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Estructuras de pecado.. El mal menor como estructura de pecado...

La dinámica vigente del mal menor es una estructura de pecado
por no reafirmar el bien cada vez que hay que tolerar el mal menor, por renunciar a reivindicar con urgencia el bien mayor todo el tiempo que sea preciso tolerar el mal menor y por colaborar pasivamente e incluso activamente con las censuras neoinquisitoriales que imponen el olvido del bien mayor y de reivindicarlo.

Para los suspicaces neoinquisitoriales que desoyendo la lección de san Ignacio lo echan a mala parte y buscan un posible mal sentido, esto se refiere a la dinámica vigente del mal menor, no a la doctrina de León XIII. Lo que demuestra la historia es que lo que es una estructura de pecado es la aplicación que se ha hecho y se hace de la doctrina del mal menor.

Monseñor Munilla no está contra las doctrinas de León XIII, al constatar en su pastoral de 28.09.2014:
«El tiempo ha demostrado que por el camino del “mal menor” se termina llegando al “mal mayor”. Jesucristo nos enseñó a apostar por el bien; no por el mal menor».

Precisamente por no seguir lo que enseña León XIII es por lo que por el camino del mal menor se llega al mal mayor.

Lo que enseña León XIII es que no se debe tomar el mal menor como un bien, ni aprobarlo, ni quererlo:

«Si por causa del bien común, y únicamente por ella, puede y aun debe la ley humana tolerar el mal, no puede, sin embargo, ni debe jamás aprobarlo ni quererlo en sí mismo».
(León XIII, Libertas, IV La tolerancia).

Con el nombre de malminoristas se designa a los que aprueban y quieren el mal menor en sí mismo; como un bien, no como un mal a tolerar. Hacen suyo como tesis el mal menor. Pretenden que la tesis de la Iglesia es el mal menor. Convierten la hipótesis en tesis.

Y son los malminoristas los que van llegando a aceptar y bendecir el mal en todos sus grados y fases y son los que así lo implantan y asientan. Llaman bien al mal menor y no reafirman el bien cada vez que hay que tolerar el mal menor, sino que renuncian ya al bien mayor y censuran inquisitorialmente a los que no se olvidan del bien mayor y de proclamarlo y reivindicar con urgencia su realización, cuando hay que tolerar un mal menor.

Los malminoristas piden votos diciendo: "Nosotros somos el mal menor". Y como los viejos democristianos en Italia: "Tápate la nariz y vótanos".

El Padre Orlandis enseñaba que cuando hay que acogerse al mal menor, entonces es tanto más necesario reafirmar la tesis católica.

Y lo que constata y enseña Monseñor Munilla es:

«El tiempo ha demostrado que por el camino del “mal menor” se termina llegando al “mal mayor”. La opción del “mal menor” solo puede ser acogida por un cristiano de forma circunstancial y transitoria; sin caer en la tentación de hacer de ella su “santo y seña”. Y es que… Jesucristo nos enseñó a apostar por el bien; no por el mal menor».
(Monseñor Munilla, obispo de San Sebastián, Carta Pastoral La voz de los sin voz, 28 de septiembre de 2014).

“Retirarse ante el enemigo o callar cuando por todas partes se levanta un incesante clamoreo para oprimir la verdad, es actitud propia o de hombres cobardes o de hombres inseguros de la verdad que profesan.
La cobardía y la duda son contrarias a la salvación del individuo y a la seguridad del Bien Común, y provechosas únicamente para los enemigos del cristianismo, porque la cobardía de los buenos fomenta la audacia de los malos. El cristiano ha nacido para la lucha” (León XIII).

La complicidad con el mal es una estructura de pecado

Una lección de san Ignacio)

Elecciones del 20D 2015

Ejemplos de la dinámica dialéctica del mal menor como estructura de pecado:

Un ejemplo:

El PP quiere pactar el apoyo del PSOE, concediéndole lo que sea. Los democristianos ya querían esto desde hace 50 años. Ahora esto es el mal menor frente a la extrema izquierda de Podemos y de los antiespañoles catalanistas y vasquistas.

El PSOE ya le ha dado el no desde el mismo 20D2015 y lo ha reiterado rotundamente el 23.12.2015 por medio de su propio jefe Pedro Sánchez al jefe del PP.

Los socialistas lo que quieren es lo mismo que siempre. El PSOE lo que quiere es el poder como sea. Y para ello, presenta como mal menor para no ir a unas nuevas elecciones pactar con Podemos, ERC, Convergencia (DL), PNV, IU, EH Bildu, CC, etc. Con esto ya le basta para tener más de 175 votos en el Congreso o para la investidura. Es la reedición en 2016 del Frente Popular de hace 80 años. El aglutinante es, como antaño el antifascismo, ahora el antiPP. Y el poder.

