La consternación de Utrera

La consternación de Utrera, ministro Secretario General del Movimiento en el último gobierno de Franco

1973, al ser nombrado Carrero Blanco presidente del Gobierno, se introduce en España el vocablo desestabilizar: en el diario El Noticiero Universal de Barcelona, se dice en el verano de 1973, en un entrefilete sin firma en la última plana, que han llegado agentes norteamericanos a españa para desestabilizar el gobierno de Carrero.

19.12.1973: llega a España el Secretario de Estado de los USA, Kissinger, y se entrevista con Carrero Blanco.

20.12.1973: asesinato de Carrero. Los autores materiales son de la ETA, pero entre bastidores están "los servicios" de una o más de las superpotencias.

El final de la transición iniciada en 1962 no lo iban a realizar ya los liberales no demócratas, sino los que iban a ir directamente a la democracia liberal tras la muerte de Franco.

El hijo mayor del almirante Carrero, Luis Carrero-Blanco Pichot, reveló en el diario La Razón (20-12-2003) que los príncipes se reunieron con la familia en La Zarzuela después del funeral y que entonces don Juan Carlos le dijo:

José Luis de Vilallonga, en su libro El Rey trae la referencia de que el rey don Juan Carlos no veía obstáculo en Carrero para el cambio de régimen como desembocadura final de la transición:

"La ingratitud es atributo de los reyes, pero los Borbones exageran" (Chateaubriand).

"A las diez de la noche del 30 de diciembre de 1969, Francisco Franco se dirigió a los españoles desde El Pardo en su ya tradicional mensaje de fin de año. El director general de Radio y Televisión, Adolfo Suárez, supervisó personalmente dicha transmisión.

José Utrera Molina, ministro Secretario General del Movimiento en el último gobierno de Franco: «En el régimen, al final, creía muy poca gente, ni siquiera los más altos cargos» Don Juan Carlos estaba ya teniendo contactos con la oposición entonces ilegal, «yo lo sabía y se lo conté a Franco. Franco me dijo: Eso que me dice usted es muy grave»
[Entrevista de CASIMIRO GARCIA-ABADILLO en EL MUNDO Lunes, 20 de noviembre de 2000]

José Utrera Molina, ministro Secretario General del Movimiento en el último gobierno de Franco, que quizá se creía que era lo mismo ser franquista que ser de los nacionales, que era lo mismo Franco que los nacionales, y que va de consternación en consternación, al comprobar que no es eso, no es eso..., sino que el franquismo es otra cosa, que iba al cambio de régimen y que ya estaban en la transición a ello para llegar a la entrega del poder a los antifranquistas, trae en sus memorias, Sin cambiar de bandera, que el entonces nombrado por Franco príncipe de España, como sucesor del propio Franco a título de rey, tenía la promesa del almirante Carrero de dimitir para no estorbar en el cambio de régimen:

Y Carmen Franco, la hija del dictador, corrobora en Franco, mi padre las anteriores referencias sobre el propósito de Carrero de quitarse de en medio y no estorbar el proyecto de cambio de régimen de don Juan Carlos:

Memorias de Utrera Molina, ministro Secretario General del Movimiento en el último gobierno de Franco
Edición revisada y aumentada de Sin cambiar de bandera. Planeta. 2008. [La primera edición era de 1989].

En octubre de 1.969, Licinio de la Fuente fue nombrado ministro de Trabajo y se llevó de subsecretario a Utrera.

En junio de 1.973, Franco nombra presidente del Gobierno al almirante Carrero Blanco, hasta entonces vicepresidente en el gobierno que presidía el propio Franco. Y Carrero nombra a Utrera Molina ministro de la Vivienda al formsr su propio gobierno.

El 20 de diciembre de 1973 es asesinado Carrero Blanco. Casualmente es el mismo día en que aparece en París Archipiélago Gulag de Solzhenitsin.

"Asesinado Carrero y extrañamente promocionado a presidente el responsable último de su seguridad, el ministro de la Gobernación Arias Navarro, éste nombró a Utrera ministro secretario general del Movimiento" (según redacta Joaquín Bardavío en El Mundo, 22.04.2017, https://www.elmundo.es/espana/2017/04/22/58fb35bf468aebe0468b4595.html).

Pero Utrera se opuso al aperturismo del "espíritu del 12 de febrero" proclamado por Arias en esa fecha de 1974; y Arias la tomó con Utrera.

Girón dice en su libro "Si la memoria no me falla", que Utrera "se convirtió en el objeto del despotismo del ex ministro de Gobernación... Era el destinatario de las iras de Carlos Arias Navarro, que veía en el Movimiento Nacional el mayor escollo para la política de entrega que se proponía...". Y añade: "Utrera solicitó mi ayuda... vivo en la permanente humillación, ya no sé que hacer".

