a instancias de Sanjurjo, como bandera de desfile y de combate la bandera bicolor que los republicanos habían cometido el error de decir, ya en 1931, que era monárquica, con lo cual les regalaban la bandera de España, siempre tan vital para los militares, a los monárquicos, siendo así, para más inri que en la I República la bandera fue la bicolor, por lo tanto la bicolor era bandera republicana de la I República. De los requetés carlistas la bandera bicolor se fue extendiendo y generalizando entre los demás sectores de los sublevados hasta ser asumida oficialmente por los altos mandos. Y lo mismo pasó con el himno de España que los republicanos sustituyeron por el himno de Riego, tan parecido al jarabe tapatío de los mexicanos, y que dejaron que el himno de España quedase con el nombre de la Marcha Real, como un regalo a los monárquicos. Los requetés carlistas desfilaban con esa Marcha Real interpretada vibrantemente por sus bandas militares haciendo derramar gruesos lagrimones a los alfonsinos según testimonios que han dejado por escrito miembros de Acción Española de esa militancia evadidos de Madrid del efecto que les produjo todo ello al llegar a Burgos. También el himno se fue generalizando en la zona de los sublevados hasta ser restablecido oficialmente. Y principalmente, fueron los requetés carlistas los que le dieron a la sublevación y al conjunto de la guerra el carácter de cruzada, que la Iglesia reconoció, siendo asumido por los demás sectores de los nacionales y al final por los jefes militares.

La correlación de fuerzas:

Los efectivos no son muy diferentes entre sí inicialmente, sobre todo si utilizamos datos rigurosos, honradamente históricos y bien referenciados.
Además, si los comparamos con los efectivos que llegaron a tener los dos bandos, cuando llegaron a su máxima movilización, las diferencias quedan muy diluidas. Unos miles arriba o abajo (según cómo se cuenten) son poco significativos cuando se trata de un millón de combatientes contra otro millón de combatientes. Y lo mismo, los combatientes extranjeros en cada bando, que son un número parecido de decenas de miles.
Los nacionales tenían las fuerzas de guarnición en Marruecos, pero esto quedaba contrarrestado por el hecho de que la mayor parte de la flota y de la aviación estaba controlada por el Frente Popular, por lo que los nacionales no podían utilizar esas tropas de Marruecos en la Península.

Más significativos que esas diferencias numéricas iniciales
y que las diferencias de armamento iniciales
fueron las de potencial demográfico, económico e institucional
y, sobre todo, las de organización, politización y espíritu:
en un bando se superpuso la revolución a la guerra
y en el otro se configuró la guerra como cruzada (aunque no a iniciativa de los mandos militares, sino asumida por estos).
La eficacia en el combate de unos y otros fue diferente por esta causa. Las obras con el tema "¿Por qué perdimos la guerra?" así lo atestiguan.

En Historia 16, en diciembre de 1982, con el PSOE en el poder, el marxista Tuñón de Lara, daba los siguientes datos tomados de historiadores no izquierdistas y referidos a los efectivos de los dos bandos el 25 de julio de 1936:

"Descontando los efectivos que se encontraban de permiso, los republicanos disponían de 34.280 hombres y los sublevados de 31.860... Para Salas Larrazábal los republicanos contaban con 55.000 hombres y los alzados con 62.000... En las estimaciones de Salas las fuerzas de orden público que formalmente (geográficamente) son adictas a la República ascienden a 40.500 hombres y tan sólo hay 27.000 con los sublevados. Digamos, en fin, que la mayoría de la aviación y de la flota se sitúan del lado gubernamental; la aviación con gran número de jefes y oficiales; la flota, sin ellos".

Aparte de las tropas de Marruecos de las que disponían los nacionales, pero sin poderlas utilizar a causa de la superioridad del bando del Frente Popular en barcos de guerra, aunque utilizados de una forma poco eficiente y poco decidida.