Los malminoristas dirán que esto es un mal menor que no tener ningún gobierno, si Podemos acepta algunas condiciones que el PSOE ya le está pidiendo, como la renuncia a exigir un referéndum autodeterminacionista en Cataluña. Es fácil. Para ese referéndum habría que modificar la Constitución y no tienen votos suficientes en 2016 los del nuevo Frente Popular antiPP. La culpa sería del PP. Ciudadanos no cuenta es una bisagra innecesaria.

No hay problema, todos ellos son abortistas y esto ya está descontado por los malminoristas.

Tienen el problema dentro del propio PSOE, porque hay sectores contrarios a hacer concesiones independentistas y autodeterminacionistas. Pero todos los sectores del PSOE quieren el poder y por eso son antiPP y también lo son los de Podemos, ERC, Convergencia y PNV.

Al jefe del PSOE le queda en 2016 la posibilidad de pactar con los de Podemos, si estos renuncian a exigir un referéndum autodeterminacionista en Cataluña, y esperar el apoyo de ERC (9 diputados), Convergencia-DL (8), PNV (6), IU (2), EH Bildu (2), CC (1). Así tendrían en la investidura 187 votos, con los 90 del PSOE y los 69 de Podemos, frente a la suma de 163 de los 123 del PP y 40 de C's, en 2016.

O, si se abstienen los de C's (40), esperar la decisiva abstención de ERC (9 diputados), Convergencia-DL (8), PNV (6), IU (2), EH Bildu (2), CC (1); en 2016.

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Un ejemplo más:

Los de Ciudadanos y los medios subvencionados por estos quieren pactar un gobierno del PSOE para el que dicen que necesitan la abstención del PP en la investidura de Sánchez; y la exigen diciendo que es el mal menor que el PP tiene que aceptar y apoyar para evitar un gobierno del PSOE con Podemos: "El PP decide: un gobierno comunista o de centro izquierda"

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Otro ejemplo:

Homs amenaza el 11.12.2015: " no descarto la independencia no acordada". Así esperan que los malminoristas de Madrit accederán como mal menor a negociar con ellos, hasta acordar la independencia o la opción preferente de Homs y de su jefe, Mas, que es otra.

Artur Mas: "Mi posición consiste en que si el Estado tiene algo que ofrecer para solucionar el conflicto, debe y puede formular su propuesta"
(Carta de Artur Mas a Tamames del 24 de noviembre de 2014).

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El mal funciona según la dialéctica que explicaba Lenin de dos pasos adelante y uno atrás.

La ley del aborto de Felipe González de 1983-85 fue rechazada por el PP mediante un recurso de inconstitucionalidad redactado por Gallardón sr.

Luego vino el consenso: el consentimiento del PP en la ley abortista de 1983-1985, al no suprimirla en 2000-2004, cuando pudo hacerlo por tener en el parlamento de entonces mayoría absoluta, proporcionada por sus electorado antiabortista.

Fue el jefe del PP en aquel entonces el que informó de que había consenso en la ley abortista de 1983-1985, cuando R. Zapatero planteó una ley más abortista y Aznar se quejó de que eso era inoportuno, porque rompía el consenso.

La ley ZP era dar dos pasos adelante en el aumento del aborto, y en virtud del mal menor se nos hacía apoyar e incluso defender la ley de 1983-85 como un paso atrás respecto a la ley Zp en la limitación del aborto, mientras se nos decía que por supuesto que se rechazaba del todo el aborto, pero diciéndonos al mismo tiempo que tal como estaban las cosas no se podía eliminar el aborto del todo. [Y las cosas estaban así, porque los jefes y la estructura del PP ya habían consentido la ley abortista de 1983-85 y la hacían suya].

La ley abortista de Zp también fue rechazada por el PP cuando tuvo de nuevo mayoría absoluta, pero mediante la proyectada ley de 2014 de Gallardón jr. que era más abortista que la ley de 1983 - 85. El paso atrás era más corto y renqueante frente a los dos pasos de aumento del aborto de la ley Zp.

Pero en virtud del mal menor se pretendía hacerlo apoyar e incluso defender por los católicos como un paso atrás respecto a la ley Zp en la limitación del aborto, ya que no se puede eliminar el aborto. [Y no se puede porque además ellos dicen que, ya que no se puede eliminar del todo, hay que limitarlo].

Y así nos encontramos con organizaciones provida y católicas defendiendo en 2015 una ley más abortista que la de 1983-85, incluso como un deber de conciencia, y hasta un deber católico.