Entonces se produjo "el gironazo", un ataque de Girón a la política de Arias. Pero este ataque se produjo en un artículo que publicó Girón a espaldas de Utrera en "Arriba", diario antiguamente falangista y entonces órgano principal del Movimiento. Con lo que Utrera quedaba desairado por esa parte también.

No es extraño que Utrera le presentara su dimisión a Franco, en el verano de 1974, según dice. Fue cesado el 4.03.1975 y Arias lo sustituyó en esta fecha por Fernando Herrero Tejedor, que falleció en un accidente de coche el 13.06.1975. Y entonces recurrieron a poner en el cargo a José Solís Ruiz que ya había ocupado el mismo puesto del 25.02.1957 al 29.10.1969.

Al año siguiente de la muerte de Franco, antes de presentarla a referéndum, se presentó la Ley para la Reforma Política en las Cortes, todavía franquistas y estas el 18.11.1976 dieron su aprobación con 425 votos a favor, 59 votos en contra y 13 abstenciones; en lo que se denominó el harakiri de las Cortes franquistas. Y Utrera dice de ese harakiri:

Sí, siempre hay excepciones. Pero fueron los franquistas los que hicieron la transición, el cambio de régimen, y los que entregaron el poder a los antifranquistas, que se dispusieron a hacer la segunda transición. La primera mirando a 1931, ya se hizo. La segunda, a 1936, se planteó en 2003 con el pacto de El Tinell; se emprendió en 2004, tras la voladura de los trenes de Atocha y la consiguiente llegada de R. Zapatero al poder, pero se tuvo que aplazar por el fracaso de R. Zapatero ante la ETA y por la necesidad de afrontar la crisis desencadenada en 2007, de lo que se tuvo que ocupar Rajoy tras la caída de R. Zapatero. Se reemprendió en 2018 tras la defenestración de Rajoy y la nueva llegada del PSOE al poder, en este caso con Sánchez.

Una carta del torero Jaime Ostos testifica que Enrique Sarasola, el gran amigo de Felipe González, le ofreció a Utrera Molina ingresar en el PSOE.

Fueron los franquistas los que hicieron la transición, el cambio de régimen y los que entregaron el poder a los antifranquistas, que se dispusieron a hacer la segunda transición. La primera mirando a 1931, ya se hizo. La segunda, a 1936

La transición termina según unos en 1977 (con la celebración de elecciones con los partidos actuales, incluido el Partido Comunista);
según otros en 1978 (al entrar en vigor la Constitución);
según otros en 1981 (al fracasar el intento de golpe de Estado del 23F de ese año y afirmar la izquierda que ahora era aceptable el rey Juan Carlos al no secundar el golpe);
según otros en 1982 (al llegar el PSOE al poder, reemplazando a los franquistas);
según Felipe González, líder, es decir, jefe del PSOE, la transición termina el 1.01.1986 al entrar en vigor el ingreso de España en las Comunidades Europeas.
Otros dicen que aún hay que acabar la transición o que hay que hacer una segunda transición.

La primera transición fue mirando a 1931. La realizaron los franquistas y terminó con la entrega del poder a los antifranquistas en 1982.

Ejemplo 2 de la dialéctica como álgebra de la revolución, la transición de la dictadura franquista a la pseudodemocracia en España:

Muerto Franco en 1975 y borboneado Arias en 1976, los franquistas propugnan "la reforma" (TESIS). Frente a esto los antifranquistas propugnan "la ruptura" como ANTÍTESIS.

En 1982 se produce la SÍNTESIS: "La reforma es la ruptura", sentencia el jefe del PSOE cuando se ve dueño del poder que le entregan los franquistas.

La segunda transición es mirando a 1936: el Frente Popular a perpetuidad. Todo va a ser zona roja.

La segunda transición la plantean los antifranquistas en 2003 con el Pacto de El Tinell. La emprenden en 2004, tras la voladura de los trenes de Atocha y la consiguiente llegada al poder del PSOE de R. Zapatero, pero quedó aparcada por la crisis política de 2005, a causa del fracaso de R. Zapatero ante la ETA, y por la necesidad de afrontar la crisis económica desencadenada en 2007, de lo que se tuvo que ocupar Rajoy tras la caída de R. Zapatero. Se reemprendió en 2018 tras la defenestración de Rajoy y la nueva llegada del PSOE al poder, en este caso con Sánchez.

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Franquismo dialéctico y franquismo histórico

Fascismo dialéctico y fascismo histórico

La sumisión a la mala política, suele ser la resultante del binomio: miedo + simpatía.
A veces es el trinomio: miedo + simpatía + interés.
Si tiene más componentes, es ya un polinomio: miedo + simpatía + interés + vanidad + chantaje + ignorancia + corrupción moral + cursilería + ...