Los hermanos Salas Larrazábal hacen este balance inicial, dejando aparte las aisladas tropas de Marruecos: "quedaron con el Gobierno el 47 por 100 de los efectivos del Ejército territorial; el 65 por 100 de los aéreos y navales; el 51 por 100 de la Guardia Civil; el 65 por 100 de los Carabineros; más del 70 por 100 del cuerpo de Seguridad y Asalto". Y en su zona estaba el 59 por 100 de la población.
(Ramón y Jesús Mª Salas Larrazábal: Historia General de la Guerra de España. Madrid. Rialp.1986. pág. 60)

En cuanto a las milicias, los efectivos de los nacionales fueron empleadas en el frente y como fuerzas de choque. Los milicianos del Frente Popular actuaron en retaguardia, sobre todo en los momentos iniciales, desarrollando la revolución mucho más que la guerra y empleándose a fondo contra lo que llamaban la Quinta Columna (los que eran considerados enemigos entre los que habitaban en la zona del Frente Popular). No salieron al paso de las columnas de los nacionales que avanzaban hacia Madrid y no consiguieron estabilizar el frente hasta que no tuvieron a los nacionales penetrando en las afueras de Madrid con sus milicias en cabeza.

Los efectivos militares iniciales de cada bando son similares (véase gráfica):

La parte del ejército de la que dispuso inicialmente cada bando es parecida, con la excepción de las tropas existentes en Marruecos, que estaban a favor de los nacionales, pero sin poderlas utilizar en la Península por estar al otro lado del Estrecho y no controlar el mar ni el espacio aéreo.

También es parecida la ayuda recibida del extranjero por cada bando.

Todo ello es una pequeña parte de los efectivos totales que pudo movilizar cada bando entre sus milicias voluntarias y su reclutamiento forzoso.

Al final habrá en cada bando efectivos de un millón de combatientes contra otro millón de combatientes.

"Quedaron con el Gobierno el 47 por 100 de los efectivos del Ejército territorial; el 65 por 100 de los aéreos y navales; el 51 por 100 de la Guardia Civil; el 65 por 100 de los Carabineros; más del 70 por 100 del cuerpo de Seguridad y Asalto". Aparte de las tropas de Marruecos de las que disponían los nacionales, pero sin poderlas utilizar a causa de la superioridad del bando del Frente Popular en barcos de guerra, aunque utilizados de una forma poco eficiente y poco decidida. La Marina fue controlada al final por el Frente Popular, pero con poca eficacia al haber eliminado a la mayor parte de los oficiales, que se habían unido al alzamiento a favor de los nacionales.

Al principio, la zona del Frente Popular incluía la mayor parte de las áreas industriales y urbanas, las de mayor demografía y la mayor parte de la riqueza, como el oro del Banco de España, y del aparato oficial del Estado, por lo que el gobierno del Frente Popular proclamará su superioridad como aplastante por medio de Indalecio Prieto.

Intervención internacional

La Guerra de España de 1936 polariza las tendencias europeas y mundiales en favor de un bando u otro.
La Guerra de España se teme que desencadene la 2ª Guerra Mundial:
este temor lleva a la creación del Comité de No Intervención y al Acuerdo de No Intervención,
que todos violan y que todos critican por no impedir la intervención en favor de los contrarios.

En favor del bando republicano del Frente Popular intervienen:

En favor del bando nacional intervienen:

Inglaterra aprobó en 1936 el Acuerdo de No Intervención y la creación del Comité de No Intervención.
Pero el Partido Laborista apoyaba en 1937 que se permitiera al bando del Frente Popular comprar armas en Gran Bretaña.

La intervención internacional se produce por consiguiente en favor de cada uno de los dos bandos con efectivos similares.

Cada uno de los dos bandos contaba con un sector del ejército, con milicias civiles y con ayuda extranjera de potencias totalitarias, pero la versión oficial es que el ejército luchó contra el pueblo, y que venció gracias a las potencias totalitarias y que los que se oponen al Frente Popular son fascistas, porque el Frente Popular es antifascista y por lo tanto demócrata, porque sus enemigos son fascistas; y sigue el círculo.
(Pero el dictador comunista Stalin, al pactar con Hitler el 23.08.1939 para no entrar en la futura guerra a favor de las democracias liberales contra el nazismo, sino permitirle a Hitler lanzarse a la guerra contra Francia e Inglaterra con la tranquilidad de no tener el problema insoluble de la guerra en dos frentes e incluso colaborar con Hitler en la derrota de Polonia y repartírsela con los nazis, demostrará una vez más que el marxismo no considera el mundo dividido entre democracia y dictadura,
sino en los dos bandos de la lucha de clases:
el proletariado, capitaneado por el comunismo,
frente al capitalismo que incluye a las democracias liberales y también a los países sometidos por el fascismo y el nazismo).