Abortada la ley de Gallardón jr. en 2015, se nos predica que el PP es abortista, cuando ya en 2000-2004 aceptó la ley abortista de 1983-1985.

Ahora en 2015, tiene también mayoría absoluta desde las elecciones de 20N2011 y no elimina la ley abortista Zp. A los que no se hayan enterado les dirán después que eso es aceptar y consentir la ley abortista Zp como nuevo consenso con unos retoques en 2015 del sustituto de Gallardón jr.

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En febrero de 2014, el socialista Sr. Vázquez, que se presenta como católico, y que debido a eso fue embajador ante la Santa Sede en la época del poder de Zp, explicaba en la COPE que él, que es muy contrario al aborto, cuando Zp presentó su ley proaborto, él se oponía mucho, hasta que se acordó del mal menor; y explicaba que él consideraba un mal menor la ley de Zp, porque en ella no estaba el tercer supuesto de la ley de 1983-85, que era un coladero para el aborto. Y que así pudo él apoyar la ley Zp. Concluía así su sermón sin recordar que en la ley de Zp no hace falta que esté ningún supuesto para permitir el aborto, porque se permite en cualquier supuesto en el plazo que señala. Por eso es una vuelta de tuerca adicional. Dos pasos adelante. Llegó después un amago de paso atrás, corto con Gallardón jr. Y en 2015, el consenso en los dos pasos casi.

Años después, el Sr. Vázquez dejó el PSOE.

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El proyecto de ley de Ruiz Gallardón jr., también abortista, pero que derogaba la ley de R. Zapatero, para volver a los planteamientos de la ley abortista de 1983-1985, aunque mucho más escorados hacia el aborto, fue, durante un paréntesis de dos años, el intento en apariencia de mantener en la derecha una relativa oposición al aborto maximalista, aunque apoyado en la arena del judicialismo y no en la roca de la ley de Dios natural y revelada.

La retirada del proyecto de ley de Ruiz Gallardón jr., es el avance hacia una nueva síntesis en la que, como siempre, los contenidos de la antítesis son asumidos por la derecha.

Ya se anuncia un nuevo proyecto de normativa de Rajoy y Catalá, el sustituto de Gallardón jr., que es la ley del aborto de Zp rectificada para que las menores que aborten lo hagan, pero con el consentimiento paterno.

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El PP apela al apoyo del cardenal Blázquez para forzar a apoyar la minireforma del aborto a sus diputados provida que alegan que sería avalar la ley vigente, que el PP tiene recurrida ante el Tribunal Constitucional

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Monseñor Iceta dice que es insuficiente el nuevo proyecto de retoque de la ley del aborto del PP de 2015

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La retirada de la reforma de ley del aborto de Gallardón en 2014 y la consulta soberanista de los nacionalistas catalanistas

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Por un plato de lentejas. La peor de las corrupciones, Pastoral de Mons. Juan Antonio Reig Pla Obispo de Alcalá de Henares, 26 de diciembre de 2014

«Los partidos políticos mayoritarios se han constituido en verdaderas “estructuras de pecado” (Cf. San Juan Pablo II, Encíclicas Sollicitudo rei socialis, 36-40 y Evangelium vitae, 24)».
(
Mons. Juan Antonio Reig Pla, Obispo de Alcalá de Henares, Nota del 24 de septiembre de 2014 sobre el aborto: «Llamar a las cosas por su nombre. Un verdadero reto para los católicos, nº 3»).

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Así con la dinámica del mal menor cualquier mal puede ser presentado para ser aprobado por los que estén en contra incluso radicalmente, y para exigir que sea aprobado en nombre del mal menor.

Basta presentar la exigencia de que sea aprobado un mal y luego radicalizar ese mal exigido. Entonces será aprobado por todos en la versión inicial menos mala. Eso sí, los partidarios de la versión más radical, lo aprobarán como un primer paso.

La dialéctica es el álgebra de la revolución. En realidad esta expresión procede de Lenin, que dice que Herzen llegó a darse cuenta de que la dialéctica hegeliana es el álgebra de la revolución y además él, Lenin, actuaba con la convicción de que "la dialéctica es el álgebra de la revolución" y era su táctica revolucionaria.

«Él asimiló la dialéctica de Hegel. Se dio cuenta de que era "el álgebra de la revolución". Fue mucho más lejos que Hegel, siguiendo a Feuerbach al materialismo».
(Lenin, “En memoria de Herzen”, Sotsial-Demokrat No. 26, May 8 (April 25), 1912).

