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Aportaciones urgentes a la teología de la historia_5
La máxima urgencia para la teología
de nuestro tiempo radica, nos parece, en la tarea de fundamentar
una interpretación teológica del sentido de la historia.
(Canals, El culto al Corazón de Cristo
ante la problemática de hoy,
CRISTIANDAD, enero 1970)
En los tiempos de fe más viva
preocupaba hondamente la aparición del Anticristo; ahora
casi ha desaparecido del cuadro de las preocupaciones humanas».
(R. Orlandis, SJ: Advertencia previa, 1 de mayo de 1945)
Aportaciones urgentes a la teología de la historia_1
Aportaciones urgentes a la teología de la historia_2
Aportaciones urgentes a la teología de la historia_3
Aportaciones urgentes a la teología de la historia_4
¡Marana Ta!¡Señor, Ven! ¡Ven Señor Jesús! "Ven ya"
La dialéctica hegeliana y la ley del aborto
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Jesús nos anuncia una segunda venida,
para que su parusía establezca el reinado pleno y definitivo
sobre la humanidad; y nos dice que hay que proclamar que
el reino de Dios está ya entre nosotros, y que el
reinado pleno y definitivo está decretado.
"Su reinado está ya presente en la historia y en el
cosmos, pero aún no es pleno. Por eso el propio
Jesús nos anuncia una segunda venida, para que su
parusía establezca el reinado pleno y definitivo sobre la
humanidad
Nos dirigimos así a Jesús: ¡venga tu reino!, y Él se dirige a
nosotros y nos dice venid a mí... venid y aprended de mí, que
soy manso y humilde de corazón
El jubileo que comenzamos... quiere ser una ocasión para que
podamos encontrarnos con su misericordia, para que experimentemos
en ella su reinado y para que, escuchando de sus labios, y de su
corazón: reinaré,
podamos salir al camino de la vida. El Señor nos dice ...
proclamad que el reino de Dios está ya entre vosotros, y que el
reinado pleno y definitivo está decretado" (Véase
la proclamación del jubileo del Santuario de la Gran Promesa
de Valladolid por Mons. Argüello).
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La pseudoderecha no actúa según Dios, sino, al igual que la izquierda, como si Dios no existiera, y como si nosotros los hombres fuésemos el ser supremo, todos en un todo; pero cada uno, un infinitésimo de ese colectivo mundial anticristiano que nos ningunea del todo.
De las supresiones de cosas "de derechas"se encargan los pseudoderechistas cuando están en el poder y de las "de izquierdas" se encargan los izquierdistas en su turno. Parece ser que quieren que la gran persecución la realice la pseudoderecha en alianza con la pseudoultraderecha. Siempre la síntesis hegeliana consiste en que la derecha asume y traga el programa de la izquierda. En la síntesis, el contenido de la antítesis ocupa el lugar de la tesis. Es lo revolucionario institucionalizado. Siempre la verdadera revolución es desde arriba. |
«La Santa Cruz es ensalzada como trofeo
pascual de la victoria de Cristo y signo que aparecerá
en el cielo anunciando a todos su segunda venida».
(Martirologio Romano, 14 de septiembre, fiesta de la Exaltación
de la Santa Cruz).
«Entonces aparecerá en el cielo la señal del Hijo del
hombre; y entonces se golpearán el pecho todas las
razas de la tierra y verán al Hijo del hombre venir
sobre las nubes del cielo con gran poder y gloria».
(Mt 24,11-12;30).
La esperanza segura se basa en que Dios nos ama infinitamente
No es una desgracia que Jesús,
el Verbo hecho carne,
suprima el dominio de Satanás
en nuestra alma,
y menos en todas las almas y en
todas las naciones, como ha prometido y anunciado
En vez de tener preocupaciones, tenemos que amarle y expresarle amor a Jesús
Es posible consolar a Dios, como fue posible que Dios padeciese y muriese
Podemos amar a Dios, aunque sea imperfectamente..
Tenemos que vivir ya sin problemas, dejándolos todos en manos
de la divina omnipotencia amorosa para sólo amarle a Jesús, el
Verbo hecho carne, y decírselo; y vivir para
hacer feliz al prójimo. Y así dedicarnos a lo único que Él
nos pide, para poder decir:
Que ya sólo en amar es mi ejercicio
(San Juan de la Cruz, Cántico espiritual)
Y a los que estamos constituidos en esperanza totalmente dada y fundada por la misericordia de Jesús, el Verbo hecho carne, expresada en su Sagrado Corazón, no nos puede ocurrir nada malo, sino algo bueno, que Él nos libre de casi todas las esaborisiones, o algo mejor, que a veces no nos libre de alguna esaborisión; porque así tenemos algo que ofrecerle al que tantísimo padeció por nosotros.
San Justino el Filósofo, Padre de la Iglesia y mártir (100-165)
La Cristiandad es el conjunto
de Estados que, desde la Edad Media hasta las revoluciones
modernas, incipientemente acataban en la fe y en la moral la
autoridad de la Iglesia en virtud de su fe en la divinidad de
Jesucristo. Y que este acatamiento se producirá plenamente en el
futuro de forma universal es la firme esperanza de la Iglesia,
proclamada en el Concilio Vaticano II:
"La Iglesia, juntamente con los profetas y con el mismo
Apóstol, espera el día, que sólo Dios conoce, en que todos
los pueblos invocarán al Señor con voz unánime y le
servirán hombro con hombro" (Nostra
aetate, 4).