La participción de Navarra en la Guerra de España de 1936

El 75 % de la población de Navarra apoya el Alzamiento. En las elecciones de febrero del mismo año 1936, el Bloque de Derechas había obtenido en Navarra más del 50% de los votos, porcentaje similar al de 1933 (véase gráfica), frente al 21% de los que obtiene el Frente Popular en 1936 (gráfica 5). El Alzamiento lo apoyan incluso una parte de los votantes del PNV, al igual que en Álava y a diferencia de los dirigentes del PNV de Guipúzcoa y Vizcaya.

Porque Arturo Campión, navarro vasquista, apoyó el alzamiento de julio de 1936, que los partidarios del Frente Popular siguen denominando golpe de Estado, así como los que secundan esa versión.

Navarra aporta a los nacionales 10.761 voluntarios requetés carlistas el 19.07.1936, superando el compromiso de los dirigentes del carlismo navarro con el general Mola, el cual había requerido 7.000 requetés para poder iniciar el golpe. La participación de Navarra es decisiva para la consolidación del alzamiento.
Y Navarra aporta a los nacionales 40.000 combatientes en total hasta el final de la guerra. Requetés carlistas, 62 %; 28 %, falangistas. Esta aportación de Navarra a los nacionales es esencial para su victoria. En especial por la intensa combatividad con la que se emplearon, como lo indica el elevado porcentaje de sus bajas. Los combatientes navarros tienen 4.543 muertos en combate.

“Es preciso haber vivido aquellos días de la primera quincena en Navarra que, con una población de 320.000 habitantes, puso en pie de guerra más de 40.000 voluntarios, casi la totalidad de los hombres útiles para las armas, que dejando las parvas en sus eras y que las mujeres y niños levantaran las cosechas, partieron para los frentes de batalla sin más ideal que la defensa de su religión y de su Patria. Fueron primero a guerrear por Dios; y hará un gran bien a España quien recoja, como en antología heroica, los episodios múltiples del alistamiento en esta Navarra que, como fue en otros tiempos madre de reinos, ha sido hoy el corazón de donde ha irradiado a toda nuestra tierra la emoción y la fuerza de los momentos trascendentales de la historia”.“Al compás de Navarra se ha levantado potente el espíritu español en las demás regiones no sometidas de primer golpe a los ejércitos gubernamentales. Aragón, Castilla la Vieja, León y Andalucía han aportado grandes contingentes de militares que, bajo diversas denominaciones políticas se han solidarizado, en un todo compacto, con el ejército nacional. Y en todos los frentes se ha visto alzarse la Hostia Divina en el santo sacrificio, y se han purificado las conciencias por la confesión de millares de jóvenes soldados, y mientras sellaban las armas resonaba en los campamentos la plegaria colectiva del Santo Rosario. En ciudades y aldeas se ha podido observar una profunda reacción religiosa de la que no hemos visto ejemplo igual”.
(Carta pastoral “Por Dios y Por España” de 23 de noviembre de 1936, del Cardenal Arzobispo de Toledo, don Isidro Gomá y Tomás, página 23).

Algunos de los nacionales, en vez de ir al frente, se dedicaron a cometer asesinatos y otros crímenes contra los partidarios reales o supuestos de sus enemigos:
En Navarra, las víctimas de la represión inscritas fueron 998; las reivindicadas por Altafaylla, 1.597 inicialmente y 2.789 en la 3ª edición de su escrito.
Además hubo, 35 muertos del maquis, 7 miembros de las fuerzas armadas y 7 asesinados por los del maquis.

Aumentar las cifras implica proclamar que se consideran pocos los muertos. Y que eso no es nada para el que aumenta las cifras. Cuando en realidad cada persona es insustituible.

A los milicianos y voluntarios del bando del Frente Popular se les asignó un haber diario en mano de 10 pesetas (decreto del 10.08.1936); y a los del bando nacional, 75 céntimos (decreto del 24.08.1936).

c. Explica qué zonas controló cada bando en un principio y cómo evolucionó la guerra desde entonces. [1,25 puntos]

Las dos zonas. Su división en dos sectores cada una.

La Guerra de España de 1936 viene de la insurrección de los nacionales provocada por la izquierda, mediante el asesinato de Calvo Sotelo, y del fracaso del plan de Mola, que, aunque consigue controlar una zona, fracasa en la otra y sobre todo en su objetivo de controlar Madrid.