«Herzen supo discernir los elementos positivos de la dialéctica de Hegel, la que trató de modificar de acuerdo con las tareas revolucionarias y democráticas de la época. Consideraba la dialéctica como el “álgebra de la revolución”. La dialéctica, escribía Herzen, “destruye por completo el mundo cristiano, el mundo de las tradiciones caducas”».
(Lenin, “En memoria de Herzen”, en Obras escogidas, t. I, p. 812, Ed. esp., Moscú, 1948).

Lenin, que actuaba con la convicción de que "la dialéctica es el álgebra de la revolución", proclamaba la eficacia de la táctica de "dos pasos adelante y uno atrás".
La eficacia se la ha dado, con su praxis del mal menor como una estructura de pecado, la pseudoderecha siempre dispuesta a asumir como un bien el mal menor de cada etapa.
A "ellos" les basta con exigir que se den dos pasos hacia las aberraciones, y después aceptar que sólo se dé uno. De momento.

Sin estos diez céntimos de álgebra de la revolución no se puede saber por qué siempre nos cazan como a unos pardillos y por qué nos reñía Jesús quejándose de que los hijos de las tinieblas sean más astutos que los hijos de la luz. Y es que no hay derecho a ser tan tontos.

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Un importante eclesiástico uruguayo decía que riñeron en su país la batalla contra la aprobación de la ley que legalizaba el aborto, pero una vez producida su derrota y aprobada esa ley no iban a seguir luchando por lo mismo.

Los malminoristas tras cada derrota del bien, lo abandonan con alivio hipócrita de no tener que luchar ya en su defensa.

Así se reproduce una de aquellas aporías de la antigüedad. Supongamos que en el punto de partida, frente a los que quieren que en el Estado rijan todas las normas morales tal como las enseña la Iglesia, se presentan los que pretenden que no rijan todas. Y que para que no haya conflicto, se propone que se llegue a aceptar por todos un "justo medio". Los malminoristas aceptan esto pero como un bien, no como un mal a tolerar. Hacen suya como tesis la del "justo medio".

Cuando frente a ellos se vuelve a exigir el rechazo de esa nueva postura subdividida y devaluada, los del "justo medio" aceptarán por lo mismo renunciar a la mitad de su tesis intermedia. Y así sucesivamente llegarán a imponer como tesis y como un bien la división por dos elevado a ene de la tesis católica. Es decir llegarán al mal mayor. Eso sí, bendecido por ellos como tesis y desde el poder, incluso invocando la autoridad de León XIII, citando el trozo de la Libertas que habla del mal menor con la omisión de que no debe tomarse como un bien.

La ruptura de la aporía es que cada vez que se tolera un mal hay que rearfirmar la totalidad de la tesis católica, e intensificar los esfuerzos para hacerla aceptar voluntariamente. Y no aceptar como un bien y como tesis el mal tolerado, para ponerse a descansar, hasta que les exigen una nueva versión empeorada del mal, lo cual les lleva a trabajar para ceder sobre lo ya cedido y a perseguir inquisitorialmente a los que se resisten y aún reafirman la tesis católica.

El Padre Orlandis enseñaba que cuando hay que acogerse al mal menor, entonces es tanto más necesario reafirmar la tesis católica, cuanto más, más:

"En ciertas ocasiones, en sobradas ocasiones, por desgracia, es necesario y lícito contentarse y aun acogerse al mal menor ", siendo el ideal católico la realización del Reinado de Cristo sobre la tierra, la aceptación voluntaria por las naciones de la Soberanía Social de Jesucristo, que todas las naciones acepten y acaten el magisterio de la Iglesia y disfruten de los bienes que en esta buena nueva se les ofrecen.
"Cuanto más dista el mundo de la plena realización de este ideal, cuanto mayores son las exigencias malaventuradas de la hipótesis, más necesario es conservar puro y vivo en la mente y en el corazón este ideal, y profesarlo públicamente".
(Ramón Orlandis, S. J.:
¿Somos pesimistas? Revista Cristiandad – Nº 73 - AÑO IV - 1 de abril de 1947, pág. 145).