La ecuación es: miedo + simpatía + interés + vanidad + chantaje + ignorancia + corrupción moral + cursilería + ... = sumisión a la mala política

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Franco no es el salvador de la religión católica ni de España, sino el que se hizo con el poder en la guerra de 1936, lo retuvo e hizo involucionar a España desde el Alzamiento nacional y la Cruzada de los nacionales al Movimiento de los franquistas y luego a su lugar en Occidente y en la Europa del europeísmo, todo ello bajo su dictadura .

Los franquistas vergonzantes realizaron "la transición" hasta 1982; la cual lleva a la segunda transición, planteada en 2003, iniciada en 2004 y reiniciada en 2018:
la primera mirando hacia 1931, la segunda mirando hacia 1936.

Una carta del torero Jaime Ostos testifica que Enrique Sarasola, el gran amigo de Felipe González, le ofreció a Utrera Molina ingresar en el PSOE.

Memorias de Utrera Molina, ministro Secretario General del Movimiento en el último gobierno de Franco
Edición revisada y aumentada de Sin cambiar de bandera. Planeta. 2008. [La primera edición era de 1989].

13 de septiembre de 1974.- Primer atentado indiscriminado de la ETA: La explosión de una bomba en la cafetería Rolando, junto a la Dirección General de Seguridad de Madrid, dejó trece muertos y ochenta heridos.

En octubre de 1974, el debate interno que despertó este atentado concluyó con la escisión de la ETA en dos ramas: "milis", partidarios de la insurrección popular, y "poli-milis", mayoritarios y que apostaban por la violencia selectiva. [La ETA Político-militar se declaró autodisuelta el 30.09.1982].

La eliminación de los tecnócratas.
Arias Navarro: el gris expresa la falta de color ideológico, dentro del franquismo, en Arias, que había sido ministro de la Gobernación, de cuyo departamento, equivalente al ministerio del Interior, dependía la Policía Armada: "los grises".
Se presentó como aperturista y liberalizador del régimen de Franco y aunque no consiguió compaginar la liberalización con la dictadura, en su etapa se estableció la Ley Sindical que acababa con la hegemonía de los sindicatos verticales, se legalizaron las asociaciones políticas en 1974 y un día antes de la muerte de Franco se estableció el sufragio universal femenino y masculino en las elecciones municipales.

La crisis mundial del petróleo de 1973 inicia su impacto en 1974, pero, por la transición y por la liquidación del régimen de Franco que se prepara, no se afronta en España esta crisis con las necesarias medidas restrictivas que adoptan los demás países, y menos en 1975-76. Por el contrario, la oposición exige continuos aumentos salariales y el gobierno accede. Esta política avestrucista de los antifranquistas y del gobierno franquista hará pagar a la población una durísima factura de desempleo masivo y empobrecimiento en las décadas siguientes.
1974, la Junta Democrática dirigida por el Partido Comunista, la única fuerza de activa contra Franco, pero repudiada por todas las otras que se le oponen verbalmente o mentalmente.
1974, Felipe González, nombrado Secretario General del PSOE en el congreso de Suresnes. El PSOE tiene 1.200 afiliados.
1975, la Plataforma de Convergencia Democrática dirigida por el PSOE.
1975, la Marcha Verde, maniobra del rey de Marruecos para conseguir el Sáhara Occidental con apoyo de EEUU.
Durante la agonía de Franco, ese territorio es entregado por el gobierno de Arias sin ninguna contrapartida de reciprocidad equitativa, ni siquiera la del mantenimiento en el mar adyacente a Canarias de los derechos de pesquerías, que se tenían desde el siglo XV, ni la del reconocimiento por el rey de Marruecos de la españolidad de Ceuta y Melilla, ahora que se le concede esta ampliación de soberanía, como tampoco cuando se le reconoció la soberanía en 1956 al retirar el protectorado.
1976, sólo tras la muerte de Franco la Junta y la Plataforma se unirán el 26 de marzo de 1976 en una entidad denominada periodísticamente como la Platajunta, porque su nombre resultó demasiado largo para ser asimilado en el corto y poco eficaz periodo de su existencia. No les dio tiempo a los de la oposición a Franco de derribarlo mientras estuvo en el poder.
El régimen de Franco será eliminado por los políticos franquistas y por los eclesiásticos que venían evolucionando desde el distanciamiento de la ideología de la Cruzada de los nacionales a la proclamación de su rechazo desde 1971 y a la queja en el siglo XXI de que les rechazan también a ellos. El europeísmo fue el vehículo de la transición al régimen laicista liberal y socialista.

Intentar desmarcarse de la dictadura de Franco los eclesiásticos en los años 70, rechazando su vinculación a la Cruzada, era lo mismo que hacían los gobiernos de Franco. Pero declararse enemigos de la guerra de España de 1936 como Cruzada era oponerse a lo que apartó la hegemonía del terror sobre la población, abrirle de nuevo el camino.