Las dos zonas en agosto de 1936

El desarrollo de la guerra

Primera fase de la guerra. 1936:
El comienzo:

Las columnas de Mola avanzan rápidamente hacia Irún y San Sebastián, que toman e incorporan a la zona nacional el 4 y el 13 de septiembre de 1936, y avanzan también otras que envía Mola hacia Madrid, a cuyas sierras llegan a los cuatro días del inicio de la sublevación, .
Pero carentes de municiones, ni siquiera pueden intentar la conquista de Madrid para tomar el poder rápidamente y quedan estancados en la sierra de Madrid a principios de agosto de 1936, por lo que no será un golpe de Estado, será una guerra: la Guerra de España de 1936; la guerra civil que propugnaba Largo, la revolución y la catástrofe que prefería Azaña antes que aceptar el gobierno de las derechas cuando ganaron las elecciones.

La Guerra de España de 1936 viene de la insurrección de los nacionales provocada por la izquierda y del fracaso del plan de Mola, que, aunque consigue controlar una zona, fracasa en la otra y sobre todo en su objetivo de ocupar Madrid.

El desarrollo de la primera fase:
El paso del Estrecho
, mediante el puente aéreo iniciado el 20 de julio y el convoy naval del 5 de agosto de 1936, les permite a los nacionales consolidar y ensanchar su control de Andalucía Occidental y avanzar hacia Badajoz. Hasta fines de septiembre de 1936 pasaron así 13.900 combatientes. Desde su derrota naval del 29.09.1936, los barcos de los del Frente Popular no se atreven a enfrentarse con los nacionales en el Sur y los nacionales controlan ya el Estrecho y pueden pasar todos los efectivos que pueden encuadrar. Entre septiembre y octubre de 1936 pueden llevar al frente unos 10 batallones y otros 12 reducidos, con lo que casi equilibran a los que en el otro bando entrenan en Albacete entre internacionales y españoles; y en diciembre disponen ya de 39 batallones de África en el frente de Madrid (Salas, 150, 178,).
La conexión de los dos sectores de la zona nacional, tras conquistar Mérida y Badajoz el 10 y el 14 de agosto de 1936 sus fuerzas que habían pasado el Estrecho.
El avance de los nacionales hacia Madrid desde el sudoeste. La liberación del Alcázar de Toledo (27.09.1936). La llegada de las Brigadas Internacionales en apoyo del bando del Frente Popular. Desde noviembre de 1936 incrementan en 10.000 combatientes los 30.000 que a las órdenes del general Miaja, resisten en Madrid a los 20.000 atacantes nacionales al mando del general Varela.

El Gobierno del Frente Popular presidido por el socialista Largo Caballero se retira el 6 de noviembre de 1936 a Valencia, dejando encargada la defensa de Madrid a una Junta de Defensa al mando del general Miaja, con orden de resistir hasta el límite y de que, si tenían que abandonar la capital,. estableciesen una línea de resistencia en Cuenca. El Presidente de la República Manuel Azaña ya se había trasladado el 19 de octubre a Barcelona.

El 8.11.1936 el general Varela ordena el ataque, comenzando el avance desde la Casa de Campo hacia el Manzanares. El día 9, llega a Madrid la primera unidad de las Brigadas internacionales, la XI Brigada Internacional al mando de Lazar Stern, más conocido como Emilio Kléber o General Kléber y desfila por la Gran Vía entre gritos de ¡Vivan los Rusos! Estos se dirigirán a la Ciudad Universitaria, instalando su cuartel general en la Facultad de Filosofía y Letras y preparando las posiciones en torno al Manzanares y el Puente de los Franceses. Este era un puente ferroviario que comunicaba la capital con la Sierra y el norte de España.

Uno de los hechos decisivos durante el asalto de Madrid fue el golpe de suerte que tuvieron los defensores: un carro de combate italiano que se había perdido dentro de la Casa de Campo, fue puesto fuera de combate y tropas republicanas, inspeccionando el mismo, encontraron una copia del plan general de los sublevados. Al llegar a manos de Rojo, éste pudo reorganizar las tropas en los puntos críticos y así saber de antemano los movimientos de los sublevados. La aviación de los nacionales bombardea fuertemente las posiciones del Manzanares, la Gran Vía, las estaciones del Norte y de Atocha y la Casa de Campo. El dominio del aire empieza a ser contestado por los nuevos aviones soviéticos Polikarpov I-15 e I-16, conocidos respectivamente por los republicanos como Chatos y Moscas, que logran hacerse con los cielos. Por otro lado, empieza a correr la consigna, posteriormente famosa, «¡No pasarán!», cuyo efecto será elevar la moral de la resistencia republicana.