Dejar clara una oposición absoluta cuando hay que permitir un mal menor. Es la doctrina de la Iglesia enseñada por el papa san Juan Pablo II y, secundándole, Mons. Reig:

«Se debe aclarar que no es justificable moralmente la postura de los católicos que han colaborado con el Partido Popular en la promoción de la reforma de la ley del aborto a la que ahora se renuncia. La Encíclica Evangelium vitae del Papa San Juan Pablo II no prevé la posibilidad de colaboración formal con el mal (ni mayor ni menor); no hay que confundir colaborar formalmente con el mal (ni siquiera el menor) con permitir --si se dan las condiciones morales precisas-- el mal menor. Dicha Encíclica (n. 73) lo que afirma es: «un problema concreto de conciencia podría darse en los casos en que un voto parlamentario resultase determinante para favorecer una ley más restrictiva, es decir, dirigida a restringir el número de abortos autorizados, como alternativa a otra ley más permisiva ya en vigor o en fase de votación. […] En el caso expuesto, cuando no sea posible evitar o abrogar completamente una ley abortista, un parlamentario, cuya absoluta oposición personal al aborto sea clara y notoria a todos, puede lícitamente ofrecer su apoyo a propuestas encaminadas a limitar los daños de esa ley y disminuir así los efectos negativos en el ámbito de la cultura y de la moralidad pública. En efecto, obrando de este modo no se presta una colaboración ilícita a una ley injusta; antes bien se realiza un intento legítimo y obligado de limitar sus aspectos inicuos».
(
Mons. Juan Antonio Reig Pla, Obispo de Alcalá de Henares, Nota del 24 de septiembre de 2014 sobre el aborto: «Llamar a las cosas por su nombre. Un verdadero reto para los católicos, nº 5»).

La tesis católica es que los pueblos y las personas reconozcan a Cristo como rey, acaten la autoridad de la Iglesia, que es el Reino de Dios, en el dogma y la moral y que las normas que rijan en el Estado sean conformes en su componente moral con lo que enseña la Iglesia. Y que esta ejerza activa y asiduamente su autoridad doctrinal y disciplinar sobre el dogma y la moral y dispense abundantemente los medios sobrenaturales para que todos individual y colectivamente puedan acatarla.

Se nos dice que en la situación de laicismo actual, son irrealizables las normas católicas. Pero, ¿cuesta mucho alimentar la esperanza recordando a menudo lo que enseña el Concilio Vaticano II en Nostra Aetate, 4, que con toda seguridad todos los pueblos creerán que Jesucristo es Dios y obrarán en consecuencia, y vivirán según Él?:

"La Iglesia, juntamente con los profetas y con el mismo Apóstol, espera el día, que sólo Dios conoce, en que todos los pueblos invocarán al Señor con voz unánime y le servirán hombro con hombro" (Nostra aetate, 4).

Lo que es proclamar con toda seguridad la confesionalidad de todos los pueblos y que obrarán en consecuencia en el futuro. O lo que es lo mismo, proclamar la esperanza cierta de la unidad católica del mundo.

Sí, cuesta mucho: no se menciona esto nunca. Y tenemos hambre.

Otra aporía es que se impone como única norma obligatoria la del mal menor. Todas las demás normas católicas o simplemente de ley natural se nos dice que son irrealizables dadas las circunstancias. La tolerancia del mal hay que cumplirla a rajatabla. En esto tolerancia cero. Esto no es irrealizable dadas las circunstancias. A la aceptación del mal menor no se le debe aplicar la doctrina del mal menor, según esta dinámica.

Pero "ellos", al no cumplir lo esencial de la doctrina de León XIII sobre el mal menor, y llamar bien al mal menor, llegan a omitir la diferencia entre bien y mal. Toman el mal como un derecho. Incluyen el mal en la lista de derechos humanos que van imaginando. Lo cual es un pecado contra el Espíritu Santo. E incluyen en la lista de lo que hay que tolerar, cosas que son buenas, como la raza (véanse las leyes en vigor). Lo cual indica que son racistas, además. Porque la tolerancia es de los males. En los objetivos educativos se debería poner el aprecio de todas las razas y el aprecio de todas las personas, opinen lo que opinen y hagan lo que hagan, porque las personas son un bien, el máximo bien; y también las razas son un bien, todas son cualidades buenas accidentales de las personas. Pero los errores no son respetables. Es tolerable que se expresen, hasta cierto punto los errores. Pero ellos demuestran que no saben ya siquiera qué es la tolerancia.

Y siendo la tolerancia una virtud, sólo en un Estado confesional consecuente es posible la tolerancia del mal en la ley por fidelidad a las enseñanzas pontificias.

La dinámica del mal menor manejada con la táctica de dos pasos adelante y uno atrás, funciona según la dialéctica hegeliana, el álgebra de Lenin.

Porque en cada fase se da a elegir como posturas enfrentadas, el mal menor y el mal mayor.