Lo cual es proclamar con toda seguridad, como esperanza de la
Iglesia, la catolicidad consecuente de todos los pueblos en
el futuro, y no mediante la exclusión legal de la libertad
religiosa de los no católicos, sino porque la población de
todos los pueblos será católica, con los judíos a la cabeza de
los creyentes en el Mesías Jesús, el Verbo hecho carne.
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"Señor..., te
pedimos que los hombres del mundo entero lleguen a ser hijos de
Abrahán y miembros del nuevo Israel. Por Jesucristo
nuestro Señor". (Oración anterior a la cuarta lectura de
la misa de la Vigilia Pascual de 2024).
[El nuevo Israel es la Iglesia católica, el nuevo Pueblo de Dios
formado por hombres (varones y mujeres) de todas las naciones,
creyentes en la mesianidad y la divinidad de Jesucristo, Nuestro
Señor, el Verbo hecho carne. Y en el futuro integrarán este
nuevo Israel universalmente todos los hombres (varones y mujeres)
de todas las naciones, pueblos, etnias y lenguas con los judíos
a la cabeza. Esta oración litúrgica de la Iglesia, nuestra
Santa Madre Iglesia Jerárquica, formula, no en vano, la
esperanza firme y segura de la propia Iglesia. Concuerda con las
múltiples profecías de la Sagrada Escritura y con la esperanza de la Iglesia, proclamada en el
Concilio Vaticano II, de la conversión de Israel al
Mesías Jesús, el Verbo hecho carne, y de la unidad católica mundial].
Y a mayor abundamiento la promesa que recibe Abraham viene en la
segunda lectura de dicha misa de la Vigilia Pascual:
«Todas las naciones de la tierra se bendecirán con tu
descendencia, porque has escuchado mi voz» (Gen 22,18).
"La vocación de Israel, del
«Israel de la carne», y el entronque de la vocación cristiana
con la providencia misericordiosa sobre el pueblo de los hijos de
Jacob, constituye el tema central de la Teología de la Historia.
El Vaticano II señala también en esto una dirección de retorno
a las fuentes".
(Francisco Canals Vidal: La
salvación viene de los judíos. Cristiandad, Barcelona. Año
XXVI, nº 418, diciembre de 1965)
La
profecía de Joel
Después de todo esto, derramaré mi espíritu
sobre toda carne...
y todo el que invoque el nombre del Señor se salvará.
Habrá supervivientes en el monte Sión, como lo dijo el Señor,
y también en Jerusalén entre el resto que el Señor
convocará (Jl 3,1-4).
La profecía del Emmanuel nacido de madre virgen
El verdadero Israel, heredero del Israel bíblico, es la Iglesia caólica
La cristianización de los judíos
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El 20.04.2023 se nos dijo ya
que " la población de la India sobrepasa a
la de China: 1.428 millones de habitantes, India; 1.425 millones,
China".
Y en 2025 se nos informa de que incluso la versión oficial del
gobierno comunista de China continental dice que la población
del país disminuyó algo en 2024.
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Mario Draghi advierte el 9.09.2024 de
que la crisis demográfica en Europa amenaza seriamente su
economía
En las gráficas
demográficas de la pg. 24 del informe Draghi se
refleja el ya iniciado declive de la población de la UE; pero
sobre todo, la gigantesca magnitud del hundimiento ya iniciado de
la demografía de China continental donde impera férreamente la
dictadura del totalitarismo comunista. La constatación de los
primeros síntomas de este hundimiento demográfico, que a los
jerarcas comunistas que allí imperan les hacía darse cuenta sin
duda de que iba a suprimir en pos de sí también su poderío
económico nada más iniciado y toda posibilidad de expansión
militar y política, les llevó a permitir a las mujeres que
tuvieran más de un hijo y posteriormente más de dos, al
constatar que esta sensacional permisividad fue seguida de unos
escasos miles de nacimientos, totalmente insuficientes para
mantener la población en general y aún más para mantener la
población activa y la carne de cañón. El totalitarismo
comunista impuesto férreamente a los chinos del continente
durante más de setenta años los ha hecho completamente
materialistas a la inmensa mayoría; esta ha sido su toma de
conciencia; sólo les gusta el dinero a casi todos, como es muy
conocido. Y allí siguen sin dejar nacer más que escasísimos
niños. Estas terribles gráficas, les aboca a los actuales jefes
comunistas chinos a volver a tener el tamaño de población de la
época inicial de la dictadura de Mao, cuando tener 600 millones
de habitantes era disponer de la "bomba demográfica",
como decía aquel dictador, que la veía como imparable. Ahora ya
no es imparable. Ni siquiera es una bomba, excepto para el propio
Partido. Y lo más terrible es que su jefe decida aprovechar el
poco tiempo, que se ve en las gráficas que le queda, para
desencadenar la mencionada expansión, que no será más que un
preludio -catastrófico, eso sí- de la gran persecución del
pequeño resto del pueblo de Dios. Sabemos, porque está
anunciado, profetizado, que, cuando estemos en la más
desesperada situación, Dios nos sacará decisivamente del apuro.
Y sabemos también de la misma manera lo terrible que será esa
situación, pero que su comienzo será la señal para levantar la
cabeza, porque llega la liberación (Lc 21,28). Y su final
también está anunciado proféticamente:
"Entonces aparecerá en el cielo el signo del Hijo del
hombre. Todas las razas del mundo harán duelo y verán
venir al Hijo del hombre sobre las nubes del cielo con gran poder
y gloria" (Mt 24,30).
Y será el comienzo de la vida humana en la tierra, en libertad
"under God".