La culminación y el final de la primera fase:
Tampoco consiguen los nacionales entrar ahora en Madrid: no sólo será una guerra, sino una guerra larga.

Aunque desde julio ya había combatientes extranjeros en apoyo del Frente Popular y una parte de ellos nunca obedecieron al comunismo soviético, las Brigadas Internacionales se formaron tras la decisión del 18.09.1936 de la Internacional Comunista, la Komintern, por orden de Stalin y del reclutamiento y de los aspectos organizativos fue encargado el Partido Comunista Francés, la sede internacional de reclutamiento se estableció en París, la jefatura de los brigadistas la ejerció el marino comunista francés André Marty y el mayor núcleo de brigadistas fue el de los 10.000 franceses. Los primeros 500 brigadistas, procedentes de diversos países, llegaron al cuartel general y centro de preparación de Albacete en la madrugada del 14 de octubre de 1936.

Segunda fase de la guerra. 1937:
Una nueva iniciativa de los nacionales con otro intento de conquistar Madrid
da origen a dos fracasos, es decir, dos derrotas de los nacionales en
las batallas del Jarama (febrero) y de Guadalajara (marzo), en la que fracasan las fuerzas italianas, que antes habían protagonizado la conquista de Málaga (el 8.02.1937).

(Toda ofensiva fracasada, aunque consiga algunos kilómetros de avance, si es frenada, es una derrota).

Dejando Madrid para el final, Franco, que ya estaba al frente del bando nacional, establece como objetivo conquistar la cornisa cantábrica.
Con las Brigadas de Navarra (integradas principalmente por requetés) como fuerzas de choque,
conquistan Vizcaya en junio, Santander en agosto, con una destacada actuación italiana, y Asturias en octubre,
pese a las operaciones de diversión del bando del Frente Popular, que originan
las batallas de Brunete, entre junio y julio, y Belchite, en agosto, ganadas por los nacionales.

Tras perder la cornisa cantábrica, la guerra la tenía virtualmente perdida el bando del Frente Popular, como dicen algunos de sus dirigentes (como Prieto, Ministro de la Guerra).

Tercera fase de la guerra. 1938:
Mientras Franco no se decide por dónde continuar, la iniciativa la toma el Frente Popular con el
ataque al final de 1937 sobre Teruel, conquistándola, pero pérdiendola en enero de 1938, cuando consiguen llevar refuerzos los nacionales.
Estos, a continuación, avanzan a todo lo largo de la línea de Aragón hacia el Este, llegando a rebasar los límites de Cataluña y
alcanzando el Mediterráneo por Vinaroz en abril. Cortan así de nuevo la zona del Frente Popular en dos sectores, quedando desconectada Cataluña.

La batalla del Ebro (julio a noviembre de 1938)
Mientras Franco tampoco ahora se decide por dónde continuar, ante la amenaza de Francia de que, si los nacionales avanzaban por Cataluña, intervendría el ejército francés,
la iniciativa la toma el Frente Popular con una ofensiva desde Cataluña para cortar el saliente de las tropas nacionales que han llegado al Mediterráneo,
y para ello cruzan el Ebro por Gandesa.
Los nacionales envían refuerzos, y también sus adversarios, y se plantea así una gran batalla de desgaste que fue la batalla del Ebro.
Los del Frente Popular no consiguen su objetivo y, al perder esta batalla, pierden ya su última oportunidad.

Fase final de la guerra. 1939:
Franco no inicia el avance sobre Cataluña hasta los últimos días de 1938 por la amenaza de Francia de intervenir con su gran ejército si lo hacía.
En cambio, ahora en Francia predomina oficialmente el pacifismo y la preocupación por evitar una nueva guerra mundial.
La conquista de Cataluña por los nacionales es muy rápida y sin resistencia.
El esfuerzo de muchos dirigentes y combatientes del Frente Popular sólo es para pasar la frontera y exiliarse.
El 26 de enero de 1939 los nacionales entran en Barcelona y en febrero controlan toda Cataluña.

La liberación de Barcelona el 26 de enero de 1939 [o "caída", según los que la controlaban antes y sus partidarios]

Y entre febrero y marzo van ocupando también todo el resto de la zona del Frente Popular.
Al final de marzo entran en Madrid y finalmente en Menorca y en las ciudades del sureste.
El 1 de abril de 1939 declaran finalizada la guerra.

 

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