El Padre Orlandis y el mal menor

La dialéctica hegeliana y la ley del aborto

Estructuras de pecado

"La paz a que aspiran los pontífices romanos, la paz que esperan del Corazón de Jesús, la paz de Cristo en el Reino de Cristo, no es aquella paz precaria y circunstancial que puede dar la diplomacia, o los tratados internacionales. No es una paz condicionada a las tristes circunstancias actuales. Esta es la paz del mal menor, a la cual es prudente acogerse, cuando no puede alcanzarse el bien mayor. Será una paz que un pontífice romano admitirá prudentemente, como la habrían admitido tantos pontífices romanos. Pero no es la auténtica Pax Romana: la paz de Cristo en el Reino de Cristo".
(Ramón Orlandis, S.I.:
El arco iris de la «Pax Romana»).

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La jefatura del PP ya no se inclina a eliminar el aborto como un derecho y apela al apoyo del cardenal Blázquez para forzar a apoyar la minireforma del aborto a sus diputados provida que alegan que sería avalar la ley vigente, que el PP tiene recurrida ante el Tribunal Constitucional

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«Se debe aclarar que no es justificable moralmente la postura de los católicos que han colaborado con el Partido Popular en la promoción de la reforma de la ley del aborto a la que ahora se renuncia. La Encíclica Evangelium vitae del Papa San Juan Pablo II no prevé la posibilidad de colaboración formal con el mal (ni mayor ni menor); no hay que confundir colaborar formalmente con el mal (ni siquiera el menor) con permitir ? si se dan las condiciones morales precisas ? el mal menor. Dicha Encíclica (n. 73) lo que afirma es: «un problema concreto de conciencia podría darse en los casos en que un voto parlamentario resultase determinante para favorecer una ley más restrictiva, es decir, dirigida a restringir el número de abortos autorizados, como alternativa a otra ley más permisiva ya en vigor o en fase de votación. […] En el caso expuesto, cuando no sea posible evitar o abrogar completamente una ley abortista, un parlamentario, cuya absoluta oposición personal al aborto sea clara y notoria a todos, puede lícitamente ofrecer su apoyo a propuestas encaminadas a limitar los daños de esa ley y disminuir así los efectos negativos en el ámbito de la cultura y de la moralidad pública. En efecto, obrando de este modo no se presta una colaboración ilícita a una ley injusta; antes bien se realiza un intento legítimo y obligado de limitar sus aspectos inicuos».
(
Mons. Juan Antonio Reig Pla, Obispo de Alcalá de Henares, Nota del 24 de septiembre de 2014 sobre el aborto: «Llamar a las cosas por su nombre. Un verdadero reto para los católicos, nº 5»).

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¿Y quién ha dicho que la ley del aborto de 1985 era buena?

LD 19.02.14 A las 12:09 PM, por Luis Fernando Pérez Bustamante

Les importa un pimiento el derecho a la vida del no nacido. Uno la niega con supuestos. El otro, con plazos.

Rubalcaba insiste en la teoría de que lo que el PP busca es atraer los votos de la extrema derecha. Si por eso entiende los votos de la gente provida en España, en mi opinión está muy equivocado. Creo sinceramente que son escasísimas las personas que en este país cambiarían su voto por el tema del aborto. Hablar de un cuarto de millón me parecería exagerado.

La gran mayoría de los provida españoles como mucho asumiría la teoría del mal menor a la hora de votar. Y ese mal menor les lleva a dar su voto al PP, tanto si aprueba la reforma como si no. Siempre habría quien justificaría dicho voto bajo la premisa de que con el PSOE llegará también la eutanasia, cosa que no parece factible con los populares.

El que ha estado “excelso” es don Mariano. La pregunta que le ha hecho al líder de los socialistas: “¿Por qué esa ley que hicieron ustedes fue buena en 1985 y ahora que la hacemos nosotros es mala?“.

El PSOE se rasga la vestiduras porque se va a aprobar una ley que es muy parecida a la que ellos aprobaron.

El padre de don Alberto Ruiz-Gallardón, actual Ministro de Justicia, fue el responsable del recurso ante el Tribunal Constitucional contra la ley de 1985. Efectivamente, don José María Ruiz-Gallardón recibió ese encargo de parte de la dirección de Alianza Popular -actual Partido Popular-. Por tanto, si alguien ha cambiado de verdad de postura sobre el tema del aborto no son los socialistas, sino los señores del PP. Cosa que ya sabíamos al ver como en los años en que el señor Aznar estuvo en el poder, no solo no tocó una coma de la ley del 85 sino que además se permitió el “lujo” de aprobar la primera píldora abortiva en España.

Eso me lleva a decir que cuando se habla de consenso respecto a la ley del 85 se falta a la verdad, a menos que se diga que es un consenso sobrevenido. Algo parecido, dicho sea de paso, a lo que ha ocurrido con el matrimonio homosexual, que fue recurrido por el PP ante el TC y tras la sentencia lo han mantenido tal cual.