--Yo había cesado como ministro Secretario General del Movimiento en marzo de 1975, pero estaba integrado en el Consejo Nacional, al que pertenecía por designación de Franco.

--Yo le presenté la dimisión a Franco antes, en el verano del año 1974, en una audiencia particular que tuve con él en el Pazo de Meirás. Le expuse que, para facilitar un cambio en la orientación política del régimen, incluso del Gobierno, era necesaria mi sustitución porque se habían centrado en mí una serie de descalificaciones, llamándome inmovilista, retrógrado,... lo cual no era verdad.

--Es decir, que Franco siguió tomando personalmente las decisiones hasta el final.

Le voy a decir una cosa, Franco no perdió jamás la lucidez mental. Era un hombre que diagnosticaba con prontitud, que era capaz de reducir a esquemas muy simples los problemas más complejos y, hasta el último momento, mantuvo su poder de decisión...

--Posiblemente sí. El que contemple con serenidad objetiva la evolución del régimen tiene que darse cuenta de que el gobierno del año 1950 nada tenía que ver con el del año 1960, ni el del año 60 con el del 70.

--¿Usted pensó en esos últimos meses que el régimen podía sobrevivir a Franco?

--Era muy difícil. Un régimen muere no por el enfronte con sus contrarios, sino por la debilidad creencial de los que moralmente están obligados a defenderlo. Le voy a hacer una confesión: en el régimen, al final, creía muy poca gente, incluso ni siquiera aquellos que estaban desempeñando responsabilidades altas en la Administración pública. Con una debilitación interna de esta naturaleza no se podía pensar en modo alguno en perpetuar una arquitectura de cara al siglo XXI.

--¿Usted sabía que en esa época Don Juan Carlos estaba ya teniendo contactos con la oposición entonces ilegal?

--Pues sí, yo lo sabía y se lo conté a Franco. Le dije: «La continuidad de la Monarquía social, católica y representativa, no se va a producir, porque después habrá una Monarquía liberal y parlamentaria». Y entonces Franco me dijo: «Eso que me dice usted es muy grave». Y yo le contesté: «Sí, es muy grave, pero es la verdad».

--¿Y a usted qué le pareció que el Príncipe tuviera esos contactos con la oposición?

--Hombre, a mí no me parecía bien, lógicamente. Porque en la relación que yo había tenido con él no se había manifestado en ese sentido. No se había mostrado contrario a la esencialidad política del régimen.

Rajoy, jefe del PP, a sus militantes del país Vasco, al imponerles dirigentes que ya no eran tan antietarras: "No cambiéis. Os necesitamos así". (21.06.2008)

Franco a Utrera Molina al que había cesado en el cargo de ministro Secretario General del Movimiento: "Hágame un favor, no cambie nunca" (abril de 1975).

José Utrera Molina, ministro Secretario General del Movimiento en el último gobierno de Franco, que quizá se creía que era lo mismo ser franquista que ser de los nacionales, que era lo mismo Franco que los nacionales, y que va de consternación en consternación, al comprobar que no es eso, no es eso..., sino que el franquismo es otra cosa, que iba al cambio de régimen y que ya estaban en la transición a ello para llegar a la entrega del poder a los antifranquistas, trae en sus memorias, Sin cambiar de bandera, que el entonces nombrado por Franco príncipe de España, como sucesor del propio Franco a título de rey, tenía la promesa del almirante Carrero de dimitir para no estorbar en el cambio de régimen:

Utrera le presentó su dimisión a Franco, en el verano de 1974, disconforme con la política de Arias. Fue cesado el 4.03.1975 y sustituido en esta fecha por Fernando Herrero Tejedor, que falleció en un accidente de coche el 13.06.1975. Y entonces recurrieron a poner en el cargo a José Solís Ruiz que ya había ocupado el mismo puesto del 25.02.1957 al 29.10.1969.

En diciembre de 1975, en el primer gobierno de la Monarquía, Juan Carlos I mantuvo a Arias como presidente del Gobierno, pero cambiando casi todos los ministros.
Y en ese Gobierno nombró ministro Secretario General del Movimiento a Adolfo Suárez.
En julio de 1976 en su segundo Gobierno, Juan Carlos I nombró presidente del Gobierno a Adolfo Suárez y ministro Secretario General del Movimiento a Ignacio García López.
En 1977, Suárez eliminó el Movimiento, simplemente suprimiendo la Secretaría General del Movimiento, y Ignacio García López pasó a ser ministro Secretario del Gobierno.
Entonces ya se podía comprender, por qué Juan Carlos I había nombrado presidente de Gobierno a Adolfo Suárez, que, en el Gobierno anterior, era Secretario General del Movimiento, el partido único del franquismo, siendo así que se iba a un sistema demoliberal de partidos políticos.