Es más, con la primera ley abortista llegamos a la cifra de cien mil abortos al año en este país.

Determinados miembros destacados del mundo provida en España aplauden con entusiasmo el regreso a semejante escenario.

Es mentira que la reforma de Gallardón deje las cosas como estaban con la ley del 85. Las deja bastante peor.

Es falso que la ley de Gallardón sea un regreso a la ley de 1985:

1- Con la ley del 85, una mujer recibía reproche penal si abortaba después de la semana 22. Con la reforma, si aborta un día antes de dar a luz se puede ir a su casa sin que la ocurra nada, lo cual implica en la práctica que las mujeres pueden abortar libremente durante todo su embarazo. El “problema", si acaso, lo tiene el personal sanitario que practique dicho asesinato.

2- Con la ley del 85 no se podía abortar después de la semana 22 salvo riesgo vital para la vida de la madre. Con la actual, hay otro caso en el que se puede abortar después de esa fecha. Cito del texto oficial:

… la intervención debe efectuarse dentro de las veintidós primeras semanas de gestación. Podrá realizarse después de ese plazo, si las anomalías incompatibles con la vida del feto no se hubieran detectado o podido detectar, con un diagnóstico certero, antes de ese plazo, o cuando exista riesgo vital para la mujer que no sea posible evitar, dentro de lo clínicamente exigible, mediante la protección de la vida del concebido a través de la inducción del parto.

Quienes consideran positivo que la reforma elimine el supuesto de taras físicas o psíquicas del feto como motivo para abortar, se olvidan de que basta con que la madre diga que esas taras le causan un grave quebranto a su salud psicológica como para que la permitan deshacerse de su hijo. Así que lo que en teoría es un avance, en la práctica queda anulado por ese gran coladero del riesgo psicológico.

3- En la ley de 1985 no se decía nada acerca de que el Estado debía hacerse cargo de la prestación sanitaria para practicar abortos. Cito de la reforma:

Artículo 8 bis. Cartera común básica de servicios asistenciales del Sistema Nacional de Salud.
La prestación sanitaria de la interrupción voluntaria del embarazo en los supuestos despenalizados y con los requisitos establecidos en el Código Penal estará incluida en la cartera común básica de servicios asistenciales del Sistema Nacional de Salud

Es decir, por ley, y no por una disposición de rango menor, las operaciones de abortos serán financiadas con los impuestos de todos los españoles. En eso no hay cambio respecto a la legislación vigente. Que se diga que el aborto no es un derecho de la mujer, cuando sí tiene el derecho a que el estado se lo financie, es un engaño en el que solo pueden caer aquellos que quieran ser engañados.

Conclusión. La reforma del PP deja las cosas peor a como estaban con la ley de 1985 e incluso peor que la actual en algunos aspectos, como es la ausencia de reproche penal para las mujeres que abortan y la clarificación del supuesto -coladero- de salud mental de la semana 14 a la 22, que con la ley Aído no estaba especificado y ahora lo está.

Lo que más me llama la atención con toda esta polémica no es tanto el hecho de que el PP haya pasado de ser un partido que se oponía al aborto a convertirse en un elemento más de la cultura de la muerte en el que conviven proabortistas moderados (viven felices con la ley del 85) y proabortistas radicales (se oponen a la actual reforma).

No, lo que realmente me asusta es, como he mencionado antes, que amplios sectores del mundo provida hayan pasado de oponerse a la ley del 85 a celebrar la reforma de Gallardón.

Sí, algunos dicen que lo ideal sería una ley de aborto cero, pero lo consideran una utopía irrealizable en estos momentos.

Si no existiera ninguna opción política que planteara de verdad la penalización de todo aborto, quizás se comprendería semejante maridaje con el Partido Popular. Pero hete aquí que sí existen opciones políticas provida.

Luis Fernando Pérez Bustamante

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Gallardón dice en 2014 que ninguna religión inspira la acción del Gobierno del PP del que forma parte

Luz Sanchis martes, 11/03/2014 http://www.eldiario.es/sociedad/Gallardon-religion-inspira-accion-Gobierno_0_237627150.html

El ministro de Justicia, Alberto Ruiz Gallardón, ha negado este martes, 11/03/2014, que sus fervientes creencias católicas estén detrás de la reforma del aborto que impulsa y que el Gobierno mantiene congelada a la espera de los dictámenes de varios organismos e instituciones.

Ante la acusación de un senador socialista de que Gallardón sólo busca imponer su ideología, el ministro ha asegurado en el Senado: "Ninguna religión inspira la acción de este Gobierno".

El senador Arcadio Díaz se ha dirigido al ministro durante la sesión de control para recordarle que ninguno de los argumentos que suele usar para justificar la reforma de la ley se sostienen. De esta forma, Díaz ha precisado que ni el programa electoral con el que el PP se presentó a las elecciones, ni la jurisprudencia del Tribunal Constitucional sirven de fundamento. Tampoco, ha dicho, le obliga ningún tratado internacional en materia de discapacidad que España haya incumplido.

"Si ninguno de los tres argumentos se compadece con la verdad, ¿por qué no dice la verdad? Lo suyo es pura ideología, imponer a los demás la postura de la Conferencia Episcopal. Reconózcalo", le ha espetado Díaz, que ha subrayado que la ley de 2010 no hizo más que "elevar a oficial lo que era real en la sociedad española" y que el 91,3% de las mujeres españolas que abortaron en 2012 lo hicieron por decisión personal y antes "tenían que buscar un psiquiatra".

El titular de Justicia ha precisado que su anteproyecto "no reforma la ley de 2010 sino que la deroga" y que la norma que sí quedará reformada cuando se apruebe es la de 1985. De esta forma, Gallardón ha insistido en un mensaje ya recurrente, el de que la futura ley es equiparable a la primera que aprobó un Gobierno del PSOE y ha elogiado a Felipe González como "el mejor presidente socialista que ha habido en España".

Para escudarse, Gallardón ha explicado que el Tribunal Constitucional "nos ha dicho en sus sentencias una verdad incómoda". Después de parafrasear al exvicepresidente estadounidense Al Gore a cuenta de su lucha contra el cambio climático, Gallardón ha asegurado que esa verdad consiste en que "desde el comienzo de la gestación hay un bien jurídico protegido" y que "cuando existe un conflicto incómodo con los derechos de la mujer hay que resolverlo".

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Gallardón se reafirma en que "ninguna religión inspira la acción de este Gobierno"

11-03-2014 http://www.elboletin.com/nacional/94636/gallardon-reafirma-ninguna-religion-inspira.html

Durante la sesión de control en el Senado, en la que se ha guardado un minuto de silencio en memoria de los fallecidos en el atentado del 11M, el ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, ha contestado al portavoz socialista Arcadio Díaz Tejera que "ninguna religión inspira la acción de este Gobierno".

De esta manera ha zanjado el ministro a las acusaciones vertidas por la oposición sobre la reforma de la ley del aborto. Asimismo, Tejera ha afirmado que "es por pura ideología" porque el objetivo "es imponer a los demás la razón de la Conferencia Episcopal".

Gallardón ha sido claro, y ha afirmado que “nadie” se cree la teoría del senador socialista: "No hay nadie, ni siquiera entre sus compañeros de bancada, que en estos momentos se crea que la Conferencia Episcopal Española ni ninguna otra confesión religiosa pueda inspirar los criterios de actuación de este Gobierno". Y ha añadido, entre los abucheos y murmullos de la bancada socialista, que "si se lo creyeran, en lugar de hacer ese ruido argumentarían".

El ministro también ha defendido el anteproyecto de Protección de la Vida del Concebido y los Derechos de la Mujer Embarazada, y ha reiterado que la iniciativa "no reforma, sino que deroga" la legislación actualmente vigente y ha incidido en que recupera el espíritu de la norma de 1985, aprobada bajo gobierno del PSOE.

"Me acusa de imponer un criterio que fue impuesto por el que sin duda fue el mejor presidente socialista, que fue Felipe González, durante los mismos años que estuvo en el gobierno y que fue aceptado durante los primeros cuatro años de legislatura de José Luis Rodríguez Zapatero (...) Si está usted en desacuerdo, no sólo lo está con el PP sino con la historia del PSOE", ha dicho al senador.

España, por exigencia de la ONU, tiene que suprimir antes de diciembre de 2015 la discriminación del plazo de 22 semanas para abortar por discapacidad del feto

El Comité de la ONU sobre los derechos de las personas con discapacidad exigió a España en septiembre de 2011 que, antes de diciembre de 2015, suprima el plazo de 22 semanas para abortar por discapacidad del feto, según la Convención sobre los derechos de las personas con discapacidad de 2006.

[Porque si no se alega discapacidad, el plazo para poder matar al niño en el vientre de su madre es de 14 semanas].

[Pero esta exigencia sólo impone que se igualen los plazos en los que se afirma que se tiene derecho a matar impunemente a las personas en su época fetal con discapacidad o sin ella].

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